El Villarreal baja de las nubes al Betis
Los andaluces ven rota su racha frente al orden y la eficacia del grupo de Emery
El Villarreal de Unai Emery le tiene tomada la medida al Betis de Manuel Pellegrini. Ya ganó al conjunto bético en la ida y lo volvió a hacer en la vuelta, realizando un magnífico ejercicio defensivo para enfriar y dejar en casi nada al equipo que mejor fútbol venía practicando en el campeonato. La derrota del Betis se debe explicar por el magnífico partido defensivo de los jugadores del Villarreal, en especial de sus centrales, Albiol y Pau, y de la pareja de mediocentros, Capoué y Parejo, que cuajaron un partidazo. El Villarreal, muy serio y concentrado, no le dio opción alguna a un Betis espeso, sin capacidad para trasvasar líneas como suele ser habitual en el equipo de Pellegrini. El chileno, fiel a sus rotaciones, no le dio ni un minuto a William Carvalho, su centrocampista más en forma. Tampoco a sus laterales titulares, Sabaly y Álex Moreno. El Betis, simplemente, no pudo ante el acertado planteamiento del Villarreal, que además ofreció un recital de eficacia en un duelo que se movió por cauces de mucha igualdad. Convirtió en goles sus dos primeros disparos a puerta. Además, en momentos claves del choque. Al filo del descanso y en el tramo final para detener el previsible aluvión final verdiblanco.
Se cortó la racha del Betis, que ahora pondrá toda su energía en la semifinal de la Copa del Rey ante el Rayo. El Villarreal, que se marcó un gran partido, se reivindicó tras una mala temporada fuera de casa. Los de Emery aprietan mucho la pelea por Europa. Cinco puntos separan la tercera plaza del Betis de la séptima.
Las rotaciones
Este Betis que tan bien compite se encontró con un Villarreal que le planteó un partido muy complicado. Emery intentó que su equipo tuviera el balón. Cuando lo perdía, su presión fue eficaz y muy adelantada. El Betis venía de hacer 12 goles en sus últimos cuatro encuentros y esta vez no encontró espacios para desplegarse como suele, en manada. Si bien Pellegrini hizo hasta seis cambios con respecto al once que apabulló a la Real en la Copa, sus jugadores más determinantes, Canales y Fekir, sufrieron mucho ante la presión a la que le sometió el Villarreal. El conjunto verdiblanco debía explorar otras vías para superar a un rival muy incómodo. Lo intentó en el disparo lejano por mediación de Miranda y Fekir. Un recurso que suele salir a flote cuando resulta muy complicado pisar el área rival.
El choque se movía por tintes de mucha igualdad. El Villarreal, si bien frenaba al Betis, tampoco llegaba con contundencia al área de los andaluces. Le faltó pegada hasta que encontró un gol muy valioso a balón parado.
En choques tan igualados, cualquier error en defensa se paga muy caro. Alberto Moreno lanzó un preciso saque de esquina y Albiol y Pau Torres emergieron muy solos en el área. Pau remató con fuerza y Rui Silva no estuvo demasiado certero a la hora de sacar el balón. El Villarreal, práctico y eficaz, muy solidario, había golpeado en un momento importante, justo al filo del descanso. Al Betis le había faltado un punto de chispa e imaginación, cualidades que no afloraron por el buen trabajo colectivo del equipo de Emery, que había marcado en su primer disparo entre los tres palos.
El Betis no espabiló tras el descanso. Acentuó su impotencia y González Fuertes rectificó bien después de pitar un penalti de Aurier por una mano que no era. La rúbrica al buen triunfo del Villarreal llegó con un golazo de Capoué, el mejor futbolista de su equipo.
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