Marbella homenajea a Manolo Santana

El tenis vivió este sábado una emotiva jornada en Marbella, donde se homenajeó al legendario Manolo Santana, fallecido el pasado 11 de diciembre en la localidad andaluza a los 83 años. El acto tuvo lugar en la pista central del Club Tenis Puente Romano, que lleva su nombre, y contó con la presencia de figuras de la raqueta; por encima de todo, amigos del madrileño como el sueco Björn Borg, el italiano Nicola Pietrangeli, el rumano Ion Tiriac o el checo Jan Kodes. También asistieron diversas autoridades políticas y tenísticas, como el actual presidente de Wimbledon, Ian Hewitt. En el centro de la pista, su viuda, Claudia, y una de sus hijas, Bárbara. En vídeo, Rafael Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic y Rod Laver expresaron sus condolencias.

Residente durante más de 30 años en la Costa del Sol y al frente del club marbellí de 1983 a 1997 –fundador después de otro en el que exprimió la vida hasta sus últimos días–, Santana fue recordado en un sentido acto en el que también estuvieron otros tenistas españoles de primer nivel como Juan Carlos Ferrero, Alex Corretja, Albert Costa o el capitán actual, Sergi Bruguera. También intervino el presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET), Miguel Díaz, y representantes institucionales como el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.

“Manolo fue alguien que ha hecho cosas únicas, un pionero en la historia de nuestro deporte. Nos ha marcado el camino a todos los que hemos venido detrás”, transmitió a distancia Nadal. “Amaba el tenis y siempre fue un verdadero caballero. Una de las más grandes y agradables leyendas que hemos tenido”, se sumó Federer. “Siempre fue muy amistoso conmigo y con mi familia. Tuvimos una gran relación”, prolongó Djokovic. Y remató el icónico Laver: “Inspiró a generaciones de tenistas, en España y en todo el mundo con su top-spin, su espíritu de lucha y su pasión. Tuvimos grandes batallas sobre tierra”.

Santana ganó cuatro Grand Slams –dos Roland Garros (1961 y 1964), Wimbledon (1966) y el US Open (1965)– y fue un verdadero pionero que proyectó el deporte español en términos internacionales. Tras su etapa como jugador, se convirtió en técnico y más tarde dirigió el Mutua Madrid Open, representado este sábado por su CEO, Gerard Tsobanian. Hincha orgulloso del Real Madrid, presumió siempre del blanco –jugó la final del major inglés con el escudo bordado en el pecho– y celebró los goles del actual director de Relaciones Institucionales del club blanco, Emilio Butragueño, también en el acto.

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