Curry y Durant arrollan por 41 puntos a los Rockets
Demostración de poderío de Golden State (126-85), que domina por 2-1 la final del Oeste y suma 16 triunfos seguidos en casa en los ‘playoffs’
Golden State vapuleó a Houston (126-85) en una serie en la que los partidos no tienen término medio. Los tres se han resuelto de manera drástica, con diferencias abultadas y desenlaces tan rápidos que los minutos finales se han reservado a los jugadores de banquillo. La diferencia en el tercer episodio de la serie fue abismal.
Stephen Curry volvió a encontrar su mejor versión en el tercer cuarto del duelo y propulsó a su equipo con 18 puntos en los diez primeros minutos de ese periodo. Y junto a él, Kevin Durant, por el momento el más regular y brillante en los ‘playoffs’, continuó haciendo un daño terrible a la defensa de los Rockets. Curry acabó con cinco triples, 35 puntos, 26 de ellos en la segunda parte, y seis rebotes; Durant sumó 25 puntos, seis rebotes y seis asistencias.
Los Warriors ya dominaban al descanso (54-43), a pesar de que sumaban un 4 d de 19 (21%) en los triples. Cuando Curry afinó la puntería, el estirón fue tremendo. El parcial de 10-0 para empezar el tercer cuarto (64-43) marcó la deriva del juego. Draymond Green e Iguodala complementaron a Curry y Durant con la solidez y eficacia de sus acciones defensivas y en la distribución.
GOLDEN STATE, 126; HOUSTON, 85 (2-1)
Golden State (2): Curry (35), Klay Thompson (13), Iguodala (10), Kevin Durant (25), Draymond Green (10) -equipo inicial-; Looney (4), Livingston (9), Nick Young (5), Bell (0), McGee (4), Pachulia (0) y Cook (11).
Houston (1): Chris Paul (13), Harden (20), Tucker (6), Ariza (6), Capela (13) –equipo inicial-; Black (0), Anderson (0), Mbah a Moute (3), Eric Gordon (11), Gerald Green (9) y Johnson (4).
Parciales: 31-22, 23-20, 34-24 y 38-18.
Oracle Arena de Oakland. 19.596 espectadores.
Los Rockets se quedaron sin respuesta, empezando por sus mejores hombres. James Harden fue muy bien defendido. Le costó anotar. Sumó 20 puntos y nueve asistencias. Peor le fue a Chris Paul, con 13 puntos. Y el resto del equipo apenas dio señales de vida.
Steve Kerr dio por resuelto el partido cuando los suyos superaron la barrera de los 30 puntos de diferencia. Faltaban cinco minutos y sentó a todos sus titulares. Lo mismo hizo Mike D’Antoni. Con los suplentes, la diferencia siguió ampliándose, gracias sobre todo a Cook y Livingston. La brecha máxima, de 41 puntos, coincidió con el final del partido. Golden State se mostró tan sólo como casi siempre en su cancha, donde el miércoles se disputará el cuarto partido de la serie. El equipo de la Bahía suma16 victorias seguidas en casa en los playoffs, una plusmarca que supera la de los Chicago Bulls con 15 triunfos entre el 27 de abril de 1990 y el 21 de mayo de 1991.
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