Cañonazo de Asensio contra su frustración
El mallorquín, disgustado por la escasez de minutos, anota un golazo en partido en el que fue expulsado Paulista por una patada a Vinicius; “Estoy contento de que un árbitro haya tenido la valentía de expulsar”, dijo Courtois
Poco antes de marcar, cuando Benzema remoloneaba en el lateral derecho del área después de no haber podido alcanzar una pelota que le había cruzado Vinicius, Asensio hervía ansioso cerca del pico. Salivando. Con saltitos nerviosos. Se encontraba en su zona de disparo. Con hambre atrasada. De minutos y de goles. El mallorquín solo ha sido titular cuatro veces en toda la primera vuelta de la Liga. Una situación inquietante en un curso en el que termina su contrato, para un futbolista al que lo que le gustaría no es continuar en el Real Madrid, sino jugar más en el Real Madrid. Lucir como importante.
Ya a los tres minutos, Asensio corría solo dentro del área hacia un pase clarividente de Modric. Remató al galope con la derecha, pero demasiado cruzado. Y un rato después, volvió a rondar el gol, esta vez en la que pudo ser la jugada de fantasía de la noche. Benzema se sacó un taconazo imposible cayéndose y encerrado contra la línea de fondo en el área. Pero logró dejar la pelota en un espacio despejado cerca del punto de penalti al que llegaba Asensio con el cuerpo girado, la zurda ya lista. Iba a ser una asistencia de ensueño, pero lo desbarató otro tacón, el de Gabriel Paulista.
Así que cuando ya en la segunda parte Asensio se vio en el pico derecho del área con espacio alrededor y una trayectoria limpia de allí a la escuadra más lejana, se impacientó. Benzema tocaba, como para reponerse de la carrera infructuosa, y él lo apremiaba con disimulo. Entonces, el francés soltó la pelota y Asensio envió su misil, inalcanzable, para Mamardashvili. “Un golazo”, para Voro, técnico valencianista de estreno y solución de emergencia. Una liberación para el extremo, que en la siguiente jugada pareció instalado en el éxtasis: caño a Lino y taconazo.
Se liberó Asensio y a su rueda el Madrid, que hasta entonces acumulaba un buen catálogo de frustraciones. Los mecanismos con los que se mueven los tres de arriba volvieron a funcionar tan engrasados como el domingo contra la Real. Parecían deslizarse sin apenas fricción por los alrededores de Mamardashvili, pero siempre sucedía algo, una pierna de un defensa, aquel tacón de Paulista, y la cosa quedaba en un casi. Fluye el juego, pero se encasquilla el gol.
Courtosis: “Estoy contento de que un árbitro haya tenido la valentía para expulsar. Ha sido una patada sin balón, sin sentido”
Hasta el tirazo de Asensio, ese golpeo sobrenatural que para él es rutina. Bingo llama a bingo, y menos de dos minutos más tarde a Vinicius le encajaron por fin todas las piezas, después de otra noche de brega, patadas y protestas. Se tiró un control larguísimo que parecía lo contrario, un descontrol que se le escapó 15 metros por delante, a una zona a la que daba la impresión de que podían llegar el portero o cualquier defensa. Pero solo llegó el brasileño, desatado, que resolvió el mano a mano con Mamardashvili como no había acertado el domingo con Remiro.
“Su nivel físico es algo impresionante”, dijo Carlo Ancelotti. “Es un jugador que sufre mucho más en la primera parte, porque los rivales contra él juegan con mucha intensidad. En la segunda parte se mueve más sin balón, ataca la espalda más que en la primera parte. Los rivales, sobre todo los laterales, llegan al final del partido casi agotados. Él lo intenta, lo intenta y lo intenta otra vez. No para”.
Le pasó eso, y también que veinte minutos más tarde Paulista lo levantó del suelo de una patada y el árbitro expulsó al defensa. A Thibaut Courtois le pareció una buena noticia: “Estoy contento de que un árbitro haya tenido la valentía para expulsar. Ha sido una patada sin balón, sin sentido”, dijo. “Hay que proteger un poco a Vini. Es un chico muy expresivo en el campo, que hace muchos regates, y a un defensa no le gusta, parece que te vacila, pero le necesitamos”.
También van a necesitar a Militão, que se retiró en el primer tiempo con molestias en el abductor derecho, y que según Ancelotti no podrá jugar este domingo en Mallorca. Algo más leve parece el problema de Benzema, en la parte posterior de la pierna derecha y a la espera de pruebas este viernes. Fueron la cara mala de una noche en la que volvieron a jugar después de sus lesiones Carvajal y Tchouameni. Y en la que se liberó Asensio con uno de sus mejores golpeos.
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