Bernd Reichart, nuevo jefe de la Superliga: “Hemos enviado una carta a la UEFA; no sé si contestarán”
El recién nombrado consejero delegado de la competición que promueven el Madrid, el Barça y la Juve dice que será abierta, sin miembros permanentes y que no se jugará los fines de semana
El proyecto de Superliga europea de fútbol que anunciaron varios grandes clubes en abril de 2021 y que, después de varios arrepentimientos, siguen impulsando el Real Madrid, el FC Barcelona y la Juventus, dio ayer un paso que confían en que desatasque la situación: nombraron al alemán Bernd Reichart, de 48 años, consejero delegado de A22, la empresa encargada de desarrollar el proyecto rediseñado. El nombramiento de Reichart, ex director general del grupo RTL, supone que el proyecto cuenta por primera vez con una cara y una voz dedicadas a tiempo completo a empujarlo. A través de una videollamada desde Berlín, Reichart traslada el mismo diagnóstico con el que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, anunció por primera vez la Superliga hace año y medio: “El fútbol afronta problemas graves y serios y no despliega todo su potencial”. Y también: “El modelo financiero no parece sostenible”. Y que “cada vez es más difícil enganchar a los espectadores jóvenes”. Con eso en mente, dice que su primera tarea es emprender un amplio diálogo con todos los actores del fútbol europeo. “La verdad es que ya ha empezado hoy, con llamadas y con gente que recoge la mano que hemos tendido”.
Pregunta. ¿Qué es A22 y qué relación tiene con los clubes que anunciaron la Superliga?
Respuesta. A22 es una agencia promotora que desarrolla labores en el mundo del deporte y los eventos. Ha sido asesora de la European Superleague Company (ESL). Hay dos dueños que son los fundadores de A22 [Anas Laghrari y John Hanh]. Y fue la ESL la que ha encargado a A22 establecer y conducir ese diálogo a nivel europeo. Hay un service agreement (contrato de servicio) entre ESL y A22.
P. ¿Trabaja con el mandato de los presidentes del Madrid, el Barça y la Juve o también de otros clubes?
R. No puedo hablar en nombre de ESL. Me han nombrado consejero delegado de A22. El presidente de ESL se llama Florentino Pérez, y no puedo comentar cómo ellos llegan a sus conclusiones. Hay otra ventanilla a la que dirigirse.
P. ¿Ha tenido ya algún contacto con la UEFA?
R. A la UEFA, como es debido, les hemos mandado esta mañana [el miércoles] una carta, y les hemos informado sobre nuestras intenciones de tener un diálogo. No sé si nos van a contestar o no. La carta que envió la Superliga hace un año y medio no fue contestada. No vamos contra nadie, no queremos excluir absolutamente a nadie. Buscar soluciones dentro del mundo del fútbol es algo que no es muy habitual, porque los estatutos de la UEFA, alrededor de su artículo 51, no facilitan un diálogo honesto y abierto sobre el propio futuro.
P. ¿Qué límites tiene el diálogo? ¿Parten de un formato?
R. No existe un formato que nos sacamos de la chistera. Todo lo contrario. Queremos abrir un diálogo realmente abierto, y un diálogo solo es creíble si las opiniones de fuera pueden plasmar una idea que empieza virgen. Lo más importante es que la gente entienda que es una competición abierta, que está basada en la meritocracia.
P. ¿Habrá miembros permanentes?
R. Ese es otro de los conceptos que se retira de la mesa: los miembros permanentes. Hay algunas precondiciones que han evolucionado.
La nueva Champions no me gusta, como a muchos aficionados no les gusta. Va en la dirección equivocada. Vamos a tener más equipos, más partidos. Hay aspectos que creo que no sirven para mejorar el primer problema del que hemos hablado.
P. ¿Qué lecciones aprendió el proyecto desde 2021?
R. Aparte de los dos aspectos del formato, y de no proponer un formato, creo que lo más importante es volver a intentar mantener un diálogo. Lo que ha cambiado es que hoy no tenemos las amenazas de la UEFA, como pasó inmediatamente tras la propuesta del último año. Hasta que un juez dijo: quiero valorar si esto es legítimo. El eje de este segundo intento es volver a intentar poner sobre la mesa los problemas y hablar de soluciones con todos los implicados. Hacia fuera, soy la prueba de que van en serio, porque por primera vez este proyecto tiene una cara que puede conectarse, que puede escuchar.
