Deck afila al Real Madrid ante el CSKA
En su primera gran faena continental, el argentino (17 puntos, 11 rebotes, seis asistencias y 33 de valoración) derriba la resistencia del campeón de Europa
En su versión más robusta y canchera, reforzando su plus de argentinidad, el Real Madrid se impuso al CSKA y logró su séptimo triunfo en 10 jornadas de la Euroliga. Los blancos acabaron con la resistencia del campeón de Europa con un Campazzo voraz (18 puntos y seis asistencias) y un Deck determinante (17 puntos, 11 rebotes, seis asistencias y 33 de valoración), Llegó al Madrid con 23 años, en el verano de 2018, después de ganar la Liga de las Américas con San Lorenzo de Almagro como mvp del torneo, su primer gran hito en una carrera forjada desde la humildad. Su timidez rozaba el retraimiento y su porte sereno se empañaba en desmentir el cartel de Nocioni en potencia que le colocaron en su puesta de blanco pero, un año después, y después de alcanzar el subcampeonato del mundo con Argentina, el pibe de Colonia Dora, el Tortuga como le conocen, comienza a despuntar. El Madrid ha encontrado un filón. En su primera gran faena continental, Deck afiló el ataque y hormigonó la defensa del conjunto de Laso para protagonizar una victoria tan trabajada como estratégica en mitad del maratón de entreguerras. Por segunda jornada consecutiva y con la ventaja de disputar todos los encuentros en casa, hubo pleno de victorias de los equipos españoles. El Barça es líder (8-2) y los madridistas son terceros.
Salió tan pendiente el CSKA de Tavares, que dejó demasiadas puertas abiertas en defensa. Lo aprovechó Deck, con poco ruido y muchas nueces. No quería Itoudis que los más de 20 centímetros de diferencia a favor del caboverdiano en su emparejamiento con Hines fueran un lastre y, sin embargo, en su intento de compensar la desventaja, condicionó para mal la puesta en escena de su equipo. El Madrid aprovechó a Tavares como arma de distracción masiva y se desató con un 9-0 de parcial en los primeros dos minutos. La ráfaga requería un tiempo muerto de los visitantes para repensar el plan y, en el corrillo del conjunto ruso, acertaron con los reajustes. En la reanudación del juego, Hines le sacó dos faltas consecutivas a Tavares que le enviaron al banquillo y lideró el reenganche de los rojos con un 2-11 de vuelta. Presentadas las credenciales, los dos clubes más laureados de Europa se lanzaron a un trepidante intercambio de golpes.
Esprintó de nuevo el Madrid con Deck como sustento, arropando primero a Campazzo y más tarde a Llull. El dominio del rebote permitió a los blancos sentirse cómodos y correr a campo abierto (27-19, m. 11). Pero reaccionó a lo grande el CSKA impulsado por James y, sobre todo, Voigtmann, con 12 puntos en ese tramo (28-31, m. 14). Sin el lesionado Clyburn, Itoudis pierde a su cañonero más acreditado pero, en la búsqueda de soluciones, su pizarra se vuelve más imprevisible. Strelnieks se sumó a la lista de protagonistas episódicos en la que se consolidó Voigtmann (17 de los 29 puntos de su equipo en el segundo cuarto) y el acierto desde el perímetro (7 de 11 al descanso, 63,6%) reforzó la apuesta rusa. Sin embargo, con tres triples de Rudy, algún destello de Randolph, la visión periférica de Campazzo y la firmeza de Deck, el Madrid aguantó el envite sin holgura pero con solidez (52-48, m. 20).
Todo a pesar de tener una rotación magullada. Sin Mejri ni Felipe, Thompkins está aún en busca del tacto que perdió en su ostracismo, Laprovittola no tiene carrete continental y la aparición de Garuba no inquietó a la rocosa tropa rusa. Pero Causeur se esmeró en cumplir como relevo de Taylor en el quinteto inicial, en la contención de Hackett y Strelnieks y hasta en la aportación en ataque a la vuelta de los vestuarios. Con dos canastas consecutivas del francés y el tercer triple de Randolph, el Madrid ensayó un demarraje serio en el tercer cuarto (61-48, m. 24). Otro parcial de 9-0, como al inicio del partido, pero esta vez con la lección aprendida para conservarlo. De nuevo con un Deck excelso, en la brega y la finalización. El Madrid estiró la cuerda con cuatro puntos más del argentino (66-51, m. 26) mientras Itoudis buscaba otro Voigtmann que le sacara del atolladero. Esta vez no apareció. Remó el CSKA con orgullo, pero Rudy, Campazzo y, sobre todo, Deck amarraron la victoria blanca. El Tortuga asomó la cabeza como nunca. Después de lucir sangre fría con la canasta ganadora en el Buesa Arena ante el Baskonia en Liga llegó su primera faena de puerta grande en el Palacio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.