Un espléndido CSKA le da un baño al Barça
El equipo azulgrana, un coladero en defensa y errático en ataque, pierde su primer partido en el Palau
El CSKA de Moscú transformó la imagen rutinaria y perdedora de sus dos últimos partidos en la Euroliga y le dio un baño impresionante al Barça (67-96). Finalizado el tercer cuarto, el equipo ruso dominaba por 26 puntos (50-76). Había protagonizado una exhibición como pocas veces se recordaba en un equipo visitante en el Palau Blaugrana. El CSKA arrasó con un juego muy bien engranado, con un festival de asistencias, con una eficacia extraordinaria en los triples y una capacidad de desborde en los unos contra uno, casi siempre resueltos en su favor.
BARÇA, 67; CSKA MOSCÚ, 96
Barça: Hanga (10), Higgins (4), Smits (4), Mirotic (19), Tomic (0) –equipo inicial-; Davies (19), Pau Ribas (0), Pustovyi (0), Oriola (4), Abrines (0), Delaney (5) y Kuric (2).
CSKA Moscú: Hackett (9), Strelnieks (10), Kurbanov (12), Hines (12), Voigtmann (10) –equipo inicial-; Bolomboy (6), Mike James (12), Antonov (2), Vorontsevich (8), Hilliard (13) y Baker (0).
Parciales: 20-18, 18-33, 12-25 y 17-20.
Árbitros: Ryzhyk, Borys y Horzov.
Palau Blaugrana. 7.002 espectadores.
Strelnieks, Hackett y Mike James, que no compareció en el quinteto titular, pero que irrumpió como una exhalación, le dieron la iniciativa en el ritmo de juego a su equipo, sobre todo a partir de un segundo cuarto electrizante, en el que pusieron tierra de por medio.
El Barça perdió mucho más que su primer partido esta temporada en el Palau. Pesic empezó a verlo torcido desde los primeros minutos, cuando nada hacía presagiar semejante naufragio. No le complació la puesta en acción de Tomic, y lo cambió. No le gustaron las dos faltas rápidas ni la forma en que Abrines intentó frenar sin éxito a Hilliard. Y lo sentó, aunque todavía no había llegado a los dos minutos en la cancha. Kuric tampoco estuvo acertado en el tiro y Cory Higgins jugó muy por debajo de su nivel habitual. Pesic recurrió a Pau Ribas para contener la superioridad que Hackett y James le daban al juego del CSKA. Pero, mientras que Voigtmann, James y Hilliard hacían olvidar las dos últimas derrotas seguidas de su equipo, ante el Baskonia y el Real Madrid, el Barça no conseguía afinar la mirilla.
El equipo azulgrana acabó de hundirse en el tercer cuarto y en el último concedió alguna canasta tan fácil que volvió a oírse algún pitido de desaprobación entre la afición del Palau, algo que no sucedía hacía mucho tiempo. No fue a más. Las 24 asistencias retratan el buen funcionamiento colectivo del CSKA, que además se repartió tanto los puntos que su máximo anotador fue Mike James con solo 14. El desacierto del Barça quedó reflejado tanto por el marcador como por su inferioridad en el rebote (24-32) y, sobre todo, su nefasto porcentaje en los triples, con un 2 de 18 (11%). Solo Davies y Mirotic, con 19 puntos cada uno, dieron algún que otro problema a un CSKA infinitamente superior.
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