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El Getafe liquida a un penoso Deportivo y se acerca a Europa

Plácida goleada del equipo madrileño ante un rival incapaz de tirar a puerta durante los primeros ochenta minutos de partido

Juanfran, del Deportivo, persigue a Amath, extremo del Getafe.
Juanfran, del Deportivo, persigue a Amath, extremo del Getafe.BALLESTEROS (EFE)

A lomos de la solvencia en su feudo, en el que ha sumado 27 de sus 36 puntos, el Getafe galopa hacia el sector de la tabla que concede los visados europeos. En esta ocasión su Coliseum se convirtió en inabordable para el Deportivo, que cambia de planes como de ropa interior, pero sigue desnudo y escuálido, incapaz de marcar un gol en los últimos cinco partidos, cuatro de ellos bajo la dirección de Clarence Seedorf.

El Getafe evoluciona durante los partidos como lo hacen los equipos maduros, juega con el sosiego que da la ausencia de apuros y la confianza de quien domina los rudimentos del oficio. Ante el Deportivo dejó que el partido fluyese, que el rival se desgastase en un inocuo quiero y no puedo, que expusiera una idea que no supo explotar. Y le golpeó, duro y seguido, dos tortazos antes del descanso que son veneno para un equipo que no gana desde el 9 de diciembre.

Todo remite en el Deportivo a un equipo enfermo por más que Seedorf le quiera insuflar alguna vitamina. El mismo estratega que en jornadas anteriores montó un once plagado de jugadores de vocación ofensiva montó uno repleto de futbolistas de contención. El mismo que no hace tanto dijo que quería salir al campo con once tipos como Andone dejó en el banquillo al único que tiene. Lo intenta Seedorf, que trabaja para darle al equipo el barniz de equilibrio defensivo del que careció desde el primer día de la pretemporada. Y a veces el Deportivo engaña a la vista, parece que se bunkeriza. Pero es un gruyere. En Getafe se esforzó en evitar riesgos en un campo empapado por la lluvia, huyó una vez más del manejo atrás y buscó de manera pertinaz el desplazamiento en largo a la espalda de los zagueros para que la pelease Lucas Pérez sin apoyos. Todo fue filfa porque el equipo fue incapaz de probar a Emi Martínez hasta que tras ochenta minutos de partido Luisinho le obligó a estirarse con un intento desde fuera del área, el único del partido. El habitual meta reserva del Getafe fue titular porque Guaita sintió unas molestias físicas en el calentamiento.

El Getafe sujetó primero y desactivó después. Laminó al Deportivo, incapaz siquiera de gestionar los últimos minutos de la primera parte para llegar indemne a la caseta. Fue ahí cuando un desmarque de Amath encontró el medido pase de Portillo, que dispuso de tiempo y espacio para decidir con el balón en los pies. Angel completó bajo palos la jugada para adelantar al Getafe e iniciar el derrumbe visitante, completado en una pérdida de balón de Krohn-Dehli, otra vez desastroso, en zona sensible. Bóveda culminó con un remate en propia puerta la sucesión de miserias deportivistas. "Unos pequeños despistes, unos detalles", valoró al final del partido el capitán Adrián.

Dos abajo en el marcador, penúltimo en la clasificación, Seedorf mandó a Krohn-Dehli a la ducha en el descanso y le reemplazó por Borges, otro centrocampista para no desmontar el trivote inicial que obligó a Mosquera a operar en espacios propios de segundo delantero. Fede Cartabia, Emre Çolak y Andone se quedaron en la banda a la espera de una oportunidad. No cambió el diseño, pero varió el rendimiento del Deportivo: todavía jugó peor. Tras un cuarto de hora largo de trasteo y dominio del Getafe, Seedorf retiró del campo a Muntari por Andone. Así el Deportivo se dispuso a la remontada sin tres de sus cuatro adquisiciones de invierno, esos que se buscaron pretendidamente para solucionar todo lo que, en efecto, no se había hecho bien verano. El equipo gallego quería un portero solvente (en esta ocasión no cabe poner tacha sobre Rubén), precisaba fortaleza en la medular y buscaba agresividad defensiva en los laterales. Igual necesitaba once fichajes. Lo que no le hacia falta eran suplentes o peones fuera de forma. En enero vienen los Reyes, pero milagros los justos.

Con más pundonor que recursos subió líneas el Deportivo para tratar de entrar en el partido, con Adrián, Andone, Lucas Pérez, Bakkali y, muy al final, con Cartabia por el belga. Del trivote al cuatridente, nunca en todo caso con profundidad. Ante tan roma demostración el Getafe se limitó a agruparse para cantar victoria. Por el camino se encontró con otro regalo de Bóveda, que en una mala cesión a Rubén le dio la puntilla a Jorge Molina. En temporadas anteriores el Deportivo encontró justificación a sus malos resultados en su escasa disponibilidad económica. Cierto. Estaba en la zona de descenso de la clasificación de los topes salariales. El club ha dado pasos adelante en la moqueta para salir de ahí. Lo ha conseguido. Pero no responde en el verde. No lo hizo tampoco ante el equipo que tiene menos dinero para conformar su plantilla. 13 millones de euros más maneja el Deportivo que un rival que le saca 18 puntos, que le dobla en todos los sentidos.

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