Acuerdo en el fútbol femenino para modular la lista de compensación y evitar cantidades abusivas
La patronal y los sindicatos firman un mecanismo para limitar el dinero que pueden pedir los clubes por los derechos de formación de las jugadoras sub-23 que terminan contrato
La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) y los sindicatos han acordado este lunes modular la llamada lista de compensación, que fija la cantidad que un club español —los extranjeros están excluidos— debe pagar a otro por los derechos de formación de una futbolista sub-23 que termina contrato. Este apartado del convenio colectivo del fútbol femenino, firmado el pasado febrero —el primero en toda Europa—, puso el pasado verano a varias jugadoras en pie de guerra por las peticiones de dinero desorbitadas que hicieron algunos clubes para los estándares de este deporte. En el acuerdo, anunciado por el sindicato AFE, se establecen unos criterios para limitar estas cláusulas. El más relevante es la media salarial de los contratos de las deportistas durante su carrera.
La lista de compensación de la temporada pasada afectó a 17 jugadoras. Entre ellas estaban, por ejemplo, dos futbolistas del Levante: la delantera Eva Navarro, de 19 años, y la defensa Ona Batlle, de 21. En verano, el club granota pidió al Real Madrid medio millón de euros por la atacante, internacional ya con la selección absoluta y una de las perlas del fútbol español, cuando su cláusula de rescisión era de 50.000 euros. La cantidad, que excedía por mucho los límites del fútbol femenino —en 2019 este deporte movió 570.000 euros en traspasos, según el informe de la FIFA Global Market Transfer Report—, provocó que Navarro, durante semanas, se entrenase en solitario al haber terminado contrato pero no poder firmar por ningún club. Al final, torció su voluntad —fuentes cercanas a la jugadora afirmaban que quería fichar por el Madrid— y renovó con el Levante por una temporada más.
No pasó lo mismo con Ona Batlle, que también tuvo ofertas de equipos españoles pero eligió irse al extranjero, al Manchester United. La solución era la más sencilla para la defensa, también internacional con España, pues solo los clubes nacionales están obligados a hacer frente a la cláusula. Como en el caso de Navarro, el Levante también pedía por ella medio millón de euros. Además, ninguna de las dos se formó en el conjunto valenciano, al que llegaron en 2018, ya como profesionales.
El acuerdo al que han llegado este lunes la patronal de clubes y los sindicatos fue la apuesta de AFE desde el principio. El sindicato mayoritario en el mundo del fútbol lleva meses trabajando para establecer unos criterios de modulación en estas cláusulas que la Audiencia Nacional rechazó declarar nulas el pasado julio. Los clubes, además de atenerse al salario medio de las jugadoras a lo largo de su carrera, también tendrán que considerar otras variables para fijar una cantidad por los derechos de formación de las futbolistas, como los años de permanencia en el club, las participaciones como internacional o el número de partidos disputados. “A partir de estos momentos sólo se podrán exigir por parte de los clubes cantidades razonables en relación a la situación actual del fútbol femenino en Primera Divisón”, defiende AFE en un comunicado.
Las cantidades de la pasada lista de compensación iban desde los 10.000 euros que el Logroño pedía por Ana Velázquez hasta los 500.000 que solicitaba el Levante por Eva Navarro y Ona Batlle. El convenio colectivo del fútbol femenino español establece un mínimo de 16.000 euros anuales para las jugadoras con contrato a jornada completa y 12.000 a jornada parcial.
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