Ebenezer Cobb Morley, el padre del ‘fair play’ en el fútbol y el inventor del fuera de juego
El deporte rey carecía de normas, reglamento y profesionalidad hasta que este británico, amante del deporte y abogado, sentó las bases del fútbol tal y como lo conocemos
Antes de los campeonatos internacionales, de las selecciones, de los derechos televisivos y del VAR no existía nada de lo que hoy conocemos como fútbol. Antes de las cifras inimaginables de millones para las denominadas estrellas, de los derechos de imagen y de los patrocinadores, el que ahora es considerado el deporte rey solo guardaba una similitud con la actualidad: se le daba patadas a algo redondo. Lo demás, medidas del campo, indumentaria, duración de los partidos y normas para practicar el fútbol estaban a medio camino entre el caos y la improvisación, porque, entre otras cosas, no cabía en la mente humana del siglo XVII que pudiera haber partidos de fútbol todos los días de la semana y que estos pudieran ser televisados desde cualquier lugar del mundo…
Ebenezer Cobb Morley fue un entusiasta de los deportes que se propuso dotar de cierto orden al deporte que comenzaba a practicarse masivamente en Inglaterra. A él se le debe lo que hoy consideramos fútbol moderno, que, para hacerse una idea de lo que era hasta ese momento, es suficiente con revisar la regla número 13 que redactó para el futuro del deporte del balompié: “Ningún jugador debe usar clavos, o placas de hierro que sobresalgan en las suelas o en los tacones de sus botas”.
Hijo de un ministro, Ebenezer Cobb Morley nació tal día como hoy, 16 de agosto, de hace 187 años, en 1831, en la localidad inglesa de Hull, región de Yorkshire. Morley era el mayor de cuatro hermanos y desde muy joven demostró gran interés y a la vez aptitudes para la práctica deportiva.
Ebenezer Cobb Morley, al que luego considerarían padre del fútbol moderno vivió en Hull hasta los 22 años, cuando se mudó a la localidad de Barnes. Estudió Derecho y ejerció como abogado de profesión, defendiendo siempre la necesidad de unas bases para establecer un reglamento y una serie de normas que rigieran cualquier tipo de deporte.
En Barnes, Ebenezer Cobb Morley fue el fundador del Barnes Football Club en 1862, y un año más tarde, en 1863, escribió al periódico local ‘Bel’s Life’ para hacer pública su intención de crear un comité que dictara las normas para el fútbol. Dicha propuesta condujo a varios equipos de la zona a sentarse para redactar las leyes del deporte del balompié, que dio lugar a la fundación de la Football Association (FA), que es la actual Federación Inglesa de fútbol.
Ebenezer Cobb Morley tenía claro su ideal, ya que como jugador participó en el primer partido de fútbol en la historia contra el Richmond Football Club en 1863, un partido que terminó con el resultado de empate sin goles y en el que sufrió la carencia de normas que encauzaran el juego violento que se practicaba y en el que casi todo valía.
El reto lanzado por Ebenezer Cobb Morley de dotar de un reglamento al fútbol tuvo una gran aceptación. Miembros de diversos clubes de toda Inglaterra se reunieron en la Taberna Freeman’s para discutir una futura reglamentación que más tarde, el padre de la idea condensó en una lista de reglas que se convirtió en el estándar de juego en Inglaterra.
Las leyes de Ebenezer Cobb Morley ayudaron a reducir la violencia en el campo y también dieron forma a la crucial regla que ahora conocemos como fuera de juego, y que evita que los jugadores se mantengan detrás de la línea defensiva de un oponente esperando un pase. En dicho reglamento se recogían normas tan básicas, pero a la vez tan importantes, como las medidas del terreno de juego, las indumentarias de los equipos, todo tipo de lanzamientos, la duración del partido, los fueras de banda, el propio balón o, por ejemplo, el número de jugadores que debían estar en el terreno de juego.
La reglamentación que se estableció gracias a Ebenezer Cobb Morley tras el acuerdo entre diversos clubes ingleses significó el punto inicial y sentó las bases de lo que ahora conocemos como fútbol. Cierto es que, con el paso de los años, se han ido modificando algunos aspectos, que más países han contribuido a su desarrollo y que cada año nuevas normas intentan dotar de mayor vistosidad y justicia al juego, pero las primeras reglas, del puño y letra de Ebenezer Cobb Morley, son de las que realmente nació todo y encumbró al deportista y abogado británico como el inventor del fútbol moderno.
Morley ayudó también a establecer la incipiente Asociación de Fútbol inglesa, que continúa siendo el organismo rector del balompié en Gran Bretaña. En 1863, sus méritos lo condujeron directamente a ser elegido secretario honorario de la Football Association (FA), ocupado el cargo hasta 1866 y compaginándolo con la práctica deportiva. Después, ejerció de presidente de la FA entre 1867 y 1874.
Pero no solo se dedicó al fútbol, sino que Ebenezer Cobb Morley tuvo una gran pasión por el deporte en general, ya que también fue fundador y secretario de la regata en Barnes y Mortlake, además de ser considerado un gran regatista, y también sirvió en el Consejo del Condado de Surrey para Barnes (1903-1919) y fue juez de paz.
Ebenezer Cobb Morley murió sin descendencia el 20 de noviembre de 1924, a la edad de 93 años, en la localidad de Richmond y está enterrado en el cementerio de Barnes, un camposanto en la actualidad casi abandonado.
El amor por el deporte y la longevidad de Ebenezer Cobb Morley han tenido continuidad en un legado que nos permite disfrutar en la actualidad del denominado deporte rey, capaz de paralizar cualquier actividad en un país por seguir a un equipo o a una selección, y que ni el propio visionario del fútbol pudo imaginar en el negocio que se llegaría a convertir siglo y medio después.
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