Nole y la fortaleza mental de Rafael

Hoy a las tres de la tarde nos espera un apasionante partido entre los dos mejores jugadores del mundo, Novak Djokovic y Rafael. El uno y el dos, respectivamente.

El serbio fue el último en acceder a esta ronda final después de derrotar a Stefanos Tsitsipas, tras un duro y vibrante partido. Disfrutamos momentos de gran brillantez en los que quedó patente la gran evolución y el enorme espíritu de lucha del jugador griego, quien logró remontar una desventaja de dos sets a cero. Lástima que en el quinto y último parcial se apartara de la táctica que le había permitido poner en graves aprietos a Nole. Desconozco el número de dejadas que hizo, pero el balance en esta faceta le fue muy desfavorable.

A mí, particularmente, me sorprendió que usara y abusara tanto de este golpe viendo la escasa rentabilidad que le producía. Entiendo que desde su box le dirían algo al respecto. En todo caso, o bien no fue así, o bien hizo caso omiso. A mi entender, esta fue la causa del claro 6-1 del quinto set.

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Muchas de las valoraciones que he leído se han centrado en analizar toda una serie de circunstancias que agradan más a Djokovic y lo dan como favorito. Entre ellas está la de uno de sus entrenadores, Goran Ivanisevic, quien ha argumentado que tanto las condiciones de la pista como el estado del cuerpo y la mente de su jugador dejan sin posibilidades a Rafael.

Es cierto que las nuevas bolas, más pesadas, son una dificultad añadida para mi sobrino, que necesita un bote más vivo y, en cambio, le resultan beneficiosas al serbio, que puede golpearlas a placer a más baja altura. En este sentido, Rafael se verá con muchas más dificultades para desbordarlo y deberá recurrir, a mi entender, a ataques mucho más pacientes y a cerrar más jugadas en la red.

Es verdad, también, que la tierra en esta época mucho más fría del año absorbe más la humedad y añade pesadez al juego. Y es verdad, asimismo, que Novak llega con más partidos jugados al haber iniciado su vuelta un mes antes que Rafael, cuando participó en la gira norteamericana.

Pero también lo es que Rafael es el mejor jugador de la historia sobre tierra batida, que ha levantado ya 12 Roland Garros y que en las dos semanas de competición parisina ha logrado alcanzar un nivel, el que vimos en la semifinal (exceptuando algunos momentos de despiste en la tercera y definitiva manga), que se acerca a la mejor versión de la que es capaz en esta superficie. Aunque lo que me otorga confianza en él es saber que su mejor característica, quizás la que le ha llevado a ser el que es hoy día, es su enorme fortaleza mental y la increíble facultad de darle la vuelta a situaciones que lo llevan al límite.

Es verdad que soy su tío, y su exentrenador, pero no soy nada dado al autobombo y al autoengaño. Creo que Rafael es el mejor de la historia en capacidad de superación, en pasión y en elevar su juego a la máxima expresión en el momento necesario, que es siempre el más complicado. Pienso que veremos, una vez más, a Rafael levantar el trofeo después de un bello y emocionante duelo entre dos grandes campeones.