El Manchester City golea al Newcastle y a su propia ansiedad
El equipo de Pep Guardiola aumenta su distancia sobre Liverpool a tres puntos cuando quedan nueve por jugar
En las Islas se debate sobre si el Manchester City debe prescindir de Pep Guardiola, reo por no ganar la Liga de Campeones. Mientras tanto, el equipo aumenta su ventaja al frente de la Premier League y se exhibe dúctil, con su conocida pericia en el juego combinativo, vertical cuando la situación lo requiere, que en Inglaterra suele ser a menudo y, sobre todo, fortísimo en las acciones ofensivas a balón parado. El City superó con esas armas al Newcastle (5-0) para aumentar en esta jornada su distancia sobre el Liverpool, del que ya se separa en tres puntos cuando quedan nueve por jugar.
No parece probable que un equipo que ha dejado de sumar cuatro puntos de los últimos 27 por los que ha competido vaya a dejar escapar idéntico botín en tres partidos. Puede que, incluso, aunque mediase el pleno del Liverpool, con dejarse tres puntos por el camino le llegase para ser campeón. Todo dependería entonces de la diferencia de goles general. Por eso el City se aplicó para guardarse esa baza y no puso el freno hasta que escuchó tres toques de silbato del colegiado, marcó y marcó en unos minutos que en otro contexto serían accesorios y en esa necesidad concretada de barnizar su diferencia de goles encontró el bálsamo que necesitaba. Porque, además, que no les hablen en estos días sobre situaciones improbables.
El City juega contra la ansiedad que le rodea porque oposita a la Champions como si fuese a notarías. No llega. Quizás también ese sentimiento empiece a anidar en la caseta. “Lo de Madrid fue increíble y el ánimo no estaba por las nubes, pero sabíamos que teníamos que despertar y mostrar la personalidad que tenemos como colectivo”, resumió el centrocampista Rodri tras el partido. El equipo pareció más atribulado que de costumbre en el inicio de la cita contra el duro Newcastle. Amaneció despistado en defensa y sin sus habituales recursos para sujetar las riendas del partido a través de la pelota.
Los goles, consecuencia de tantas cosas que hace bien el equipo, le fueron situando en el partido. El primero fue un bálsamo, una belleza que llegó tras dos toques de cabeza en el área entre Cancelo y Sterling, uno de los cuatro refrescos que Guardiola introdujo en el once respecto al equipo que abrió el partido del miércoles pasado en Madrid. Los otros fueron Zinchenko, Gundogan y Grealish. Walker estaba fuera de combate, Foden jugó media hora, y Bernardo Silva y Mahrez se quedaron al lado de Guardiola.
Sin dudas
El gol asentó varias cuestiones en el City, sobre todo las que tenían que ver con el manejo en campo contrario, pero no le dio poso atrás. Rúben Dias estaba entre algodones y acabó por dejar el partido en el descanso, otra vez lesionado. Antes el Newcastle había desnudado a la zaga con envíos al área. El neozelandés Wood marcó tras un córner, pero un fuera de juego de Guimaraes frustró la igualada visitante. Poco después llegó el segundo golpe local, un tanto firmado por Laporte, siempre vivo para pescar rechaces en el área rival. Y el Newcastle, que nada se jugaba a efectos clasificatorios, difuminó sus ambiciones ofensivas. Con todo, nunca dejó de encontrar caminos hacia Ederson.
Empujado por su gente, que tras tantos años de miseria conoce el valor del triunfo, el City se sobrepuso a sus achaques defensivos. Jugó con pasión el líder de la Premier, amparado por un graderío que se animó a entonar el grito de campeones, como si con ese jolgorio extemporáneo exorcizase lo sucedido en el Bernabéu, como si tuvieran que recordar a sus chicos que, en efecto, son unos ganadores. Guardiola también fue en esa línea en su resumen ante los micrófonos. “¿Dudas? Llevamos cinco años haciendo esto cada tres días. Si alguien duda de nosotros es que no nos conoce”.
Rodri marcó su sexto gol en este campeonato con un remate a la salida de un córner que señala al mallorquín Carlos Vicens, el arquitecto del balón parado del equipo, que tras un año en el primer equipo del City ha aceptado una oferta para entrenar al Heracles holandés. Nada se frenó. El Newcastle se abrió en busca del gol y el City le respondió con fiereza para que sendos tantos de Foden y Sterling le llevasen a situarse no sólo tres puntos por encima de su perseguidor, el Liverpool, sino también con cuatro dianas de ventaja en el casillero a considerar en caso de igualdad final, un interesante colchón si se considera que entre los tres duelos que le quedan al equipo restan dos desplazamientos, primero a Wolverhampton este miércoles, y después a Londres, para enfrentarse al peligroso West Ham. Todo antes de un cierre contra el Aston Villa dirigido por Steven Gerrard, que puede verse ante la ocasión de contribuir a darle al Liverpool la Premier que nunca consiguió como futbolista.
El Everton sale del descenso
En la retaguardia de la clasificación, el Everton se alivió con un triunfo (1-2) en Leicester que le saca de los puestos de descenso. Ahí cae el Leeds United, derrotado (2-1) en el Emirates Stadium por el Arsenal, que camina hacia la cuarta posición y el regreso a la Champions, con cuatro puntos de ventaja sobre el Tottenham, con el que se cruza el próximo jueves. Si gana el equipo que adiestra el recién renovado Mikel Arteta volverá a la gran competición europea tras cinco campañas de abstinencia.
Todo queda por resolverse. City y Liverpool optan al campeonato. Chelsea, Arsenal y Tottenham juegan por dos plazas en la Champions. El Manchester United debe guardar la sexta plaza que le da acceso a la Europa League ante el West Ham, que tiene que mirar de reojo al Wolverhampton para repetir en el continente. Y Everton, Burnley y Leeds están en un pañuelo de un punto para no perder la categoría de la que ya saben Watford y Norwich que se caerán.
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