Vachier-Lagrave tumba y alcanza a Niepómniachi

La gran seguridad en sí mismo de Ian Niepómniachi tras seis rondas impecables -líder claro, invicto, muy bien preparado- le llevó a repetir la Defensa Francesa, esta vez ante el francés Maxime Vachier-Lagrave, y ahí estuvo el origen de su derrota. Una idea estratégica muy profunda del galo en la 8ª jugada le dio una posición ganadora 20 movimientos después. Ambos pasan en cabeza el ecuador del Torneo de Candidatos en Yekaterimburgo (Rusia) con un punto más que el principal favorito, el estadounidense Fabiano Caruana, quien se enfrentará en la jornada siguiente a Vachier-Lagrave.

Repetir o no repetir una apertura o defensa en el mismo torneo es uno de los grandes dilemas que los ajedrecistas arrastran durante toda su carrera. Sobre todo, como en el caso de Niepómniachi, si uno es un gran experto en ella. El lado positivo de repetir es que el rival no va a aprender en unas horas de preparación ni la mitad del conocimiento acumulado por el especialista durante años de práctica. El negativo, sobre todo en el siglo XXI, es que el adversario puede prepararse con la ayuda de auténticos monstruos de silicio que calculan millones de jugadas por segundo.

Pero eso último no es lo importante en este caso concreto. Vachier-Lagrave estudió la partida que Niepómniachi empató con negras en la 3ª ronda con el ruso Kíril Alexeyenko, y tuvo una idea de enorme profundidad para mejorar la 8ª jugada del ruso: en lugar de un desarrollo normal de piezas, ganar espacio en el flanco de rey de cara a un posible ataque mucho más tarde. Para la inmensa mayoría de los aficionados, el gran valor de esa innovación solo se aprecia a toro pasado, visto el desenlace de la partida. Otra cosa es lo que ve el campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, quien -durante sus comentarios en directo para el portal Chess24- no tardó mucho en augurar que Niepómniachi iba a pasarlo mal.

Además de su magnífica racha y juego de gran calidad en las seis primeras rondas, tal vez había otro factor para el bienestar inicial del ruso y esa seguridad que le llevó a repetir la Defensa Francesa. El pasado diciembre, en el Gran Premio de Jerusalén, Niepómniachi logró la primera victoria de su vida sobre Vachier-Lagrave (sin contar las partidas rápidas) tras cinco derrotas y seis tablas; el francés ya no era su bestia negra.

Pero pronto se vio que Carlsen tenía razón. El problema no era psicológico, sino muy concreto: la posición negra era mucho peor de lo que aparentaba, sobre todo frente a un rival de la talla de Vachier-Lagrave, quien encontró además el plan preciso para que el supuesto búnker defensivo del ruso saltase por los aires. Es probable que un análisis profundo halle diversas maneras de mejorar el juego del perdedor, pero todo indica que esa variante concreta de la Francesa pasará a la lista de las que no se deben jugar con negras.

Las otras tres partidas (Caruana-Wang, Giri-Grischuk y Ding-Alexeyenko) fueron empates largos (está prohibido acordarlos antes de la jugada 40) y con algunos detalles de interés, pero sin mucha historia. La ronda siguiente, este jueves, promete bastante porque el triunfador de hoy se enfrentará con negras a Caruana, 2º del mundo. Y el otro favorito principal cuando empezó el torneo, el chino Liren Ding, casi descartado si no gana varias partidas seguidas, se las verá con su compatriota Wang, enemistado con él porque le acusa de favoritismo por parte de la Federación China.

Carlsen ha pronosticado hoy que para ganar el torneo harán falta 8,5 o 9 puntos. Dado que los dos líderes tienen uno más que sus perseguidores, y ninguno de ellos estaba en las quinielas como previsible vencedor, hay motivos para pensar que la segunda mitad del Torneo de Candidatos tendrá al menos tanta calidad y combatividad como la primera.

Clasificación: 1º-2º Vachier-Lagrave y Niepómniachi 4,5 puntos; 3º-6º Wang, Caruana, Giri y Grischuk 3,5; 7º-8º Ding y Alexeyenko 2,5.