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Sarri deja el Chelsea para ser el nuevo entrenador de la Juventus

El técnico italiano abandona Londres después de solo una temporada en la que alcanzó el título de la Europa League, su único gran triunfo como preparador

Diego Torres
Maurizio Sarri, con la copa de la Europa League conquistada por el Chelsea el pasado 29 de mayo.
Maurizio Sarri, con la copa de la Europa League conquistada por el Chelsea el pasado 29 de mayo.KIRILL KUDRYAVTSEV (AFP)

La Juventus hizo oficial este domingo la contratación de Maurizio Sarri hasta 2022. El técnico que releva a Massimiliano Allegri, quíntuple campeón consecutivo de la Serie A, rescindió su contrato con el Chelsea previo pago de dos millones de euros de indemnización. El club de Londres explicó que Sarri alegó la necesidad de cuidar a sus padres ancianos para forzar su regreso a Italia. El hombre recibió la noticia del acuerdo tripartito en su casa de vacaciones en San Benedetto del Tronto, en la costa del Adriático. La noticia cerró un círculo inesperado en la historia del fútbol italiano.

Hijo de un militante comunista, esforzado lateral en su juventud, empleado de la banca Monte dei Paschi y entrenador diletante antes de progresar en una sinuosa sucesión de clubes modestísimos, el fichaje de Sarri por la Juventus, símbolo del poder establecido futbolístico italiano, rompe los esquemas de sus propios seguidores. A sus 60 años, su trayectoria de banquillos registraba una lista sombría a lo largo de ocho categorías distintas hasta que llegó al Napoli en 2015: Antella, Valdema, Tegoleto, Sansovino, Sangiovannese, Pescara, Arezzo, Avellino, Hellas Verona, Perugia, Grosseto, Alessandria, Sorrento y Empoli.

Su espíritu revoltoso, su cuidada imagen de representante del proletariado provinciano, y el fútbol atrevido que propone, le valió un culto. Surgió el sarrismo, término ya recogido por la Enciclopedia Italiana de las Ciencias, las Letras y las Artes, popularmente conocida como la Treccani. "Sarrismo", reza la entrada; "dícese de la concepción del fútbol propugnada por el entrenador Maurizio Sarri, fundada en la velocidad y la propensión ofensiva; por extensión, la interpretación de la personalidad de Sarri como expresión sanguínea del alma popular de la ciudad de Nápoles y de su afición.

El sarrismo estaba vivo en Nápoles hasta hace poco. La noticia de que el profeta ha desembarcado en el club de la extrema oposición puede desencadenar una ola de desencanto. La Juventus anunció la temida noticia con un comunicado: “Después de haber alzado su primer título continental [la Europa League] ahora Maurizio Sarri regresa a Italia, donde ha entrenado durante toda su carrera, hecha la excepción de la experiencia inglesa terminada. Y desde hoy, y por los próximos tres años, dirigirá la Juventus”.

En otro comunicado, este del Chelsea, el equipo inglés ha explicado que tras la victoria en la final de la Europa League, Sarri expresó a los directivos del club su deseo de finiquitar el contrato que les unía por dos temporadas más y regresar a su país porque, alegó, quería estar cerca de su familia, especialmente de sus padres, ya mayores.

El próximo curso, Sarri tendrá como objetivo primordial levantar la Champions League, competición de la que este año cayó el equipo de Cristiano Ronaldo en los cuartos de final contra el Ajax de Ámsterdam, que le derrotó sorpresivamente por 1-2 en su estadio.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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