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Premier League jornada 37
West Ham
West Ham
Jarrod Bowen 23'Jarrod Bowen 45'
2 2
Finalizado
M. City
M. City
Grealish 48'Coufal 68'

El City se bloquea y posterga la resolución de la Premier

El equipo de Guardiola no pasa del 2-2 ante el West Ham y depende de una derrota del Liverpool este martes en Southampton para no librarlo todo a la última jornada

Premier League
Guardiola gesticula ante una ocasión perdida del West Ham.MATTHEW CHILDS (Action Images via Reuters)

Pep Guardiola se mostró insólitamente agresivo esta semana ante la sugerencia de un tertuliano de televisión que dijo que a su equipo le faltaba carácter para abordar situaciones difíciles. Si el carácter consiste en producir una lluvia de centros sobre el área rival, al Manchester City le sobró arrojo en su visita al London Stadium, donde este sábado, en su penúltimo partido de la temporada, desaprovechó la oportunidad de sentenciar media Premier. Los balones colgados en cantidades industriales no le permitieron pasar del empate ante el West Ham y el campeonato inglés seguirá pendiente de un hilo. Si el Liverpool suma tres puntos en Southampton este martes, el duelo se prolongará hasta la última jornada, prevista para el domingo que viene (a las 17.00, hora española).

WHAWest Ham
West Ham
2
Fabianski, Zouma, Coufal, Dawson, Cresswell, Jarrod Bowen, Tomas Soucek, Declan Rice, Lanzini (Noble, min. 76), Fornals (Ben Johnson, min. 91) y Michail Antonio (Yarmolenko, min. 95)
MNC M. City
2
M. City
Ederson Moraes, Cancelo, Fernandinho, Laporte, Zinchenko, De Bruyne, Bernardo Silva, Rodrigo, Gabriel Jesus, Mahrez y Grealish
Goles 1-0 min. 23: Jarrod Bowen. 2-0 min. 45: Jarrod Bowen. 2-1 min. 48: Grealish. 2-2 min. 68: Coufal (p.p.).
Árbitro Anthony Taylor
Tarjetas amarillas Jarrod Bowen (min. 32), Coufal (min. 58), Fabianski (min. 60) y Gabriel Jesus (min. 94)

A falta de que los psicólogos determinen si hay o no carácter, al City le faltó fútbol. Venía de imponerse por más de dos goles a favor en las últimas cinco jornadas. La racha arrojaba registros que databan de la era del amateurismo. Todo hacía suponer que ante el West Ham el equipo norteño daría continuidad a su serie devastadora con un penúltimo golpe de autoridad. Pero el City que visitó Londres se pareció menos al equipo atrevido, dinámico y entusiasmado que transita por la Premier que a la versión cautelosa que exhibió en el Bernabéu.

Perfecto en la distribución de los espacios, en el orden táctico y en las cosas que hacen a la disciplina, a los jugadores les faltó velocidad para mover la pelota de lado a lado, como si temieran los contragolpes que sobrevendrían a cualquier pérdida en los espacios reducidos del entorno de la portería de Fabianski. Como Bernardo Silva no se multiplicó, las circulaciones se volvieron espesas y la pelota no acabó entre líneas, sino afuera, pegada a las rayas exteriores, en donde Mahrez, Cancelo y Zinchenko se hartaron de centrarla. El procedimiento asentó a la defensa del West Ham, que evacuó y basculó sin desacomodarse y, sobre todo, sin fatigarse. Cuando el equipo de David Moyes generó peligro verdadero no fue cuando robó, sino cuando sacó de portería en largo, para que los defensas del City se midieran en acciones directas con Michail Antonio y Jarrod Bowen.

Aprovechando las dudas de Fernandinho y las coberturas tardías de sus compañeros, los desmarques de Bowen hicieron estragos. Antes de la media hora, Fornals, tras un combate aéreo, asistió a Bowen en el 1-0; y antes del descanso Antonio habilitó a Bowen en otra acción que rompió el fuera de juego una vez más y burló la superioridad numérica de defensores contra atacantes. Al City no le sirvió de nada jugar con red de seguridad. La mirada de preocupación de Guardiola estuvo justificada por la estadística. El City nunca remontó un 2-0 en toda su historia.

Si el partido acabó 2-2 fue por el empuje desesperado que operaron los jugadores del líder ante la amenaza de perder la liga, encarnada en Michail Antonio cada vez que le dividían una pelota. Con Rodri metido en el corazón del área a modo de nueve, el líder redobló la intensidad de sus ataques, pero no mejoró su precisión. La excepción se produjo a la salida de un córner, y tras una dejada de cabeza de Rodri, Grealish logró el 2-1. Como el primero, el segundo gol del City se originó en un centro, esta vez desviado en propia meta por Coufal.

El accidente que propició el empate pudo suponer un golpe definitivo para el West Ham. Después de más de una hora de resistencia aplicada, los jugadores acorralados debieron sentir que el esfuerzo no había servido de nada, y que otra vez perderían la sexta plaza, la que asegura el acceso a la Europa League. La falta de Dawson sobre Gabriel Jesús que provocó el penalti señalado por el VAR se produjo en esos momentos de angustia. Solo la estirada de Fabianski, que adivinó el disparo a Mahrez, devolvió la confianza a sus compañeros y la confusión al City.

Guardiola: “¡Qué buen equipo que somos!”

Tras el 2-1, Guardiola en la banda les pidió que actuaran con inteligencia, señalándose las sienes. Pero sus jugadores en el campo se volvieron más conservadores, más temerosos de perder la pelota, más proclives a jugar poco en corto y más con cambios de orientación que atascaban sus maniobras. El resultado fue una prolongada sucesión de tiros desde fuera del área y de centros a Rodri, indefectiblemente conquistados por Fabianski, Zouma y Dawson.

“Afortunadamente hemos conseguido un punto”, dijo Guardiola en BeinSports. “Ahora tenemos que hacer el partido perfecto en nuestro estadio el próximo domingo. Será una final. Daré tres días a mis jugadores para que desconecten y descansen mentalmente, y después lo prepararemos. Este equipo ha dado absolutamente todo lo que tiene en todas las competiciones. Han sufrido, lo han intentado y se han divertido juntos. ¿Cómo no voy a estar con mis futbolistas? En el descanso lo hablamos: “¡Qué buen equipo que somos! Solo debemos hacer unos pequeños ajustes e intentar hacer todos los goles que podamos”.

El City pudo meter el 2-3 del mismo modo que el West Ham, en un par de contragolpes, se avecinó al 3-1. El empate deja al Liverpool a cuatro puntos de la cabeza de la clasificación a falta de dos jornadas para que concluya el torneo. Si el equipo de Klopp suma tres puntos en la primera, todo se decidirá en la última, cuando el Wolverhampton visite Anfield y el Aston Villa acuda al Etihad.


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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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