El Levante le baja los humos al Betis
Gran partido de los de Paco López, que someten a un lento equipo andaluz con Morales de protagonista
El Levante le bajó los humos al Betis, un equipo que llegaba lanzado al estreno liguero y fue derrotado con toda justicia por un rival ordenado, veloz y con pegada. Un Levante aupado por la gran actuación de Morales, incansable y goleador, autor de dos tantos, el primero excelente. Buen futbolista Morales, la punta de lanza de un equipo que funcionó como un reloj, tuvo suerte en los momentos cruciales del partido y le dio un soberano repaso al Betis. El equipo de Setién jugó de manera lenta y previsible, sin capacidad para romper líneas, con un exceso de toque que acabó en un estilo de fútbol demasiado amanerado. El Levante fue contundente y veloz. El Betis se enredó en su fútbol de toque, sin encontrar soluciones, demasiado espeso. La competición, una vez más, demostró que las señales que se emiten durante el verano tienen poco que ver con lo que ocurre cuando los puntos están en juego. Decepcionó este Betis que pintaba tan bien, dominador del balón, pero destrozado por el fútbol veloz y al contragolpe del Levante. El segundo tanto, de Morales, fue una auténtica obra de arte y una horrible demostración del sistema defensivo de los andaluces. A lo Maradona, Morales hizo una pequeña obra de arte.
El Levante supo enfriarle los ánimos a este Betis rodeado de felicidad que afrontaba el estreno liguero envuelto en una nube, lanzado tras un buen verano. Con los puntos en juego, sin embargo, la dificultad de los rivales crece una barbaridad. El Levante, bien dirigido por Paco López, se presentó en el festivo Benito Villamarín con mucha seriedad y las ideas claras. El Betis recurrió a su habitual fútbol de toque para intentar desmontar el entramado visitante. Un juego vistoso pero demasiado lento. Sin cambio de ritmo, profundidad ni desmarques es complicado desmontar a un equipo tan bien organizado como el Levante. Perdidos Canales y Boudebouz, el Betis solo recibía buenas noticias desde la banda izquierda, donde Junior supo leer, en ocasiones, la defensa del Levante.
Por eso, el lateral se metió hacia el centro para disparar con la derecha y poner en apuros a Oier a los siete minutos. Loren, demasiado solo en la delantera, se inventó un taconazo tras la parada del meta que pudo ser el 1-0. Fue la mejor ocasión del Betis en un primer tiempo muy soso de los de Setién, que imploraban mucha más velocidad de ejecución y profundidad. Demasiado previsible, el equipo andaluz se vio superado en una acción en la que el Levante enseñó todas las cualidades que le faltaban a los de Setién: profundidad y cambio de ritmo de Jason, que desarmó a Bartra y le dio el gol a Roger ante la incapacidad del meta Pau y Mandi. El primer gol de la temporada fue obra del Levante, con oficio para resistir el acoso del Betis hasta el descanso con ventaja en el marcador.
El Betis mejoró algo en la segunda mitad, cuando jugó con más de profundidad y fue más agresivo. El choque, no obstante, quedó definido en una monumental acción de Morales. El capitán del Levante le ganó un balón aéreo a Guardado, se marchó en velocidad del impotente Wiliam Carvalho y encaró el área de Pau. Beneficiado por un rebote, el regate en el área a Canales y su definición ante el portero del Betis fueron magistrales. Con el 0-2, el Betis lo intentó, pero fue un equipo sin pegada, demasiado desordenado, sin pegada ni capacidad para traspasar líneas. El Levante, con los mismos jugadores del curso pasado, con el mismo espíritu de Paco López, le dio un soberano repaso a un Betis perdido en un mar de pases y ensimismado en un fútbol demasiado amanerado. La ilusión bética se desmoronó como un castillo de naipes. Setién encontró el camino y la idea, pero ahora toca mejorarlas cuando los rivales se la saben de memoria. El fútbol no es solo tener el balón.
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