Los carriles de Juan Carlos Osorio
El seleccionador de México trabaja con obsesión la táctica y controla hasta los colchones de los jugadores
En algún recoveco de la Ciudad Deportiva del Espanyol todavía conservan unas cintas blancas, legado del paso de Marcelo Bielsa por el club catalán. “La primera vez que vi el campo, todo lleno de cuadrados blancos, no lo podía creer. Parecía un tablero de ajedrez”, recuerdan desde el cuadro blanquiazul. No les fue fácil conseguirlas. Tuvieron que recurrir al desaparecido Jorge Cysterpiller, exrepresentante de Diego Maradona: “No se preocupen, yo las traigo de Buenos Aires”. Inspirado en Bielsa, Juan Carlos Osorio dibuja “cuadrantes o carriles” en sus trabajos de entrenamientos. Una tarea que no delega. Antes de cada jornada de trabajo, el técnico de México camina por el césped. Ayer tocaron los carriles. En la casa del Spartak de Moscú, Osorio cuenta 15 pasos y coloca un cono de color blanco. Otros 15 pasos, un cono naranja.
“Hace varios ejercicios. No todos los días son iguales. A veces, por ejemplo, hace carriles, para trabajar la llegada de los interiores al área del rival. Otras hace cuadrados, para que el jugador no se pueda mover de ahí. Quiere que el futbolista practique el pase rápido a un compañero. Dos toques y ya tiene que buscar a otro que esté en un cuadrante distinto. No puede repetir. Este ejercicio es para salir de la presión”, cuentan desde el cuerpo técnico del entrenador colombiano.
Hace dos años, México perdió 7-0 ante Chile en la Copa América. Un guantazo que dejó tambaleando a Osorio. Y pensó en Bielsa. “Lo fui a ver a Fortaleza (Brasil), donde estaba por asuntos personales. Nos juntamos tres días seguidos. Hablamos cerca de 15 horas. Fue una experiencia muy enriquecedora”, recuerda el técnico. “Siempre admiré lo que había hecho Marcelo en Chile. En las eliminatorias para Corea y Japón, Chile quedó última. Después de 14 años y tras el trabajo de Bielsa es bicampeona de América”, añade Osorio.
Entrenador, sobre todo docente, Osorio tiene largas charlas con sus muchachos. “Es obsesivo con los entrenamientos, sí; pero le gusta mucho enseñar. Nunca le va a decir a un jugador que tiene que hacer algo porque él lo dice. Se lo explica, todo el tiempo que sea necesario. Tiene una gran capacidad para convencer a sus jugadores”, añaden desde Moscú, donde está la selección mexicana. “Ya tiene planeadas todas las sesiones de entrenamientos de esta semana. Es un genio, hace cosas muy diferentes. Ojalá reciba mérito por el trabajo que ha hecho porque se lo merece”, opina Miguel Layún. La estrategia del debut de México ante Alemania (1-0) la tenía cocinado hace medio año.
“Habíamos diseñado un plan desde hace seis meses, por las lesiones cambiamos algunos protagonistas”, reveló Osorio. Pero el técnico no solo está pendiente de la táctica. Es un guardián de los estados de ánimo de sus muchachos. Una tarea a cargo del español Imanol Ibarrondo. “Cuando tengo miedo, el cuerpo segrega adrenalina, que te prepara para la acción y te conecta con la atención, te enfoca a la energía, en la mejor condición para competir; pero cuando el miedo me tiene a mí, segrega cortisol, que paraliza, bloquea y agarrota, consume mucho y te agota”, explica el coach deportivo. La idea del psicólogo español es que el jugador del Tri no sobreestime los triunfos ni exagere las derrotas. Su rol fue clave para levantar el ánimo de un grupo en la picota, tras la filtración de un vídeo de una fiesta de los jugadores en la víspera de Rusia. “Lo que ha hecho Imanol nos ha ayudado mucho. El trabajo mental realizado, con sus vídeos y frases son una de las claves de nuestro grupo. Jugamos con amor a ganar y no con miedo”, explica Osorio.
Diseñada la táctica y potenciada la mente, para el técnico son claves dos puntos más: el físico y el descanso. Preocupado por el buen dormir de sus futbolistas, Osorio mandó traer colchones de Manchester. Un buen sueño para mandar a la lona a la campeona del mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.