Sacrificio paralizante
El búlgaro Krum Georgiev realiza una entrega tan bella como original frente a un astro de la época
La fórmula del éxito se puede resumir (simplificando mucho) en talento más trabajo, si por éxito entendemos ser uno de los mejores jugadores del mundo durante años. Pero un gran talento puede ser suficiente para producir una o varias partidas de belleza extrema, merecedoras de ser incluidas en este Rincón de los Inmortales. Así ocurre con Krum Georgiev (Bulgaria, 1958; no confundir con Kíril Georgiev), de cuyo talento no puede haber duda alguna porque ganó a Gari Kaspárov en una partida de enormes complicaciones cuando él tenía 22 años y el futuro campeón, 17.
Sin embargo, la más bella de Krum es la que glosa este vídeo, frente al británico Tony Miles (1955-2001), uno de los poquísimos occidentales capaces de tumbar a las estrellas soviéticas en los años ochenta y noventa (murió a los 46 años), en el torneo de Creta de 1992. Fiel a su estilo muy creativo y de alto riesgo, Miles opta por una defensa muy heterodoxa, y Georgiev responde con una explosión de creatividad que le convierte en inmortal.
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