Doble rotura de ligamentos, el ‘Himalaya’ del deportista
Carolina Marín sufre por segunda vez esta lesión que ha cortado muchas carreras, pero de la que varios profesionales consiguieron volver superando el miedo a la recaída
No hay consuelo posible para Carolina Marín. La vigente campeona olímpica de bádminton tendrá que pasar de nuevo por el quirófano para operarse de una rotura de ligamentos en la rodilla y se perderá los Juegos de Tokio de este verano. Tras sufrir esta lesión en la rodilla derecha en 2019, esta vez es la izquierda la que ha hecho crack y obliga a la española a echar el freno. Un doble desafío al que varios deportistas han tenido que hacer frente y no todos han logrado superarlo.
“El miedo existe cuando no confías en la rodilla. Hasta que no te sientes preparado entrenando, a base de caídas, de saltos, no puedes salir a jugar”, admite Sergio Asenjo, portero del Villarreal, curtido en superar roturas de ligamentos. A sus 31 años, el meta se ha levantado de 4 roturas (2010,2011,2015 y 2017), dos en cada rodilla. Su capacidad de recuperación se basa su fortaleza psicológica según aquellos que le acompañaron durante ese proceso. “Mentalmente es extraordinariamente fuerte. Al día siguiente de lesionarse ya estaba con la cabeza arriba y tenía ganas de empezar a trabajar para recuperarse”, recuerda Jordi Vives, readaptador del Villarreal.
Su caso es el extremo, pero lo cierto es que el fútbol es el deporte donde es más común ver este tipo de lesiones. Muchos nunca se recuperan de una rotura de ligamentos y son menos los que consiguen levantarse después de una segunda operación. Pues Sergio Canales ha conseguido superar tres de estas lesiones (2011, 2012 y 2015) y ahora es uno de los mejores centrocampistas de la Liga. Esta temporada, sus 8 goles y 6 asistencias le han convertido en el líder del Betis que vuelve a Europa. El Chimy Ávila ha sido el caso más reciente que hemos presenciado. El delantero argentino de Osasuna regresó este año 435 días después y tras encadenar dos roturas de ligamentos, una en cada rodilla.
Pero también hay otros deportistas de diversas disciplinas que han sufrido este infierno. En España se guarda el recuerdo de Raül López, jugador de baloncesto y miembro de la generación dorada de la selección. El base se rompió el ligamento de la rodilla derecha en dos ocasiones en su juventud, pero eso no le impidió dar el salto a la NBA para convertirse en el tercer español en jugar en la liga estadounidense tras Fernando Martín y su compañero Pau Gasol. En Utah Jazz, su club de destino tras dejar el Real Madrid, sufrió su tercera rotura, esta vez en la rodilla izquierda y tan solo pudo disputar 31 partidos entre 2003 y 2005. “Me tuve que reinventar y ahí me puse una coraza para apartarme de las expectativas que podía haber conmigo”, afirmó el jugador tras su retirada en 2016, con la medalla de plata de los Juegos de Pekín 2008 colgada al cuello.
En el balonmano, España tiene un ejemplo de superación en Nerea Pena. La navarra de 31 años se lesionó la rodilla en dos ocasiones en menos de un año y tuvo que perderse los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una situación similar a la que atraviesa ahora Carolina Marín. Pena no pudo formar parte del equipo que consiguió la medalla de bronce, su mejor marca en unos Juegos, pero reapareció en el siguiente torneo para lograr el subcampeonato en el Europeo de 2014. En el último Mundial en 2019, llevó a España a su primera final y actualmente es uno de los pilares de la selección.
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