La felicidad de Griezmann: el regreso del francés al Camp Nou llega en su mejor momento
El atacante, que buscará reivindicarse ante el Barcelona, se ha reconvertido con Simeone de extremo a organizador y hace jugar a su equipo diferente
La música mañanera que truena en los altavoces de su coche alerta de las llegadas de Antoine Griezmann a las instalaciones del Atlético de Madrid en el Cerro del Espino de Majadahonda. Los empleados del club relacionan la algarabía que forma el atacante francés con su felicidad. El desacomplejado color rosado de su pelo también delata su estado de bienestar. El mismo Griezmann ha confesado en distintas ocasiones que su rendimiento depende mucho de su ánimo.
“Cuando él está bien, jugamos a un fútbol diferente”, admite Diego Pablo Simeone en vísperas del trascendental partido de esta tarde en el Camp Nou (16. 15, Movistar LaLiga). Griezmann se presenta a la cita en su mejor momento desde que regresó al Atlético en el verano de 2021. Es el jugador que más puntos le ha dado a su equipo (18) con su participación en goles (11) y en asistencias (8). Con 32 años, su alto rendimiento es un caso de supervivencia desde la inteligencia para cambiar su fútbol. Hay pocos jugadores que hayan nacido extremos y acaben transformándose en organizadores del juego ofensivo. Salvando las distancias, el referente más próximo es Messi. “Siempre habrá habido jugadores que mutaron de posición. El crecimiento de Griezmann es extraordinario, es un chico noble, de equipo. Sufrimos en gran parte de la temporada pasada con su lesión, no llegó a su nivel, también en la primera mitad de esta por lo que ustedes ya saben (sólo podía ser alineado durante media hora). Ahora está francamente bien”, asegura Simeone.
Sin la velocidad ni la explosividad de los años de su plenitud física, Griezmann se ha convertido en uno de los jugadores más decisivos del campeonato desde la ocupación de los espacios. Siempre trata de recibir de cara y liberado de marcas. Cuando consigue esto en los últimos 30 metros, sus acciones son amenazantes para las defensas rivales. Puede romper con una conducción vertical, filtrar un último pase, tirar una pared o incluso probar el golpeo lejano. Ha creado 56 ocasiones en 29 partidos de Liga esta temporada y solo en una ocasión, en la campaña 18-19, había creado más a estas alturas de curso (60). Su última racha goleadora también es imponente. Ha marcado cinco tantos en los últimos ocho encuentros, solo uno menos que en el resto de la temporada.
Con todo, a Simeone lo que más le fascina de Griezmann es su propensión a jugar con el mono de trabajo puesto. “Siempre recordaré el partido de Copa (ante el Almazán) previo al Mundial, corría como un chico de 18 años. Faltaban cuatro días para la Copa del Mundo. Eso no lo tienen todos y él sí lo tiene”.
Hay un punto de revancha en cada comparecencia de Griezmann en el Camp Nou. Considera que en su etapa en el Barcelona, marcada por la eterna comparación con Messi, la valoración y el respaldo fueron mínimos en el club y en parte de la prensa. La presencia de Memphis hubiera aumentado la temperatura de las cuentas pendientes. Con la baja por lesión del neerlandés, del que Griezmann dio excelentes informes a Simeone, todo apunta a que su pareja de ataque será Correa.
La dupla atacante del Atlético tendrá que medirse ante un Barcelona que, según Simeone, ha mejorado en defensa bajo la dirección de Xavi: “Ha mejorado en defensa y eso es un plus para un estilo de juego que siempre será ofensivo, pues el Barcelona históricamente tiene ese juego por las características ofensivas de sus jugadores. Y esa mejora defensiva, con esos jugadores, le da un valor añadido el trabajo de Xavi”
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