Aduriz, goles al doblar la esquina de la treintena
El héroe del Athletic frente al Barça, ha conseguido marcar más en LaLiga después de los 32 años que antes
Aritz Aduriz vio bajar la pelota centrada por Ander Capa, se perfiló, y en el momento justo dio ese salto acrobático que se ha visto en medio mundo. Desde el suelo observó la trayectoria de la pelota, se levantó raudo y corrió hacia un córner. Allí levantó la vista. En el segundo anfiteatro estaban su mujer y sus dos hijas. Lanzó un par de besos, abrió los brazos con la vista puesta en ese lugar; después de ser estrujado por sus compañeros, de pegar un grito al abrazarse con Raúl García, volvió la mirada hacia su familia y de nuevo lanzó media docena de besos más a sus niñas. Tiene la pinta de que todos los minutos que juegue Aduriz esta temporada, la de su despedida, los va a tratar de disfrutar al máximo.
Será por las dudas que se generó a sí mismo la temporada pasada. El veterano jugador rojiblanco se planteó dejar el fútbol, porque las sensaciones no habían sido las mejores. “Estaba amargado por una mala temporada, por culpa de las lesiones, pero no quería echar el telón así”, aseguraba el día que firmó su última renovación. “He tenido muchísimas dudas, no he estado a un nivel competitivo suficientemente bueno para ayudar, no me sentía bien, sino bastante responsable, me surgían las dudas. No ha sido fácil. Querían que terminase la Liga y tomar una decisión”. Pero le quedaba ese orgullo de marcharse de otra forma. “Puedo mejorar físicamente”, prometió, “estoy capacitado para aportar muchas cosas en el campo y lo que se requiera de mí para el club, haré todo lo que sea necesario”.
El viernes empezó a despedirse a lo grande, con una edad inusual, 38 años. Acabará el campeonato con 39, y convirtiéndose en el segundo veterano, mayor de 33 años, con más goles en la historia de LaLiga. Sólo Pancho Puskas, que sumó 112 goles una vez cumplida esa edad, le supera. El viernes, Aduriz alcanzó a Alfredo Di Stéfano en este apartado (78). Con uno más estará por encima del mítico jugador madridista.
“No te retires, por favor”
Aduriz, que el sábado se entrenó en Lezama con sus compañeros, causa admiración entre sus colegas. A la petición de Soldado, exinternacional y hoy ariete del Granada — “no lo dejes nunca”—, se sumó otro consumado goleador. El colombiano Radamel Falcao, escribía en su cuenta de twitter: “Que golazo acaba de hacer Aduriz. No te retires por favor”. Lo mismo sugirieron los comentaristas de Sky Sports: “Una tijera perfecta envió a los de San Mamés al éxtasis... no te vayas Aduriz...”, aunque el donostiarra no dará el paso atrás en su decisión. No podrá alcanzar al goleador más longevo del campeonato, Donato (con 40 años y 138 días), ni a César (39 años y 279 días) o Di Stéfano (39 años y 231 días), aunque con 38 años y 186 días podría superar a Ben Barek (38 años y 363 días) y Puskas (38 años y 233 días).
En el Athletic, es con mucho, el jugador que más goles ha marcado después de superar la treintena: 149. El siguiente, a bastante distancia, es Zarra, con 64 y después está Urzaiz, con el que coincidió en el equipo, que marcó 61, pero tal vez el dato más significativo de la trayectoria del futbolista rojiblanco es que su capacidad goleadora se ha incrementado con el paso de los años. Desde que regresó al Athletic, superada la barrera de los 32, el delantero referencia del equipo bilbaíno ha sumado 133 goles en Primera División. Antes de esa edad, y tras debutar en el club rojiblanco en la temporada 2002/03 con 21 años –jugó sólo un partido–, marcó 88 goles en la máxima categoría, con las camisetas del Athletic, el Mallorca y el Valencia. Antes, en el filial del Athletic en Segunda B, en el Burgos, en la misma categoría, y en el Valladolid en Segunda, sumó 54 tantos.
En toda su trayectoria, Aduriz ha marcado 275 goles en competición oficial, de Segunda B a Primera; en Copa y en torneos europeos. Con 35 años, ante el Genk, en la fase de grupos de la Liga Europa, sumó su mejor registro. Marcó los cinco goles del Athletic en el 5-3 final, justo el día que nacía su segunda hija, a la que el viernes saludaba en San Mamés, el mismo escenario en el que cuatro años y dos días antes de la chilena frente al Barça, le había hecho su último hat-trick, precisamente a Ter Stegen, con el que se abrazó el viernes en la despedida. Una despedida por todo lo alto, como por todo lo alto voló Aduriz en su golazo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.