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Niepómniachi noquea a Ding y se destaca, tras hacer 30 jugadas de memoria

El ruso llega al segundo día de descanso con un punto de ventaja sobre Vachier-Lagrave

Liren Ding se rinde ante Ian Niépomniachi en su partida de este lunes
Liren Ding se rinde ante Ian Niépomniachi en su partida de este lunesMaria Emeliánova/FIDE
Leontxo García
Yekaterimburgo (Rusia) -

El mérito de Ian Niepómniachi está fuera de discusión: se preparó a conciencia con ayuda de computadoras y programas muy potentes, y supo adivinar lo que Liren Ding iba a jugar. Además, la partida es magnífica. Pero victorias como esta -el ruso hizo al menos 30 jugadas de memoria- avivan el debate: ¿necesita el ajedrez cambios profundos? A falta de una ronda para la mitad del Torneo de Candidatos (ocho para el final), Niepo aventaja en un punto al francés Maxime Vachier-Lagrave, y en 1,5 al principal favorito, el estadounidense Fabiano Caruana. Ding queda casi descartado.

El gran error de Ding, 3º del mundo, claramente por debajo de su altísimo nivel habitual a pesar de la gran victoria sobre Caruana en la 3ª ronda, fue ser demasiado previsible. O, dicho de otra manera, porfió en un enfoque científico del ajedrez, en detrimento del deportivo: en lugar de sorprender a su rival con algo que este no pudiera esperar, se empeñó en demostrar la bondad de una extraña estructura de peones ya jugada antes por él, con peones débiles en d4 y d5. Es decir, prueba y error, cuando de lo que se trata es de ganar un Torneo de Candidatos, la antesala para ser campeón del mundo.

Y eso permitió que el ruso le aplicase el veneno que había preparado minuciosamente en su laboratorio, demostrando a su vez que ese esquema produce serios problemas para las negras. Todo impecable -y de mérito enorme, dada la cantidad de horas de trabajo que implica- desde un punto de vista puramente científico. Pero quien pretenda demostrar que el ajedrez también es un deporte, además de ciencia y arte, lo tendrá muy difícil si toma como ejemplo esta partida.

Niepómniachi durante la partida frente a Ding, en la que hizo las primeras 30 jugadas de memoria
Niepómniachi durante la partida frente a Ding, en la que hizo las primeras 30 jugadas de memoriaLennart Ootes/FIDE

Justo cuando Niepómniachi ya había dejado por fin de jugar de memoria, en el movimiento 32, cometió una pequeña imprecisión al explotar su ventaja. Los amigos inhumanos de los aficionados que seguían la partida en directo desde casa por internet mostraban en ese momento una de esas ideas que producen un respingo: Ding disponía de un recurso defensivo bellísimo, ajedrez de otro planeta, pero poco menos que imposible de ver para un ajedrecista de carne y hueso. El propio vencedor lo explicó después muy gráficamente: “Si Liren llega a hacerme esa jugada, hubiera pedido una investigación, acusándolo de hacer trampas con ayuda de computadoras”.

Olga Burtásova, entrevistadora oficial de los jugadores tras cada partida, preguntó a Niepómniachi si tras una victoria así se sentía como un artista o solo pensaba en el resultado práctico. El ruso optó por lo segundo, sin pensar. Ella insistió: ¿Y si hago la pregunta en general, no referida solo a este torneo? “No tiene sentido contestar a eso porque ahora solo pienso en ganar este torneo”. Tal respuesta indica algo muy positivo: Niepo, como todo el mundo le llama, está absolutamente centrado en el gran objetivo de retar con el título en juego al campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen. Pero un psicólogo quizá vería el deseo de esconder cierta inseguridad en una contestación tan tajante: el punto débil del ruso hasta ahora ha sido la inconsistencia en los resultados y un carácter algo inestable. Tiene ocho rondas para demostrar que ha corregido esas imperfecciones.

Tras el empate Wang-Vachier, que fue muy luchado e interesante, al igual que el firmado en la partida Grischuk-Caruana (Giri ganó a Alexeyenko tras más de siete horas), Burtásova preguntó al francés y al chino si cambiarían algo en su preparación en el caso de que su carrera deportiva empezase ahora: “Por supuesto. Ahora, con la influencia de AlphaZeroy el entrenamiento con programas como Leela, el entrenamiento no tiene nada que ver con el que yo hacía cuando empecé”, replicó Vachier Lagrave. Wang fue mucho más rotundo: “Si llego a saber que el ajedrez iba a ser como es ahora, me hubiera dedicado profesionalmente a otra cosa, quizá a las finanzas”.

Clasificación: 1º Niepómniachi 4,5 puntos; 2º Vachier-Lagrave 3,5; 3º-6º Wang, Caruana, Giri y Grischuk 3; 7º-8º Ding y Alexeyenko 2.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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