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Rusia culmina su gran desfile en la Copa Davis

Los triunfos de Rublev (6-4 y 7-6 a Gojo) y Medvedev (7-6 y 6-2) encumbran a su equipo, que esta temporada ha conquistado todos los títulos posibles por equipos

Los jugadores de Rusia celebran el triunfo junto a la Ensaladera, este domingo en el Madrid Arena.
Los jugadores de Rusia celebran el triunfo junto a la Ensaladera, este domingo en el Madrid Arena.INMA FLORES (EL PAIS)
Alejandro Ciriza

Maldecía Marin Cilic. Y con razón: jugar como nunca y, como suele suceder cuando al otro lado de la red asoma Daniil Medvedev, perder como casi siempre. Lo intentó por todos los medios el líder croata, pero se diluyó conforme cedieron su físico y su ánimo, y en la final también prevaleció la lógica. Rusia, que había aterrizado en la Copa Davis como la gran favorita y con un elenco de tenistas envidiable, dos top-5 al frente, se impuso y celebró en el Madrid Arena: ya son tres Ensaladeras de la Copa Davis, las mismas que Alemania. Es decir, es séptima en la clasificación histórica y ahora figura por detrás de España, que luce seis trofeos y esta edición se quedó en la fase de grupos.

El broche ruso, cómo no, vino de la mano de Medvedev, que a lo largo de estas dos semanas ha marcado el ritmo del torneo a golpe de victorias: cinco de cinco en los individuales, sin ceder ningún set. Únicamente Novak Djokovic, cuatro de cuatro como solista, fue capaz de seguirle el paso. El número uno, sin embargo, quedó descabalgado en las semifinales y el moscovita, de 25 años, encontró vía libre hacia el éxito. No daba con el premio su equipo desde 2006, cuando Marat Safin hacía diabluras y él ya apuntaba maneras en los torneos infantiles. Desde entonces se le sigue el rastro a Medvedev, un jugador sensacional que figura en la cúspide de un ambicioso proyecto.

Paradójicamente, Rusia vuelve a coronarse cuando en el rótulo figura otro nombre, el de la Federación Rusa de Tenis. Sancionado el país por la Agencia Mundial Antidopaje –en los Juegos de Tokio, todos los equipos y atletas rusos competían bajo el Comité Olímpico Ruso (ROC) –, desfila por el mundo del tenis como una verdadera súper potencia y colecciona títulos. Este año, todos los posibles. Sus chicos elevaron la ATP Cup al inicio de la temporada, sus chicas se apropiaron de la Billie Jean King Cup (la antigua Copa Federación) hace solo un mes y ahora festeja la vieja Davis, después de un trazado prácticamente inmaculado.

En medio de esos logros, la plata olímpica de Karen Khachanov (29º en el ranking) y el oro en el mixto de Andrey Rublev (5º) y Anastasia Pavlyuchenkova (11ª). De conquista en conquista. Junto a ellos guerrean Aslan Karatsev (18º), Daria Kasatkina (26ª), Veronika Kudermetova (31ª) y tantos otros y otras tenistas que compiten a bordo del acorazado. Aficionado al judo, Vladimir Putin presume de triunfos a través de la raqueta, el viejo sueño del expresidente Boris Yeltsin, con el que se multiplicaron las pistas, los torneos y las licencias hace ya tres décadas. “Con él empezó todo”, antepone el capitán, Shamil Tarpischev, el hombre (73 años) que ni se inmuta ni pestañea.

Medvedev devuelve la pelota durante el partido contra Cilic.
Medvedev devuelve la pelota durante el partido contra Cilic.INMA FLORES (EL PAIS)

Al mando del equipo desde 1974, entonces bajo la hoz y el martillo de la URSS, alistó un grupo de campanillas para esta edición y Rusia respondió a la lógica: llegaron como los mejores y se fueron de la misma forma. Pese a que un chárter trasladase a 150 hinchas hasta Madrid y el ajedrezado blanquirrojo dominase en las gradas, la final fue de una sola dirección. Debatieron con orgullo tanto Borna Gojo (279º) como Cilic, pero Rublev (6-4 y 7-6(5) en el primer turno) y Medvedev (7-6(7) y 6-2 en el segundo) sentenciaron para no tener que afrontar un hipotético y engorroso duelo contra el poderoso dobles croata.

Entre los presentes, mucho futbolero: Modric, Figo, Rafa Márquez... Y una sensación: difícil, muy difícil que se le escapase a Rusia, a lomos del gran Medvedev, que redondeó una campaña fantástica en la que ha levantado su primer grande (US Open) y ha sido el jugador que más ha tuteado a Djokovic, sólidamente instalado a rebufo del serbio en la lista mundial. “Gracias por el apoyo, chicos”, se dirigió entre risas al público en el parlamento a pie de pista, después de haberse llevado silbidos el día anterior por una celebración retadora. Peculiar y genial, con sello propio, él es la punta de lanza del gigantesco éxito ruso.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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