España se da un festín ante Moldavia (10-0)

Si hace dos meses España le metió nueve goles a Moldavia en Chisináu, este viernes en Madrid le calzó 10. La selección volvió a barrer a un rival muy inferior con una actuación coral durante todo el encuentro. El hambre de La Roja, un grupo con jóvenes talentosas que ganaron campeonatos europeos en categorías inferiores y jugadoras ya consolidadas en la élite del fútbol, quedó plasmada cada vez que las moldavas encajaban un tanto. Todas las veces que el país del este de Europa sacó de centro, las jugadoras de Jorge Vilda esprintaban al unísono hacia campo contrario como si les fuera la vida en ello. Las moldavas, incapaces de dar tres pases seguidos, quedaron desbordadas. Solo dos veces cruzaron con el cuero la mitad del terreno de juego. La portera Lola Gallardo, que no necesitó hacer una sola parada en los 90 minutos, observó desde el balcón del área el show de sus compañeras en la noche gélida de Las Rozas, en la que España dio el penúltimo paso que necesita para estar en la Eurocopa de Inglaterra 2022. Un empate en Madrid el próximo martes ante Polonia —segunda de grupo con 14 puntos, dos menos que la selección— es suficiente para alcanzar el torneo continental.

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No había dudas de la diferencia entre ambas selecciones después del partido de ida. Ante esa brecha oceánica, Jorge Vilda optó por remozar el once con un ramillete de jóvenes, seis de ellas (Aleixandri, Batlle, Bonmatí, Guijarro, Mariona y Nahikari) de 24 años o menos. Tiene futuro la selección, aunque las que gobernaron el encuentro desde el inicio fueron Jenni Hermoso y Alexia Putellas, sus dos piezas totémicas. Al resto de pretorianas, como la capitana Irene Paredes y las defensas Marta Corredera, Leila Ouahabi o Mapi León, les tocó banquillo ante el choque del martes ante Polonia, que pidió el jueves a la UEFA el aplazamiento del partido por un brote de coronavirus —tiene al menos siete jugadoras contagiadas—.

No había pasado ni un minuto y España, que jugó este viernes con tres defensas (1-3-3-4), ya tuvo su primera ocasión. Un suspiro después, Aitana Bonmatí inauguró el marcador tras un centro de Alexia Putellas. Con el centro del campo del Barça —Patri Guijarro, Putellas y Bonmatí—, La Roja monopolizó el encuentro y escondió el balón de esquina a esquina a Moldavia. No hubo un remanso de paz para las visitantes, que cada vez que tuvieron la pelota sufrieron la presión asfixiante de las de Jorge Vilda. Aupada en campo contrario, con las tres defensas sobre la línea de cal de la divisoria, La Roja robó el cuero una y otra y otra vez. Sin estadísticas de la UEFA que corroboren el porcentaje de posesión, la sensación fue avasalladora. En tiros, por ejemplo, 23 a 0 en todo el encuentro. Con tal diferencia, en la primera parte cayeron seis goles, pero pudieron ser más: Putellas estrelló dos balones en el palo y Munteanu salvó dos manos a manos.

Nunca encontraron las moldavas el remedio ni el balón, sin físico ni recursos defensivos para frenar a España. Putellas repartió otras dos asistencias en el primer tramo, dos pases a Jenni Hermoso. Mariona, que partió siempre desde la izquierda hacia el centro, marcó el cuarto tanto en un penalti que ella misma forzó. Antes del descanso, otros dos goles: la propia Mariona se encargó de asistir a Bonmatí y Prisacari anotó en propia puerta.

El morral de goles aún engordó más en la segunda mitad, en la que Jorge Vilda hizo debutar a la gallega Teresa Abelleira en su tercera convocatoria con la selección. También volvió a jugar Eva Navarro, la primera vez desde su fichaje por el Manchester United, y se estrenó con La Roja al marcar el noveno tanto, que llegó en el minuto 84. Antes habían anotado Putellas y Guijarro. En el minuto 87, Jenni Hermoso puso el broche al partido y celebró la nominación que le concedió la UEFA hace dos días al seleccionarla como candidata a mejor jugadora del año con otras diez futbolistas más: marcó su tercer gol, de penalti, y ya suma 36 tantos con la selección, a solo dos del récord de la gallega Vero Boquete. La selección se queda a centímetros de la Eurocopa y ella, a un suspiro de ser la mayor artillera española de la historia.