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Fernando Alonso: “Si vuelvo al Dakar será para ganar”

El expiloto de Fórmula 1, 13º en la general, debuta con nota en el desierto de Arabia Saudí aunque se ha dejado ver poco por el vivac

Fernando Alonso, en una reparación durante el Rally Dakar. En vídeo,sus declaraciones tras completar la carrera.Vídeo: GTRES / TOYOTA GAZOO RACING
Nadia Tronchoni

En solo dos días de competición Fernando Alonso ya comprendió lo que significaba correr el Rally Dakar. No hay competición de motor más extrema y más diferente de aquello a lo que está acostumbrado. Y aunque lo sabía, uno no lo asume hasta que lo vive. “Ha sido un reto personal, no hay nada más diferente de la Fórmula 1”, declaró al llegar a Qiddiya, el destino final. “Aquí no controlas nada, no hay nada previsible. En un circuito las vueltas son siempre iguales. Una carrera de Fórmula 1 no dura nunca más de dos horas, mientras que en una etapa del Dakar estás cinco o seis horas. Es una carrera masacrante, extrema desde el punto de vista del pilotaje”, explica su fisioterapeuta, Edoardo Bendinelli.

Dos días y Alonso arrancó de cuajo una rueda de su Toyota. El terreno estaba roto, había muchas piedras y grandes rocas. Y él todavía no controlaba a qué velocidad podía tomar cada tramo. “Yo quería vivir el Dakar con todos los extras y esto es parte de la experiencia”, dijo entonces.

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La experiencia fue completa tras superar la etapa maratón, dos jornadas en las que a la llegada al vivac en Shubaytah tras la primera especial tuvo que ingeniárselas junto a su copiloto Marc Coma. No estaba permitida la presencia más que a los competidores; los equipos, con sus mecánicos, cocineros o fisioterapeutas se habían quedado en Haradh. Y ellos, que habían vuelto a romper –el vídeo sobre las dos vueltas de campana que dio su coche al tomar a todo gas una duna cortada corrió como la espuma– vieron cómo se les echaba encima la noche. Por suerte, contaron con la ayuda de tres participantes que más que pilotos parecían mecánicos. Los integrantes del camión 550, liderados por el belga Dave Berghmans, acompañados en todo momento por el dos veces campeón de la Fórmula 1, sacaron la caja de herramientas –y el parabrisas de recambio– y dejaron el Toyota, de nuevo, listo para surcar más y más dunas.

Alonso completó la maratón con nota: tras su mala clasificación el día anterior, había tenido que salir en la posición 113 de vuelta a Haradh y acabó con el octavo mejor tiempo. Toda una gincana que vivió en esos 374 kilómetros de especial, un centenar de ellos con dunas, de nuevo cortadas y técnicas. “Las dunas han sido donde me he encontrado más competitivo”, apunta. Alonso, que ha demostrado que le sobra destreza para apurar las revoluciones del Toyota, adelantó aquel día a unos 60 coches y camiones para ceder 16 minutos ante el ganador del día, Peterhansel. No fue su mejor jornada, aunque quizá sí la más entretenida. “Fue un poco en modo Le Mans. Era un sin parar, en las dunas como no se levanta polvo puedes ir adelantando por la derecha y por la izquierda. Fue un poco salvaje lo que hicimos. Había gente que se atascaba en las dunas y había que buscar otros sitios para pasar sin saber cómo estaban. Fueron 48 horas enriquecedoras y sobre todo muy divertidas adelantando a tantos coches”, resumió.

El piloto asturiano ha cuajado un magnífico Dakar. No deja de ser un novato –con un copiloto igual de novato como Coma, aunque buen conocedor de una carrera que ganó en moto en cinco ocasiones–, que se ha colado en el top 10 hasta en ocho ocasiones. “Yo esperaba que ganara alguna etapa”, concedió el director del Rally Dakar, David Castera. También lo esperaba el propio piloto. Y estuvo cerca. Su mejor actuación llegó en la octava etapa, cuando terminó segundo, a cuatro minutos del ganador, Serradori. Al día siguiente, además, atrapó pronto al francés y abrió pista prácticamente durante toda la especial, tarea difícil que, a menudo, se encomienda a los mejores. Al final cedió 13 minutos ante Peterhansel, lo justo y necesario. “Me he sentido competitivo todos los días”, resumió al terminar el rally en 13ª posición, a 4h 42m 47s de Carlos Sainz.

La competición ha divertido al piloto –“Lo que más me ha gustado es la aventura en sí”, explica–. No tanto el entorno. Se le ha visto poco por los espacios comunes. El único día que se acercó al comedor del vivac fue el de la etapa maratón, pues no tenía otra opción que esa si quería cenar algo. Se recluyó en una esquina del comedor con Coma de la misma manera que el resto de días buscó cobijo junto a los suyos en la autocaravana que tenía en la zona ocupada por el equipo Toyota. Su amigo de la infancia, Alberto Fernández, más conocido como Galle, era el encargado de conducir la autocaravana entre etapa y etapa. Y de asistirle en todo cuanto necesitara. Galle y Bendinelli –quien pese al frío optó por dormir al raso, en su tienda de campaña, junto al vehículo del piloto–, se encargaron de proporcionarle a su amigo las mejores condiciones para sobrevivir al Dakar.

La estrella de esta edición del rally raid más duro ha comido casi cada día pollo con arroz blanco –“y alguna chocolatina como postre”, concede Bendinelli–, además de las barritas energéticas dispuestas en su vehículo para los tramos neutralizados de cada etapa. Llegó fuerte y sin pasar por la balanza pues le habían avisado de que el Dakar le hace a uno perder unos cuantos kilos. “Aquí cada pocos minutos cambian las condiciones del terreno o del pilotaje. Físicamente tienes que estar preparado para soportar todo eso, también para dejarte llevar ante las exigencias de la carrera”, apunta Edo. Para ello tenía Alonso a su fisio dispuesto para recuperarle al final de cada etapa.

La pregunta que le hacen ahora es si volverá. Él responde: “Si lo hago en el futuro será para ganarlo, para sumar una victoria importante en mi carrera. Tendré que pensarlo bien, prepararlo bien y tener el mejor equipo y el mejor vehículo”.

Por ahora solo piensa en las 500 Millas de Indianápolis.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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