Joan Mir, nuevo compañero del imbatible Marc Márquez en Honda
El piloto mallorquín, campeón del mundo en 2020, encara un reto mayúsculo al cambiar de fabricante y batirse con el de Cervera, que jamás ha perdido la lucha interna en los boxes
Cuando Suzuki sorprendió al paddock entero de MotoGP con la decisión de retirarse del certamen, hasta Joan Mir tardó unas horas en asimilar que no se trataba de una broma pesada. Durante las semanas de mayo previas a la espantada del fabricante japonés, su único hogar en la categoría reina, el campeón del mundo de 2020 había estado negociando su continuidad con el equipo. Ahora, unos meses más tarde, el mallorquín ha sido anunciado oficialmente como nuevo compañero de Marc Márquez en el Repsol Honda de cara a las próximas dos temporadas.
“Tú ve ahora y pregúntale a cualquier piloto si quiere ser compañero del que seguramente es el mejor de la historia”, decía este año tras correr en Le Mans, cuando los rumores ya le situaban en el box junto al de Cervera, que esta semana se volverá a subir a una moto tras su última intervención en el húmero derecho. “Lo que se puede aprender de un tipo así es muy bestia”, añadía Mir, que no se amedrenta ante el reto que tiene por delante después de una temporada plagada de adversidades. Duodécimo en la tabla y sin haber subido todavía al podio, el piloto no podrá correr este fin de semana en Misano después de haber sufrido una fractura múltiple en el tobillo derecho tras una dura caída en Austria.
Para cualquier piloto, el primer oponente a batir es quien se sienta en la misma montura. Desde su debut en 125cc en 2008, Márquez nunca ha perdido la batalla con sus compañeros de equipo, a quienes ha triturado en la mayoría de ocasiones. Tan solo en 2020, cuando no disputó ningún GP por culpa de la caída en Jerez que desató su calvario con el brazo, su hermano Álex fue capaz de superarle en la tabla. Incluso en 2021 y 2022, años en los que no ha competido al 100% a nivel físico ni ha disputado todas las carreras, ha superado a su rival al otro lado del garaje.
Más allá de enfrentarse a la apisonadora de Márquez, Mir debe encarar también la transición a una moto que en los últimos años ha sido calificada como una auténtica bestia difícil de domar. Será su primera experiencia competitiva con un motor de cuatro cilindros en V, más rápido y potente en las rectas, así que se fía a su capacidad de adaptación para tratar de acortar la aclimatación a su nueva montura. Con Suzuki, hasta ahora, había corrido con un motor en línea, más ágil y con mayor velocidad en las curvas. “En 2019, esa moto no giraba, no frenaba. Ya dije que era muy complicada, pero como Marc ganaba siempre...”, explicaba hace unos días Jorge Lorenzo, que intentó sin éxito una transición parecida, desde la cabina de DAZN.
Aunque el palmesano, que cumplirá 25 años en septiembre, ya había estado negociando en el pasado con HRC, su intención inicial era renovar con la marca de la gran S como él mismo explicó en Francia: “Yo ya había tomado la decisión de seguir en Suzuki cuando me enteré de su adiós”. Su agente, Paco Sánchez, trabajó desde entonces con un único objetivo en mente: vestir a Mir con los colores de la Honda de fábrica. Si bien el acuerdo verbal existía desde hace mucho tiempo, la salida de Suzuki provocó que desde Japón buscaran un trato definitivo a la baja y a sabiendas de que el 36 no tenía otras opciones encima de la mesa. Uno de los últimos escollos en las negociaciones fue la dificultad de incorporar a personas de confianza del piloto a una estructura de equipo granítica.
“Lo que es difícil es cambiar cuando una cosa te ha funcionado durante mucho tiempo”, reconocía el mismo Alberto Puig, director deportivo de Honda, en un especial televisivo. “Se están estudiando posibilidades, pero es muy complicado ir a casa de otro y decirle: ‘Oye, lo tienes que hacer así’… Habrá cambios, pero se deciden en Japón y yo, ahí, es complicado”. La fábrica de Hamamatsu sigue en horas bajas y presenta sus peores resultados mundialistas en más de cuatro décadas. Sin Márquez, que se retiró para operarse después de correr en Mugello, la octava cita del curso, el mejor resultado de la marca ha sido un décimo puesto de su hermano Álex con el equipo satélite en Catalunya.
Después de la visita de su buque insignia durante el GP de Austria, varios responsables señalaron que deben revisar a fondo sus procedimientos de cara al próximo curso. Entre otros cambios que están por llegar, la incorporación de Mir, un buen desarrollador de máquinas con resultados de campeonato y mucho recorrido por delante, coloca una primera piedra en la transformación que necesitan y que pidió explícitamente Márquez. También, cabe decirlo, abre un plan B por si en 2024 el de Cervera decide cambiar de aires.
Aprilia ficha a Fernández y Oliveira
Otra marca que ha movido ficha este martes fue la italiana Aprilia, que el próximo curso absorberá la estructura satélite de Yamaha en un movimiento que simboliza el paso atrás de las fábricas japonesas respecto a las europeas. Los de Noale añadirán al portugués Miguel Oliveira –ganador de cuatro grandes premios en la categoría reina– y al madrileño Raúl Fernández –subcampeón del mundo de Moto2 en 2021– para estrenar su nuevo proyecto bajo el paraguas del RNF Team. “Son pilotos con los que soñábamos”, comentó Razan Razli, jefe de la estructura. Massimo Rivola, el encargado de reflotar el proyecto, también ensalzó el nivel de los nuevos pilotos de la marca: “Son dos talentos que harán crecer nuestro proyecto en MotoGP todavía más rápido”. Ambos tendrán contrato asegurado hasta 2024.
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