La Real Sociedad encuentra motivos de orgullo
El fichaje de Mikel Merino y la renovación de Oyarzabal, pretendidos por el Athletic, reflotan el sentimiento donostiarra. El conjunto de Garitano debuta ante el Villarreal (20.15, beIN LaLiga)
Aunque para la Real Sociedad la Liga arranque hoy en el estadio de la Cerámica ante el Villarreal (20.15, beIN Sports), y el primero de los derbis ante el Athletic (que debuta el lunes frente al Leganés; 22.00, Gol TV) esté programado para principios de octubre, en Zubieta ya cuentan con dos victorias en el armario, fraguadas a partir del éxito en los despachos. El fichaje de Mikel Merino (12 millones al Newcastle) y la renovación de Oyarzabal, —otro Mikel—, hasta 2024, son motivo de celebración en el seno de un club resignado últimamente a entregar sus mejores piezas ante peces con mayor chequera. La última la de Odriozola, por el que el Real Madrid pagó los 30 millones de su cláusula.
Con la incorporación de Merino, a sus 22 años uno de los mediocentros con más progresión en el fútbol español —fue campeón de la Eurocopa sub-19 en 2015—, y uno de los futbolistas deseados por el Athletic, la Real no solo eleva el brillo en su centro del campo —donde formará pareja con Illarramendi, capitán y faro del equipo tras la retirada de Xabi Prieto, el último icono realista—, sino que soluciona el agujero dejado por Canales, que abandonó San Sebastián rumbo a Sevilla, al abrigo del Betis de su paisano Setién.
La continuidad de Oyarzabal apuntala el ataque del tercer máximo goleador de la temporada pasada (66 goles), y advierte de la recuperación sentimental de un club sumido en los últimos años en el desánimo mercantil. Con la retención del canterano más prometedor en décadas frente al habitual depredador del entorno, la Real traslada al exterior un mensaje de optimismo. Sobreenriquecido el Athletic con los 80 millones obtenidos tras el pago del Chelsea de la cláusula del portero Kepa, desde Ibaigane telefonearon a Oyarzabal para proponerle un cambio de aires. Pero como ya hiciera Merino semanas antes, entre Athletic y Real, el jugador eligió la Real.
“Oyarzabal es un jugador que representa los principios del club hasta la máxima expresión en cuanto a educación, a formación y al concepto de lo que son las categorías inferiores, por lo que su permanencia en la Real Sociedad no es una cuestión de dinero, sino de compromiso”, celebró el presidente realista Jokin Aperribay.
Estos dos movimientos refuerzan el proyecto de Asier Garitano, quien tras completar cinco años de éxito en el Leganés se hará cargo del club tras la salida de Eusebio y el parche de Imanol Alguacil en las últimas ocho jornadas del pasado campeonato. “A día de hoy estoy bastante tranquilo, deseando que llegue el primer partido de Liga y tener esos primeros nervios en el estómago para poder competir”, reconoció ayer el técnico de Bergara. Decidido a regresar al País Vasco tras su periplo madrileño, y acostumbrado a trabajar con presupuestos poco dados al dispendio, las pruebas realizadas por Garitano durante la pretemporada con una plantilla que no alcanza los 26 años de media, advierten de su voluntad de trabajar sobre un abanico amplio de esquemas de juego. “Cada partido será una historia diferente. Sabemos lo que tenemos, y la idea es potenciarlo. Entiendo que cada partido no tiene nada que ver con el anterior y que hay que hacer cosas diferentes. Sé cómo vamos a jugar, sé qué vamos a hacer y sé dónde vamos a llegar. Eso sí, la idea será clara”, advirtió.
Solo dos novedades
La cesión del lateral Theo Hernández por parte del Madrid es la segunda y, por el momento, última incorporación de un equipo en el que tras su debut en Primera la pasada temporada, futbolistas como Elustondo, Zubeldia o Bautista deberán convencer al nuevo técnico. Aunque el peso de esa transición recaerá sobre veteranos como Zurutuza, De la Bella o Agirretxe, mientras que el gol volverá a ser cosa de Willian José y Juanmi, herederos del vacío dejado por el mexicano Vela.
A esta nueva Real le espera un nuevo estadio, el viejo Anoeta, inmerso en una renovación que le impedirá estar disponible las tres primeras jornadas de Liga. No será hasta el 15 de septiembre, ante al Barcelona, cuando el nuevo estadio (que no estará reformado por completo hasta noviembre de 2019) abra sus puertas. Hasta entonces la nueva apariencia del conjunto txuriurdin no será contemplada por una afición que tras años de resignación ha recuperado el orgullo.
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