Cruce de caminos en Sevilla
Las convulsiones en el Pizjuán contrastan con la dicha de un Betis europeo sin dudas
El segundo año después del adiós de Monchi está siendo duro en el Sevilla. La sombra del mejor director deportivo de la historia de la entidad sevillista es muy alargada. Después de una década de grandeza y haber alcanzado los cuartos de final de la Liga de Campeones por primera vez en su historia en el pasado ejercicio, en el Sevilla se respira un evidente clima de crispación. El gestor del nuevo proyecto, europeo a medias pues está en plena disputa de las previas de la Liga Europa, es Joaquín Caparrós. El director deportivo debe ilusionar de nuevo a un sevillismo que ve cómo su eterno rival, el Betis, vive en la tranquilidad y la comunión absoluta con el credo del director deportivo, Lorenzo Serra Ferrer, y el entrenador, Quique Setién.
El Sevilla, curiosamente, sigue viviendo de las rentas obtenidas en la época de Monchi. El ahora director deportivo de la Roma acaba de ficharle a N’Zonzi por 25 millones de euros más cinco en variables. Se pierde a uno de los mejores centrocampistas de Europa, campeón del mundo con Francia. También a una personalidad compleja, con varios actos de indisciplina que mancharon su estancia de tres años en el Sevilla. Fichado por Monchi del Stoke City en 2015 por ocho millones, ahora deja 30. No cambia en eso el Sevilla, capaz de recaudar ya 92 millones de euros con los traspasos del francés, su compatriota Lenglet, Correa, Pizarro y Soria.
El Sevilla, por ejemplo, se ha gastado 30 millones en dos futbolistas, Amadou y Gnagon, que no jugaron ni un minuto en la final de la Supercopa ante el Barcelona. El equipo compitió, pero desde la ida ante el Zalgiris en la previa de la Liga Europa, ha dado muestras de falta de gol y velocidad en la zona de ataque. Todos los jugadores vendidos este verano son producto del trabajo de Monchi salvo Pizarro. “Tenemos una buena plantilla. Ha venido André Silva, un jugador top, y debemos defender lo que tenemos. Ir al mercado exigiría mucho gasto y Ben Yedder es un gran goleador y ya lo tenemos aquí”, argumenta Caparrós, intentando tranquilizar a un entorno crispado. Junto a Amadou, Gnagnon y André Silva, el Sevilla se hizo con Roque Mesa, Sergi Gómez, el portero Vaclik y Aleix Vidal.
Los cambios se acumulan en Nervión: nuevo director deportivo, nuevo técnico, Pablo Machín, y hasta un relevo absoluto en la portería con la llegada del checo Vaclik y el ascenso de Juan Soriano del filial. Da la sensación de que Machín necesita más piezas para una forma de jugar exigente y distinta para un grupo acostumbrado al toque.
Mientras el Sevilla se mueve en el conflicto, el proyecto europeo del Betis se gesta en medio del optimismo. “La plantilla es muy fiable, pero nos gustaría ampliar en cantidad y calidad”, afirma el director deportivo, Lorenzo Serra Ferrer, en los altares del beticismo (50.373 socios, registro histórico) junto con el entrenador Quique Setién. Al Betis de Joaquín, Bartra, Guardado y Javi García han llegado futbolistas como Canales, William Carvalho, Inui y Sidnei. Un amplio repertorio al servicio de una idea que es incuestionable y que encarna el fútbol de posesión de Setién. Este Betis europeo vive días de felicidad y encuentra en la figura de Joaquín su más evidente referente, siempre con una sonrisa. Después de superar a su eterno rival en LaLiga el pasado ejercicio, el conjunto verdiblanco deberá, no obstante, afrontar la dificultad de jugar tres competiciones y competir los jueves en la Liga Europa y los fines de semana en LaLiga. “Este año nos exigirá mucho porque tradicionalmente el Betis ha tenido problemas para competir cuando ha jugado en Europa”, ha venido repitiendo Setién a lo largo del verano, consciente del bonito reto que tiene por delante en su segundo año en el banquillo del conjunto verdiblanco.
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