Larkin arrolla a Obradovic
El Anadolu Efes, impulsado por la actuación estelar de su base, disputará la primera final de la Copa de Europa de su historia tras imponer su vigor ante un Fenerbahçe achacoso
El Anadolu Efes de Estambul disputará en Vitoria la primera final de la Copa de Europa de su historia tras imponer su vigor y pujanza ante un Fenerbahçe achacoso. No les bastó a los actuales subcampeones con el librillo del tótem Obradovic para sobrevivir a un vendaval liderado por Larkin (30 puntos, siete rebotes y 43 de valoración) y Micic (25 puntos y 27 de valoración), la pareja de moda del equipo revelación. Las dos piezas más afiladas de la flamante reconstrucción que emprendieron el pasado verano los azules tras finalizar colistas la liga regular de la 2017-2018. En Vitoria, la tropa de Ataman opositará a convertirse en el Maccabi de 2014 tras dominar sin agobios el duelo de punta a punta.
Una tempranera ráfaga de triples, uno de Moerman y dos de Larkin, permitió al Efes plantarse con firmeza en el Buesa Arena y anticipar el desenlace. Antes de que cuajara la puesta en escena del cuadro de Ataman, Obradovic miró al banquillo y dio salida rápida a sus dos estiletes principales, Sloukas y Vesely. Y la aparición del pívot checo, duda hasta última hora para disputar la semifinal, y del base griego atajó la efervescencia de los azules y dinamizó al Fenerbahçe. Con el nuevo equilibrio de fuerzas se estrechó el marcador en un santiamén hasta que el propio Sloukas cerró el primer asalto con un triple que dio la ventaja a los suyos (20-19, m. 10). Un espejismo sustentado en el orgullo pero vacío de juego.
En el duelo de aficiones, el Fernerbahçe ganaba de calle, 3.000 frente a 500 del Efes, casi imperceptibles entre la marea amarilla. Pero, en la pista, los de Ataman no acusaron su inexperiencia en el baile.
Micic tomó el relevo anotador y construyó un parcial de 2-10 en los tres primeros minutos del segundo cuarto que obligó a Obradovic a leer de nuevo la cartilla a sus jugadores. Sin Datome ni Lauvergne y con Kalinic también entre algodones, la responsabilidad, el liderazgo y los puntos se repartieron como nunca en el Fenerbahçe. Pero la aportación gremial no alcanzó nunca para compensar la inferioridad en el rebote (25-43) y el dominio abrumador de Larkin (11 puntos, seis asistencias y 21 de valoración en sus 14 primeros minutos en pista).
Un tres más uno de Anderson antes del viaje a vestuarios consolidó el mando del Efes. El paso de los minutos reveló el choque de un grupo magullado y asimétrico por efecto de las bajas frente a otro pletórico de energía y confianza. Siguió martilleando Larkin en la reanudación; continuó remando el Fenerbahçe exprimiendo las fuerzas de Vesely. Ganó la vibrante inercia azul.
La resistencia resabiada de Obradovic estiró durante un tramo la intriga con unos márgenes abarcables en el marcador. Sin embargo, en las sensaciones sobre la pista la brecha era cada vez mayor. El reto del Fenerbahçe era agarrarse al partido como a un clavo ardiendo para imponer su experiencia en un desenlace sobre el alambre, pero el Efes olió la debilidad de su enemigo y forzó la máquina para romper definitivamente la semifinal.
Del 53-57 del minuto 25 se pasó a un 55-68 cuatro más tarde. Una jugada de playground de Larkin coronó el 2-11 de parcial y dejó grogui a los de Obradovic antes de entrar en la recta de meta. Era el punto 22 del base de Cincinnati, que en 2016 llegó a Europa de la mano del Baskonia y el pasado verano, tras cerrar con Boston su segunda etapa en la NBA, lideró la lista de lustrosos fichajes del Efes para reconstruir a lo grande un proyecto tocado tras quedar colista en la pasada edición de la Euroliga. Del farolillo rojo a la final en solo un año. La primera final para un club que tras disputar la Final Four de 2001 y de la Suproliga en 2001 no había vuelto a estar entre la élite europea.
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