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Mourinho y el pesimismo retórico

El técnico del United se queja de la falta de fichajes y del temprano inicio de la Premier

Mourinho, en el partido del United contra el Madrid.
Mourinho, en el partido del United contra el Madrid.Joe Skipper (EFE)

Ningún entrenador ha recibido nunca traspasos de futbolistas por el valor que lo ha hecho Jose Mourinho. Desde que en 2004 aterrizó en el Chelsea, a sus equipos llegaron refuerzos por 1.500 millones de euros. Hace dos veranos llegó al Manchester United con la misión de devolver al club que más veces alzó el título de liga en Inglaterra a un trono del que estaba desterrado desde 2013. Desde entonces la entidad ha gastado 430 millones en refuerzos. La primera campaña, el equipo de Old Trafford acabó a 24 puntos del campeón, la segunda a 19. En ese tiempo, han alzado una Supercopa inglesa, una Copa de la Liga y una Europa League.

No parece que tras esa inversión el equipo esté en condiciones de pelear por lo más alto y los mensajes del luso tampoco invitan al optimismo. “Entregué al club una lista con cinco jugadores y quizás venga uno”, lamentó tras el cuarto partido de la pretemporada. El quinto lo ganó al Real Madrid, el único victorioso. Ni así. “No he aprendido nada de esta gira”, zanjó.

Mourinho está enfadado. Tras el partido contra los blancos, un hombre trajeado corrió tras él a voz en grito: “¡José, José!”. Era Ed Woodward, primer ejecutivo del Manchester United. Consiguió frenarle. La conversación fue fría y de apenas veinte segundos. El club ha gastado este verano más de 80 millones en Fred, un suplente de la selección de Brasil, y 22 por Diego Dalot, un lateral derecho del Oporto que con 19 años apenas ha jugado seis partidos en la primera división de su país. Woodward cree que es suficiente y Mourinho destila desesperanza. “Será una mala pretemporada”, anunció nada más llegar a EE UU. La desconfianza siguió: “Vinimos con pocos jugadores y muchos niños, a sobrevivir y no obtener resultados feos”, explicó tras caer goleado ante el Liverpool. Antes había empatado contra el América mexicano, San José Earthquakes y Milan. Tras vencer al Madrid se animó a sacar pecho. “Nuestros jóvenes jugadores tienen entre 16 y 18 años, no como los del rival, que tienen más de 20”.

Los fichajes, el diseño de la pretemporada, el calendario… Poco le vale a Mourinho, que más allá de su propensión al lamento, razona que las fechas impiden a equipos como el suyo disponer de sus mejores hombres en el inicio de la Liga. La Premier se abre el viernes de la próxima semana en Old Trafford en un duelo contra el Leicester. Horas antes se habrá cerrado el periodo abierto para adquisiciones en los clubs ingleses. “Empezamos demasiado pronto”, se queja Mourinho. Y ahí no le falta razón. Ni siquiera se habrá cumplido entonces un mes desde el fin de semana en el que terminó el Mundial, liza en la que estuvieron involucrados hasta el epílogo siete futbolistas importantes para Mourinho: Pogba, Fellaini, Lingaard, Young, Lukaku, Rashford y Jones. Los tres últimos han renunciado a parte de sus vacaciones para tratar de ponerse a punto de cara a la cita contra el Leicester. “Todos tardarán en estar a su mejor nivel y la competición estará en juego”, advierte el entrenador. Tampoco se hace ilusiones y con esa actitud, que en algún medio de Mánchester ya se ha calificado como “pesimismo retórico”, tampoco dispara ese sentimiento entre los suyos. “Esta temporada básicamente seremos los mismos que la pasada”, advierte.

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