P. ¿Y si el tribunal europeo no les da la razón?
R. Siempre es delicado especular sobre qué va a pasar. Creo que no es compatible con la libre competencia que haya un solo operador, con sede en Suiza, que es el regulador, el que permite acceso al mercado, y al mismo tiempo el único que está operando en el mercado. Creo que es justo que se analice y se dicte dictamen sobre esa acumulación de poder y ese conflicto obvio de interés. A mí nadie me ha podido explicar por qué los clubes pueden llevar una competición a nivel nacional, pero cuando llegamos a Europa tiene que ser la UEFA.
P. ¿La competición sustituye a la Champions? ¿Un equipo podría jugar las dos?
R. No jugaría las dos competiciones. Y queda al margen la participación de los clubes en las ligas domésticas.
P. ¿La Superliga invadiría los fines de semana de las ligas nacionales?
R. Hablamos de una competición internacional entre semana y no afecta a la liga.
P. En 2021, JP Morgan había accedido a un préstamo de unos 4.000 millones para la Superliga. ¿Esa financiación sigue disponible?
R. No existe. Empezamos en cierta medida de cero. Pero también la situación ha cambiado. Mientras que hace un año y medio se tenía que calcular con la amenaza de la UEFA de ser expulsados de la competición, ahora, con cierta protección jurídica, vamos a tener un marco jurídico seguro para poder defender los intereses de los clubes. Pero sería también una pregunta para ESL, que son quienes tenían eso, que seguro que fue también para poder cubrir un tiempo en el que no puedes jugar una competición [por exclusión] y aún no puedes jugar la otra [que no ha empezado]. Me resulta difícil dar esta información desde mi función en A22.
P. ¿Qué plazos se han marcado para el diálogo?
R. Arrancamos hoy. No nos hemos puesto fecha límite. Somos conscientes de que va a ser un maratón. Seguro que vamos a aprender sobre la marcha. También admito que hay hitos que marcan un poco el proceso. El 15 de diciembre hay una recomendación del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que no será vinculante, pero dará una primera pista. Luego, en marzo, quizá en abril, conoceremos la resolución. Un aspecto del diálogo puede ser informar de qué pasa hasta abril. No nos hemos puesto una fecha límite.
P. Algún medio ha señalado que creen que pueden empezar en la temporada 2024/25.
R. Lo cuento transparentemente. Un reportero me preguntó si lo veía en 10 años o era más razonable en el 24/25. Y le dije: 10 años sería una decepción, y, por lo tanto, 24/25 me parece más razonable. Así surgió el tema. Pero no hay ningún timing. Hay tanto camino que recorrer que no sería serio dar ahora fecha o año.
P. ¿Influye que la nueva Champions esté programada a partir de 2024?
R. No. Afecta en el sentido de que no me gusta, como a muchos aficionados no les gusta, porque va en la dirección equivocada. Vamos a tener 64 partidos más. Vamos a tener más equipos, más partidos. Al fin y al cabo, la ilusión y la competitividad vuelve a entrar en octavos, en marzo, y antes vamos a pasar por una clasificación donde juegan equipos que están en la misma tabla a pesar de que no se enfrentan entre sí. Hay aspectos que creo que no sirven para mejorar el primer problema del que hemos hablado.
P. ¿Contempla la posibilidad de decidir no lanzar el proyecto después del periodo de diálogo?
R. No sería sensato excluir esa posibilidad, pero no es a la que yo aspiraría, porque creo que el fútbol de clubes europeos puede dar más, debe dar más y tiene un futuro glorioso. Es la competición de clubes que tiene una envergadura y un potencial global. ¿Qué deporte tiene esas posibilidades? ¿Y qué, saliendo del corazón de Europa, tiene ese potencial de ser número uno del mundo? Creo que forjarlo y entregárselo a los clubes que saben de esto es lo correcto.
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