La lógica del Getafe para sobrevivir y pelear en Primera

Cuando el Getafe selló su ascenso a Primera la temporada pasada tras un playoff durísimo ante el Tenerife (el 1-0 en el Heliodoro Rodríguez López exigió una remontada en el Coliseum Alfonso Pérez que finalmente llegó, 3-1) corrían los últimos días de junio y quedaban menos de dos meses para que arrancase la competición en Primera. Esto, en palabras de Ramón Planes, su director deportivo desde que ese mismo momento sustituyera en el cargo a Toni Muñoz, supuso un hándicap respecto a sus compañeros de batalla —Levante y Girona certificaron su éxito antes, los granota en abril y los catalanes a comienzos de junio—, a la hora de reforzar el equipo para el cambio de categoría.

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Planes, con una dilatada trayectoria en el cargo tras su paso por el Racing de Santander, Alavés, Lleida, Espanyol, Tottenham, Elche y Rayo Vallecano, decidió que lo mejor y más inmediato era reunirse con José Bordalás para dibujar sobre el papel el equipo que tenía en mente y buscar a los mejores jugadores para ejecutarlo. “Era básico determinar el perfil del grupo que pretendíamos buscar, porque a partir de ahí debíamos encontrar las piezas”, reconoce Planes. “Es como con la ropa. Si no tienes claro lo que quieres te pueden vender cualquier cosa, si sabes qué buscar vas derecho a por ello”.

Ese jugador debía reunir condiciones muy concretas. “Debía tener ganas de trabajar, hambre para mejorar y ganas de reivindicarse”, descubre Planes. Había que mezclar jugadores con ganas de debutar en Primera con futbolistas con experiencia. De ahí que llegasen novatos como Shibasaki, Arambarri, Djené o Amath, entre otros, y experimentados como Jorge Molina, Antunes o Damián Suárez y guerrilleros del fútbol como Ángel, máximo goleador del equipo con 11 dianas. “La clave para que todo esto haya funcionado, y cuando llevas tiempo en esto es fácil de ver, es el factor humano. Necesitas crear un equipo solidario, que acepte las cargas de trabajo de un entrenador exigente como Bordalás y sean humildes”, abunda.

El resultado de la combinación de futbolistas de trayectorias heterogéneas pero con un mismo patrón ha colocado al Getafe décimo, a cinco puntos de la Liga Europa, una competición que asoma en el horizonte pero a la que nadie en el vestuario parece querer atrapar hasta que no se certifique la permanencia, el primer y único objetivo. La gesta actual con 42 millones de euros de presupuesto —el más bajo de la categoría por delante del Eibar (40)—, supone un éxito en mayúsculas.

Detrás de la última goleada al Deportivo (3-0) se esconde un dato que enorgullece especialmente al cuerpo técnico: en los últimos cinco partidos solo ha encajado un gol (cayó 1-0 ante el Villarreal). Una estadística que refuerza el ánimo para encarar el partido del sábado ante el Real Madrid (20.45, Movistar Partidazo). “Siempre pensamos en hacer un buen partido, pero sabemos que para sacar algo del Bernabéu hay que rozar la perfección. El Madrid es uno de los mejores equipos del mundo, somos conscientes de lo que somos y de la dificultad que conlleva el encuentro”, aseguró el técnico en rueda de prensa. Seguro que no pueden permitirse el lujo de cosechar una segunda derrota, por lo tanto, será un equipo muy peligroso”, añadió. En el Coliseum un gol de Cristiano en el minuto 85 deshizo el empate. Repetir la película cambiando el final es ahora el objetivo.