Ahora sí, Abidal
El nuevo secretario técnico del Barça rechazó dos veces entrar en el club y perdió las elecciones presidenciales junto a Laporta
Tarde o temprano Éric Abidal iba a regresar al Barça tras marcharse de mala manera en 2013. Por el camino, se han dado dos negativas, una intentona fallida por la vía electoral y, finalmente, la aceptación de erigirse en el nuevo secretario técnico azulgrana. Ayer, fue presentado en sociedad, acompañado por la remozada estructura deportiva, en la que Pep Segura será el director deportivo, Ramon Planes se sumará como adjunto a Abidal, Bakero y Amor se ocuparán del fútbol formativo y profesional, Roura y Altimira dirigirán el fútbol formativo y Markel Zubizarreta, el femenino.
En julio de 2013, Abidal se fue enrabietado porque se sentía futbolista, lejos de ser un oficinista como pretendía el Barça, que le ofreció ser el director de las escuelas del club. “Me hubiese gustado seguir porque puedo jugar dos años más, pero el club lo ve diferente”, señaló entonces el zaguero, que firmó por el Mónaco primero y el Olympiacos después. Ese fue el primer rechazo de Abidal, consecuente con la decisión del Barça de prescindir de él como jugador. El segundo llegó semanas después de que colgase las botas, en 2015, cuando aceptó la oferta del Olympiacos de colaborar en la mercadotecnia, la planificación y la academia. “No es un trabajo de 24 horas”, expuso el francés para justificar su negativa al Barça de coordinar las escuelas de fútbol o de ser el enlace entre la plantilla y la junta. Y, apenas unos meses después, Abidal se juntó con Joan Laporta como secretario técnico —bajo el eslogan “Cruyff, La Masia, Unicef y Cataluña”, tan alejado de la directiva actual— para formar candidatura en las elecciones presidenciales que venció Bartomeu, que ayer no compareció para presentarle o aclarar la evasiva de Griezmann, quien optó por ser rey en el Atlético antes que uno más en el Barça. “Con Laporta o con Bartomeu es lo mismo. Soy del Barça y quiero dar todo al club y aficionados”, resolvió Abidal.
Decisión de Segura
En esta ocasión, Abidal ha dado el ‘sí quiero’. Pep Segura le convenció y explicó la elección, basada en tres líneas: será el puente entre la plantilla y el club “porque hace cuatro días estaba ahí”; se ha preparado para el cargo con el curso de la UEFA y con visitas a clubes como el PSG y el City; y domina el mercado francés, que “es el que más alimenta a las competiciones europeas y es potencialmente importante para nosotros”. Pero por lo que deslizó Abidal, de momento poco hará en el mercado veraniego, puesto que su predecesor dejó los deberes hechos con los fichajes de De Jong (Ajax), Lenglet (Sevilla) y Arthur (Grêmio). “He hablado con Valverde, pero no de jugadores porque se fue de vacaciones. Pero el trabajo interno ya estaba hecho”. Al tiempo, defendió su valía: “Conozco el vestuario, la actitud de los jugadores y lo que necesitan en el día a día, además de la gestión de los contratos. Sé oler la situación de los jugadores”.
El secretario técnico, en cualquier caso, tiene la lección clara: “Nuestro trabajo es hacer lo posible para mantener la filosofía”. Aunque resulta complicado porque en el filial apenas hay materia prima —este año solo lo hará Aleñá— y se ha perdido un poco el rumbo, tal y como señaló Messi hace unos días. “Leo quiso dar otro sentido a sus palabras, porque sentía que venía de La Masia y quería que siguiéramos trabajando en esta línea, cosa que hacemos”, replicó Segura, que recordó que el Barça ha modificado dos veces los criterios salariales para poder retener a los jugadores de la cantera. “Intentaremos ayudar a los que quieran crecer con nosotros, pero no pasaremos por el peaje de los representantes que ofrecen al jugador al mejor postor y nos obligan a cifras obscenas, de uno a dos millones”.
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