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Muere Héctor del Mar, el hombre de los goles interminables

El locutor se hizo célebre por su peculiar manera de narrar partidos de fútbol y por los motes que ponía a los jugadores

Héctor del Mar, en abril de 2013.
Héctor del Mar, en abril de 2013.DIARIO AS

Juanito, o el Supersónico, lo mismo da, filtró el pase a Cardeñosa, también llamado el Flaco, y el centro de este lo remató en el segundo palo Rubén Cano, alias el Pescador, con inusitada precisión, golpeando el balón no se sabe bien cómo ni con qué. Durante 30 interminables segundos Héctor del Mar (Buenos Aires, 1942) gritó un gol inacabable, celebrando que aquel triunfo daba a España el billete para el Mundial de Argentina. Corría el 30 de noviembre de 1977. Nunca un gol duró tanto en este país.

Ese día nació la leyenda de quien fue llamado “el hombre del gol”, un alias para el rey de los alias. Héctor del Mar debutó como narrador radiofónico en 1976, en un partido del veraniego torneo Teresa Herrera. Se enfrentaban el Real Madrid y el Peñarol y el equipo blanco goleó a su rival (5-2). Dos de aquellos tantos llevaron la firma de Santillana, que aquel día recibió por vez primera el apodo del Puma en la voz del locutor. Vinieron más, muchos más. Cámara lenta Del Bosque, Tarzán Migueli, Algarrobo Arteche, Pantera Rosa Sarabia, Ikerman Casillas, Pulpo Arconada, Hacha brava Gregorio Benito, Vendaval Quini, Bosanova Dirceu, hasta llegar al más famoso, que aún se conserva en el imaginario colectivo: Pelusa Maradona, el más reconocido a nivel mundial de una lista interminable.

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Para cualquier futbolista de la época, ser moteado por Del Mar era un privilegio. Eso sí, siempre tuvo debilidad por su futbolista favorito, al que se refería con sus nombres, apellidos y alias al completo: José Miguel González Martín del Campo Fenómeno Míchel. Sin abreviar y sin respirar. De la primera a la última letra.

Comenzó su carrera en Radio Argentina, donde con 21 años realizó el programa Disculpe, soy joven. Pasó por otros canales, también de televisión, además de hacer incursiones en el teatro. En diciembre de 1972 llegó a España con el propósito de realizar doblajes de películas para la RAI, pero pronto claudicó a la tentación de la radio. Se estrenó en Radio Centro, donde coincidió con Pepe Domingo Castaño y Pepe Cañaveras, además de colaborar con el diario Pueblo. A continuación pasó a Radio España, hasta que en 1976 llegó a la Voz de Madrid, donde se estrenó como locutor deportivo. La fama le llegó en los micrófonos de Radio Intercontinental entre anuncios de Enrique Busián, Mayor 6 piso primero. Estando allí, recibió la gran oferta de su carrera: la cadena Ser le propuso sustituir a José María García al frente de Carrusel Deportivo y El partido de la Jornada. Fue en esa emisora donde en diciembre de 1983 cantó los 12 goles que España le endosó a Malta. Y estiró el último, el de Señor, hasta donde le dieron los pulmones, sin dejar de repetir un “cómo te queremos” que se había convertido en otra de sus señas de identidad.

En el 85 regresó a Radio Intercontinental y a principios de los noventa compaginó su tarea en las ondas con la retransmisión en televisión de los programas de pressing catch, espectáculo de lucha libre con golpes falsos y detalles circenses que ayudó a popularizar, primero en Telecinco, y posteriormente en Cuatro, Canal Plus y Marca TV. En 1997 presentó junto a Ana Obregón y Ramón García el programa ¿Qué apostamos? Entre otros muchos galardones recibió el Premio Ondas Iberoamericano, la Antena de Oro y el Micrófono de Oro.

Héctor del Mar murió el pasado martes a los 76 años. Con él se fueron algunos momentos imborrables de la radio deportiva española. Nunca le abandonó el acento argentino y adornó cada transmisión con metáforas que rozaban el surrealismo. Sacó el máximo partido posible a una voz desbordante, que se convertía en un huracán cuando tocaba cantar un gol. Sobre todo si estaban la selección española o el Madrid por medio. Un Madrid del que hoy diría, con esa voz que tanto parecía una sonrisa, que “se le están quemando las patatas”.

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