_
_
_
_

La invasión convierte en pesadilla el sueño europeo de los futbolistas brasileños en Ucrania

Más de 40 profesionales del gigante latinoamericano jugaban en el Shakhtar Donetsk y otros equipos

furbolista Dodo llega a Sao Paulo desde Ucrania
El fubolista brasileño del Shakhtar es recibido en São Paulo este martes tras abandonar Ucrania por la invasión rusa.Andre Penner (AP)
Naiara Galarraga Gortázar

Los futbolistas brasileños que cumplían en Ucrania el sueño de jugar profesionalmente en Europa van regresando de manera escalonada a su patria tras días frenéticos y una odisea de viaje con escala en varios países. También a ellos la invasión rusa de Ucrania, el día 24, les pilló por sorpresa. Reaccionaron rápido, se reunieron en un hotel de Kiev. El vídeo en el que una docena de jugadores, sus esposas y sus hijos pedían ayuda a las autoridades, a sus compatriotas y a quien fuera para salir de allí sanos y salvos hizo que una guerra tan lejana y, en principio, tan ajena tocara la fibra de los brasileños. Unos 40 futbolistas nacidos en Brasil se ganaban la vida en el fútbol ucranio, 31 de ellos en primera división.

Abandonaron su país de adopción en cuanto pudieron mientras el mundo del deporte expulsaba a Rusia del Mundial de Qatar, los Juegos Paralímpicos y de una larga lista de competiciones europeas en múltiples disciplinas.

El centrocampista Maycon, 24 años y del Shakhtar de Donetsk, fue el primero en aterrizar en suelo brasileño. Los últimos días han sido para su familia y para él “una mezcla de sentimientos, de terror, de miedo. Luego una sensación de alivio, de gratitud por poder salir todos y todos bien”, explicó a la prensa local nada más desembarcar en el aeropuerto internacional de São Paulo este martes. Cuatro años llevaba Maycon jugando en Ucrania, donde vivía con su esposa y su hijo. Como millones de ucranios y de extranjeros que trabajaban allí, de un día para otro la guerra abierta ordenada por Vladímir Putin le obligó huir prácticamente con lo puesto y ha colocado en pausa su carrera profesional.

El club de Donetsk, destino favorito de los futbolistas brasileños en el país europeo, contaba con 13 de ellos en sus filas. Es el equipo más exitoso en competiciones europeas y sufridor del país en lo que va de siglo. Tuvo que abandonar su sede en Dontsk, ciudad ubicada en las provincias separatistas, por culpa de la guerra civil que precedió a esta invasión hace ocho años. Otros diez clubes de la liga ucrania tienen al menos un jugador nacido en Brasil, gran exportador de talento futbolístico.

El caso que se perfilaba como más complicado era el del delantero Junior Moraes, de 34 años y con doble nacionalidad, brasileña y ucrania. Nacionalizado en 2019, ha jugado con la selección de su país de adopción, al que llegó hace una década. La orden por la que el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, prohibió salir del país a los varones de entre 18 y 60 años hizo pensar que no podría abandonar el país y podría ser incluso llamado a combatir a los rusos, pero finalmente logró cruzar la frontera y tras un periplo se encuentra en París.

El lunes pasado, tras cruzar la frontera con varios jugadores brasileños Junior Moraes emuló a varios de sus colegas en la selección ucrania e hizo una donación al Gobierno de Zelenski para atender a los afectados por la guerra. El delantero, que ha jugado más de diez partidos con la selección europea, aportó 1,6 millones de grivnas (53.000 dólares).

La entrada de los primeros tanques enviados por Putin al país vecino fue tan chocante para los brasileños como para la mayoría de los ucranios. Todos llevaban semanas pendientes de los tambores de guerra, pero no imaginaron una invasión de esta magnitud con las fuerzas rusas golpeando desde varias direcciones y acercándose a la capital. “Nos agarró un poco por sorpresa. Sabíamos del riesgo, pero teníamos mucha información y no creíamos que fuera de esta manera”, contó Maycon en el aeropuerto de São Paulo tras llegar con su familia.

El primer grupo de futbolistas y sus parientes lograron salir del hotel de Kiev rumbo a la frontera el domingo. Contaron con la ayuda de la UEFA, la Federación ucrania de Fútbol para poder desplazarse con seguridad. Y las autoridades brasileñas colaboraron con la logística en unos momentos en que los trenes rumbo al oeste de Ucrania iban llenos. Con los aeropuertos cerrados, viajaron en tren hasta Chernivtsi (Ucrania), de allí tomaron un autobús hasta Moldavia, donde se dividieron. Unos se quedaron para volar desde allí mientras otros tuvieron que seguir ruta hasta Rumanía para encontrar vuelos. Por distintas rutas han ido llegando a Brasil estos días.

Desde que pidieron ayuda en aquel vídeo que trajo la guerra de un golpe hasta los móviles y las teles brasileñas su prioridad absoluta era llegar a Brasil. Dejan atrás la guerra, pero también sus carreras, compañeros y amigos que pueden ser llamados a filas o unirse a la resistencia.

Ya están a salvo en su país también el delantero Pedrinho, el lateral Dodo,el defensa Marlon y el preparador físico Luciano Rosa. Por ahora ninguno quiere hablar de fútbol, de su futuro. “Ahora no es el momento de hablar de ello”, declaro Dodo, que tiene contrato con el Shakhtar Donetsk hasta 2025. “Solo quiero disfrutar de mi familia. Y apoyar a Ucrania porque es un país que amo. El resto se lo dejo a mis agentes, porque acabo de salir de una guerra y no es el momento de pensar en fútbol”.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_