Muere Iñaki Alkiza, el presidente que acercó la Real Sociedad a la modernidad

Iñaki Akiza (Alza, Gipuzkoa, 1933), el presidente de la Real Sociedad que llevó a su club hacia la modernidad, ha fallecido este martes en San Sebastián a los 89 años después de una vida intensa en el mundo del fútbol y la política. Fue jugador de la Real, alcalde de San Sebastián, como presidente, por encargo del PNV, de la gestora municipal que rigió los destinos de la ciudad hasta las primeras elecciones democráticas.

Después entró en la directiva de José Luis Orbegozo en la Real Sociedad, en los años de gloria con las dos ligas ganadas a principios de los años ochenta del siglo XX, se convirtió en presidente de la entidad desde 1983 hasta 1992, y tras abandonar el mundo del fútbol volvió a la política. Ejerció de presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa durante cuatro años, como representante de Eusko Alkartasuna. Era, también, padre del ex futbolista de la Real y el Athletic Bittor Alkiza, actualmente segundo entrenador de Osasuna.

En la Real Sociedad acometió una transformación total en la entidad. Después de las dos ligas ganadas con Orbegozo como presidente, las estructuras del club se habían empezado a quedar pequeñas y obsoletas en un fútbol que comenzaba a transformarse, primero lentamente y después casi a marchas forzadas. Cumplido el ciclo de Alberto Ormaetxea como entrenador, Alkiza contrató al galés John Benjamin Toshack, que llevó a la Real a un título de Copa en 1987. Lideró el cambio de ciclo en la Real, cuando se fueron retirando las grandes estrellas del equipo campeón, los últimos Arconada y Zamora en 1989. El presidente enterró la política de jugar solo con futbolistas de la cantera, cuando tras el traspaso de Loren al Athletic, decidió contratar al primer jugador extranjero en varias décadas, el irlandés John Aldridge. Además, fue el primer presidente en colocar cláusulas de rescisión en los contratos, después de que se extinguiera el derecho de retención que ataba a los jugadores a los clubes casi de por vida.

Pero dos de los hitos más significativos en su mandato se ciñeron al plano institucional. El primero, fue la salida del vetusto e incómodo campo de Atocha, fuera ya de todos los estándares internacionales, hacia el nuevo estadio de Anoeta, un campo moderno y con mucha más capacidad. El nuevo escenario lo inauguró su sucesor Luis Uranga.

Además, Alkiza asumió la reconversión del club en sociedad anónima deportiva. Entre los requisitos que impuso su directiva, el más decisivo fue el de impedir que ningún accionista controlara más del 2% del capital social, para que el club no acabara lejos del control de sus aficionados. Cuando se culminó el proceso, Alkiza abandonó la presidencia, que podría haber seguido ostentando, aunque adujo que lo hacía por la llegada al primer equipo de la Real, unos meses antes, de su hijo Bittor, para que su carrera deportiva no fuese puesta en duda por ser el hijo del presidente, aunque dos años más tarde, el futbolista fue traspasado al Athletic por decisión de su entrenador, John Toshack, por 220 millones de pesetas (1,3 millones de euros).

Él, como su hijo, también jugó en la Real Sociedad. Fue entre 1955 y 1961. Disputó 73 partidos, 68 de ellos de Liga, en los que anotó nueve goles, el primero en el Metropolitano, en abril de 1956, contra el Atlético de Madrid (5-4), al que le marcó un tanto; el último ante el Betis (0-1) en Atocha, el 26 de febrero de 1961.

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