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Atlético – Juventus: Simeone contra el martillo de Cristiano

El conjunto italiano era el menos deseado por el cuerpo técnico rojiblanco y sus jugadores

Ladislao J. Moñino
Matuidi felicita a Ronaldo, autor del gol decisivo contra el Torino este sábado.
Matuidi felicita a Ronaldo, autor del gol decisivo contra el Torino este sábado.MARCO BERTORELLO (AFP)

La Juventus, la piedra más dura que le podía tocar, se ha interpuesto en el camino del Atlético en su intento por alcanzar la final que se disputará en su propio estadio. El equipo de Simeone deberá medirse al rival que menos deseaban tanto el cuerpo técnico como el vestuario. Por la solidez de su fútbol y por tener que defenderse de la pegada de Cristiano Ronaldo, verdugo tantas veces de la defensa rojiblanca. "Seguramente por cómo funciona la Juventus, la llegada de Cristiano le ha dado un plus a un equipo llamado a hacer una gran temporada", ha analizado Simeone en el programa deportivo de radio de la Rai 1.

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Como sucedía en el Madrid, la voracidad goleadora del portugués, 11 goles en la liga italiana y uno en la Champions, fluye independientemente del juego, por lo que los problemas de encaje apenas han existido. Junto a Dybala y Mandzukic, que tendrá su particular revancha de su gris paso por el Atlético, Cristiano comanda un tridente ofensivo incuestionable para Allegri. Con el croata caído a la izquierda, posición en la que Simeone no logró convencerle para que jugara, el habilidoso y menudo delantero argentino intercambia mucho la posición con Cristiano. Llama mucho la atención que, aunque sea en el área donde su contundencia marca las diferencias, se le vea jugar por todo el frente de ataque y que incluso en los costados haya recuperado ese tono virguero del extremo que fue en sus inicios en el Sporting de Lisboa y en el Manchester United. En el campeonato italiano suma seis asistencias y otras dos en Europa. Es muy habitual ver a Cristiano combinar con los laterales en el dos contra uno o aguantar la pelota y hacer dejadas para la llegada de los jugadores de segunda línea. Esa versión de delantero total que ha mostrado en este primer tercio del curso lo convierte en más temible aún. Cristiano transmite un aire de no ser ese jugador atormentado por su autoexigencia que parecía en el Madrid, incluso cuando estaba en racha. “Es un jugador de la Liga de Campeones, que pesa mucho en esta competición, donde los goles pesan mucho y él los marca. Será un jugador clave para nosotros. Además tiene mucha experiencia y conoce bien al Atlético de Madrid”, advirtió Pavel Nedved, ahora vicepresidente de la vecchia signora

La Juve, que se pasea por la Serie A con una superioridad aplastante por la profundidad y la riqueza del plantel, es roca y barreno por igual desde la llegada de Cristiano. Ha firmado en el campeonato el mejor arranque de la historia con 15 victorias y un empate. La tabla refleja un dato demoledor sobre el gobierno doméstico del equipo de la Fiat: el cuarto clasificado, el Milan, está más cerca de los puestos de descenso, 15 puntos, que del liderato, 20. La Juve cuenta con un bloque que lleva ya cuatro temporadas bajo la dirección del mismo técnico y al que no se le adivinan grandes fisuras. El retorno de Bonucci le ha permitido volver a formar pareja con Chiellini en el eje de la defensa y por el momento el larguirucho Sczcesny, el sustituto de Gianluigi Buffon, cumple en un conjunto que suele conceder muy poco al rival. Solo ha encajado siete goles en la Serie A y cuatro en la Champions. En los laterales, en los que descarga mucha parte del juego ofensivo, Allegri puede permitirse una multitud de combinaciones. Sin lesiones, lo normal es que el portugués Joao Cancelo ocupe la derecha y el brasileño Alex Sandro la izquierda. Pero también cuenta con De Sciglio y Cuadrado. Todos con un marcado carácter ofensivo.

El asentamiento del mediocentro uruguayo Betancur, y el despliegue de Matuidi le otorgan en el centro del campo la gran virtud del campeón italiano: el equilibrio. Pjanic, como creativo, es indiscutible para su técnico, en un equipo que puede jugar a dominar o a ser dominado sin dejar de ser una amenaza constante para el rival. Emre Can es otra variable de peso para Allegri en el medio. La radiografía de esta Juventus obligará al Atlético a una eliminatoria muy táctica donde se enfrentará a un rival que también es experto en no desperdiciar cualquier migaja en forma de error que se le concede.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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