Teresa Portela, el espejo para reflotar el piragüismo femenino
El grupo de deportistas de la Federación se traslada de Sevilla a Galicia para trabajar con la única medallista olímpica de aguas tranquilas
A sus 39 años, Teresa Portela sigue dando guerra en la piragua. Después de la plata olímpica en Tokio en el K1-200, en su sexta participación en unos Juegos, la palista gallega ha empezado a preparar la cita de París 2024, a la que llegaría con 42 años. Este ciclo olímpico no lo preparará sola. El grupo de piragüistas senior de la Federación se ha trasladado de Sevilla a Galicia para trabajar junto a la gallega (la única medallista olímpica de aguas tranquilas) y a su técnico, Daniel Brage. La idea es que Portela, 32 medallas entre Europeos y Mundiales, contagie con su trabajo e infinito espíritu de sacrificio al grupo senior formado por Begoña Lazcano, Laia Pelachs, Miriam Bega, Mireia Vázquez, Sara Ouzande y Carolina García. El grupo de las sub-23 se ha quedado en Sevilla.
El objetivo es a largo plazo, se trabaja con la idea de tener un equipo femenino competitivo para Los Ángeles 2028. Así lo explica Brage: “A corto plazo queremos conseguir que nuestras palistas sean competitivas en las pruebas internacionales importantes. A largo plazo buscamos mejorar el número de palistas que se clasificaron para los Juegos de Tokio [dos, Teresa Portela e Isabel Contreras]”. Y cuando se le pregunta qué espera de Portela, contesta: “Que no cambie, que mantenga la motivación y la dinámica deportiva que le han traído hasta aquí. Si quieren y se fijan en ella, el resto de las chicas del equipo podrán aprender mucho de lo que se debe y no se debe hacer”.
El piragüismo es el segundo deporte español con más medallas olímpicas (19), pero sólo cinco han sido conseguidas por mujeres: y en aguas tranquilas sólo la plata de Portela (Maialen Chourraut suma tres en aguas bravas). Mientras que en categoría masculina hay que hacer selectivos internos para hacer descartes por el altísimo nivel que hay, en categoría femenina sólo destaca la gallega. Los éxitos en Mundiales y Europeos han llegado, de momento, sólo en categoría sub-23.
Portela, que tiene su cuartel general en Galicia y trabaja a las órdenes de Daniel Brage, dice que para ella es una motivación extra entrenarse con un nuevo grupo de trabajo. “Llevo más de 20 años en la élite, entrenando y entrenando y entrenando… Y si siempre estás con el mismo entrenador y la misma gente, al final puedes caer en la monotonía. Va a ser positivo para mí y me ilusiona”. Cuenta que siempre buscó medirse a más piragüistas –meses antes de los Juegos se entrenó con una rival directa, la portuguesa que se llama y apellida como ella- para forzar un punto más. “Es necesario, porque si además están un punto por encima, te obligan a mejorar”.
La distancia y modalidad, K1-200, en la que Portela ganó la plata en Tokio el pasado mes de agosto, no estará en los Juegos de París. Allí habrá tres pruebas femeninas: el K1-500, el K2-500 y el K4-500. Y, recuerda ella: “Desde 2008 no hay una embarcación de equipo de chicas clasificada para unos Juegos”. Es complicado pensar que España clasifique tres barcos para París 2024. La idea es ir construyendo una base de trabajo para los siguientes.
Así lo recalca también Portela: “Tener a un nuevo grupo aquí para mí va a ser un estímulo. Desgraciadamente el K1-200 no estará en París, mi idea era centrarme en el K1-500 y empezar a aprenderme esa distancia, pero al haberse trasladado aquí el equipo, va a ser bonito. Es un reto difícil conseguir sacar un K2 o un K4 ahora para clasificarlo los Juegos; pero para los siguiente, por qué no”.
Portela, que estuvo en los Juegos de Pekín 2008 remando el K4-500 (terminaron quintas) fijó su cuartel general en Galicia. Varias veces, también en el anterior ciclo olímpico, la tantearon para liderar un barco de equipo. “Lo que pasa es que el equipo estaba en Sevilla, pero mi vida y mi cabeza ya no pasaban por marcharme de aquí como hace años cuando no tenía a Naira [su hija]. No era viable, tengo una niña escolarizada y no puedo”, cuenta.
Y añade: “Me lo comentaron de nuevo antes de los Juegos, pero yo estaba a lo que estaba y en mi mente tenía la fecha fijada del K1-200. Después de Tokio se me volvió a comentar la opción de que el equipo nacional viniera a entrenar aquí bajo el mando de Daniel…”. Y allí están. Este miércoles habrá presentación oficial. De Daniel Brage –técnico que siempre trabaja en la sombra y lejos de los focos- Portela destaca su inagotable capacidad de trabajo. “Su jornada no termina cuando salimos de aquí, siempre está mirando vídeos, cosas para mejorar. Una tiene que saber por qué está ahí y a qué está dedicando su tiempo y la razón por la que quiere conseguir las cosas y cómo. Por lo mucho que se implica Daniel, ya te obliga a ponerte al 120 por ciento. Aportará mucho a este grupo”.
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