Arturo Vidal, a un paso del Barça
Ante las negativas del Ajax y del PSG para negociar por De Jong y Rabiot, el club azulgrana podría cerrar este viernes el fichaje relámpago del centrocampista por unos 25 millones
La dirección deportiva del Barça, encabezada por Éric Abidal, pretende trabajar en sigilo y sin filtraciones que encarezcan las operaciones. Tarea complicada en una entidad mastodóntica como la azulgrana porque es raro el día en el que no sale a la luz en los medios un nuevo jugador bajo su órbita. Lo lograron con Malcom, fichaje que se hizo en 24 horas porque la Roma la pifió al anunciar su contratación sin tener nada firmado. “Una operación de manual”, se congratularon en el club, orgullosos por la reacción de la secretaría técnica. Y lo mismo han hecho con Arturo Vidal (Santiago de Chile; 31 años), que si nada se tuerce será desde hoy nuevo jugador del Barcelona, previo pago al Bayern Múnich de unos 25 millones de euros.
Para llegar a Vidal, el Barça ha dado rodeos y recogido calabazas. Todo empezó con la anterior área deportiva —liderada por Robert Fernández—, que escogió a Frenkie De Jong por su capacidad para descontar líneas rivales con el pase, por ser un jugador que casaba con el estilo que pregona el club. Pero el Ajax hizo oídos sordos a las ofertas del mismo modo que tampoco atendió a la querencia del jugador, que hizo pública su voluntad de jugar en el Camp Nou. Tras la negativa, la ya nueva área deportiva se decantó por Rabiot, eje del PSG. “Será difícil porque nunca quieren vender y menos a nosotros”, desvelaban desde la ciudad deportiva; “pero solo le queda un año de contrato y confiamos en poder llegar a un acuerdo”. No se dio porque el club parisino nunca quiso entablar amistad con el Barça; ni por Marquinhos ni por Thiago Silva como tampoco por Di María. Y, por descontado, la contratación de Neymar la hicieron con el pago a tocateja los 222 millones de su cláusula. Por lo que sin De Jong ni Rabiot, buscaron alternativas para una medular que no hace tanto tenía a Xavi e Iniesta como timones.
También se pensó en Pjanic (Juventus), pero no era la prioridad y el padre del futbolista se pilló los dedos al tratar de forzar una reunión —incluso viajó a Barcelona— para negociar su fichaje o, a malas, para que se le relacionara con el club azulgrana y eso le sirviera de trampolín para irse a otro gran equipo. “Vuelva usted mañana”, le vinieron a decir al estilo de Mariano José de Larra. Y desde el club volvieron a persistir con Rabiot. Entre otras cosas porque Valverde, cuando tuvo el micro delante, evidenció su enfado: “Hemos tenido bajas importantes en el medio (Paulinho e Iniesta) y es algo que tenemos en la cabeza”, se arrancó; “los jugadores que han venido (por Arthur) y los del filial tienen un perfil parecido, por lo que es posible fichemos”.
Así que el área deportiva tiró del manual. A la espera de Rabiot —al que le han dado prioridad pero no todo el tiempo del mundo—, forzaron con Arturo Vidal, que tenía un preacuerdo con el Inter pero que es una oportunidad de mercado excelente por el precio y calidad, aunque arriesgada porque ha estado cuatro meses inactivo por una lesión de rodilla. “Pasará una revisión médica exhaustiva”, dicen desde el club. “Queremos un jugador que encaje con nuestro estilo, necesitamos gente por dentro para generar juego. Y si luego tiene llegada, también está bien”, apostilló Valverde. Y, aunque Vidal no tiene el ADN Barça porque corre antes que se posiciona y porque es más físico que técnico, sí que tiene la llegada que destilaba Paulinho. Lo que le vale a Valverde, que pasó del 4-3-3 al 4-4-2 para ganar consistencia en el medio y poder liberar a Messi de tareas defensivas. Por lo que Vidal, como Paulinho, se presentará como el nuevo escudero del 10.
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