El Barça impone su ley en el clásico: 6-1

Era el duelo señalado en el calendario, el encuentro que medía a los dos mejores equipos de la Primera Iberdrola, también el reclamo ideal para atraer al aficionado a una Liga que está más al alza que nunca. Y en el Estadi Johan Cruyff el Barça mostró una aplastante superioridad sobre el Atlético, campeón de las tres últimas Ligas, con un 6-1 demoledor. La tiene tomada la medida el conjunto azulgrana al rojiblanco, que solo perdió dos partidos en el último campeonato (ningún empate), los dos ante su gran rival, aunque finalmente la Liga fuera de nuevo para el Atlético.

Fue el equipo madrileño, el que golpeó primero. Con una defensa adelantada, el Atlético estrechaba las líneas y los espacios para presionar, empecinado en que el Barça no saliera desde la raíz. Y funcionó de inicio porque en una transición defensa-ataque a la velocidad de la luz, Robles dobló por la derecha y sacó un centro raso al primer palo, donde apareció Sampedro para puntear el esférico y colárselo bajo los brazos a Paños.

Un tanto que resultó ser de paja porque desde ese instante el Barcelona se apoderó del balón y del encuentro. Sobre todo porque cuenta con un recurso inagotable como Oshoala, una abusona en toda regla por sus condiciones físicas y porque el técnico del Atlético no varió su propuesta de la defensa adelanta. Metros y jauja para la nigeriana, mucho más rápida y fuerte que sus parejas de baile hasta el punto de que para llegar a la portería rival alcanzaba con filtrarle un pase a la carrera. Otra cosa es que las embocara porque si tuviera un poco más de calidad pasaría de ser una gran expectativa a una fabulosa realidad.

Lo intentó con una asistencia de Alexia, pero Tounkara se la sisó a tiempo. Repitió con otro pase de Graham, pero se enredó. Y recibió un tercero de Marta y ya no perdió la posición porque cuando se le cruzó Tounkara, lo hizo con las manos por delante y cometió penalti. Jenni Hermoso engañó a Gallardo e hizo gol, un empate efímero porque los goles se sucedieron como un goteo incesante. Más que nada porque el Atlético no sabía cómo defender el fútbol de toque capitaneado por Jenni Hermoso en la zona de creación y menos detener las carreras de Graham por la derecha o las diagonales de Mariona por la izquierda, tampoco esos centros al área. Lo intentaron con remates Alexia y después Oshoala, que tras una jugada sensacional de Graham envió el balón al larguero cuando lo difícil era fallarlo, pero para su fortuna Mariona nunca se rinde y llegó a tiempo para despegarse del rival de una vez por todas. Mérito que Graham repitió con un centro al área y que Robles se coló en su propia portería.

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Intentó poner su punto de rebeldía Ludmila para el Atlético, también con una velocidad endiabla y potencia de disparo. Pero le faltaba el balón, las ocasiones, un ecosistema que le favoreciera como a Oshoala, que después envió uno a las nubes y otro lejos de la base del poste, pero también hizo diana en otros dos con un disparo desde fuera del área y con remate cruzado ante la salida de Gallardo, previo pase, claro, de Graham. Festival de la noruega, que regaló otro pase de la muerte que se metió Meseguer en propia puerta, ya con Tounkara expulsada por doble amonestación. Oshoala y Graham fueron demasiado para ella y todo el Atlético. La ley del clásico es azulgrana.