El Gran Canaria derrota al Valencia campeón y se cita con el Madrid

La fe y la calidad del Herbalife Gran Canaria le condujeron a la semifinales de la ACB y a su primera participación en la Euroliga al imponerse en una agónica prórroga al vigente campeón Valencia Basket, que atenazado por la presión y las lesiones fracasó en su objetivo de volver a jugar el torneo europeo. Fue un partido en el que el equipo local llevó la iniciativa y fue delante en el marcador durante muchas fases del juego, pero en el que su rival nunca se rindió y acertó en los momentos clave.

Suya fue la hegemonía en los instantes finales del encuentro y en los últimos compases de la prórroga, lo que le dio un triunfo histórico que deja al defensor del título fuera de las semifinales de la Liga ACB. Los dos equipos se mostraron intensos en defensa, pero el local Will Thomas rindió a un gran nivel y en el tramo final antes del descanso hubo una corta pero provechosa aparición de Rabaseda y el Gran Canaria llegar arriba al descanso aunque con una renta mínima (37-38, m.20).

En la segunda parte, el equipo insular pudo reservar a jugadores como Mekel, Balvin y Eriksson, llamados a tener un importante protagonismo en el último cuarto pero un triple de Doornekamp sobre la bocina del final del tercer cuarto elevó inesperadamente el precio pagado por los de Casimiro (60-55, m.30).

El Valencia llegó a tener una ventaja de 69-60 (m.34), pero entraron en la cancha Mekel, Eriksson y Balvin y el Gran Canaria recuperó el control del partido. Un triple de Eriksson puso contra las cuerdas al Valencia pero Van Rossom lo resucitó con un triple. Cuando el muerto parecía que era el equipo visitante, con cinco puntos abajo a falta de medio minuto, el Gran Canaria no perdió la fe y peleó hasta forzar la prórroga.

En el tiempo extra, el Valencia volvió a llevar la iniciativa pero primero un triple de Rabaseda y tras la contestación de San Emeterio otro de Eriksson aclaró el camino hacia la gloria, pero ni Rafa Martínez ni Van Rossom acertaron con el triple para forzar la segunda prórroga y estalló la fiesta amarilla.