Sierra Nevada, la perla del Sur
Nueve razones para esquiar en la estación granadina cada temporada
Le aviso de que este artículo, de entre los artículos subjetivos, es de lo más subjetivo. No lo puedo evitar, yo estoy enamorado de Granada, de su ciudad, de su Alpujarra, de sus palacios, de su gente y, ¿cómo no?, de su estación de esquí.
El pasado enero me fui a pasar un par de días a Sierra Nevada para dar el bautismo de nieve a mi hijo que tiene 3,5 años. Bautismo hubo, pero no de esquí como yo quería, si no de trineo. Ya se sabe que en esto de las aficiones los padres proponen y los hijos disponen. Bueno, mientras no me salga futbolero como yo, que se aficione al deporte que le dé la gana. Lo positivo es que mientras él se entretenía tirándose con el trineo ladera abajo, yo tuve la oportunidad de deambular por la estación, cosa que no pude hacer los pasados campeonatos del mundo Freestyle 2017, cuando me quedé absorto con los saltos de los participantes. Y, por si no quiere seguir leyendo, esta es mi conclusión: Sierra Nevada es un tesoro para bastante más que el esquí, de la que hay que disfrutar regularmente. Aquí le dejo 9 razones a bote pronto de tropecientasmil que existen.
1. La mejor primera impresión con la nieve
¿Quiere usted probar el deporte de la nieve o introducir a un familiar en su pasión? No busque más, la zona de Borreguiles es fantástica para iniciarse en el esquí. Un amplísimo circo con pendientes suaves, montículos y laderas que abarcan los 180º del campo de visión. Tengo la teoría de que lo que más asusta a un principiante es más la estrechez de las pistas y la acumulación de gente que la pendiente en sí, que también pero no tanto. En Borreguiles, sobre todo un día soleado, la impresión que se llevará un debutante le marcará, para bien, toda su vida de esquiador. Y cuando coja confianza, las pistas azules en Sierra Nevada son... muy agradecidas.
2. Ambiente nocturno mágico
No, no me refiero a la fiesta apreski que se pueda montar en Pradollano, de la cual desconozco por completo, porque yo a las 11 estaba en la cama como un rey en el hotel Ziryab (por cierto, una maravilla y a tiro de piedra del telecabina), si no al esquí nocturno. Sierra Nevada fue estación pionera en ofrecer a los esquiadores la posibilidad de lanzarse por la pistas bajo la luz de la luna. La verdad es que cuando fui a disfrutar de la actividad nocturna poca luna había, nevaba y se había metido una niebla que vestía la pista de Maribel —3,5 kilómetros y 600 metros de desnivel— de un ambiente mágico con la luz anaranjada de los focos, era como esquiar en una película de Harry Potter. Esto es un ineludible en la lista de todo esquiador.
3. La Alhambra
¿En qué estación del mundo se tiene la opción de visitar un complejo monumental, patrimonio de la humanidad, de la belleza y esplendor de los palacios y jardines nazaríes? Y a tan solo 40 minutos de la estación. Recuerdo que la última vez que tuve la suerte de visitarla, desde La Torre del Homenaje se divisaba al sur el pico de la Veleta, cuya nieve reflejaba el sol como si fuera un espejo, un escenario maravilloso. Habría que imaginárselo como sería en tiempos de los “Rojos” cuando la Alhambra era toda blanca. Si usted ha estado en la Alhambra sabe a lo que me refiero, si no, cuando vaya a esquiar bájese un día y pase unas horas en sus jardines... me lo agradecerá. Y después tiene toda la ciudad de Granada para disfrutar.
4. El mayor desnivel de España
Si lo suyo son los retos, en Sierra Nevada podrá descender desde el pico del Veleta (3.396 metros), aunque no desde su cúspide si no desde unos 200 metros más abajo, completando 1.100 metros de desnivel, el mayor de la Península. Se empieza por la pista de El Águila, la mas larga de la estación, desde la que se divisa el Mulhacén, el techo de España después del Teide, y se termina por la de El Río hasta Pradollano. No le dan a uno un certificado por completarla, pero las vistas de las que se pueden disfrutar un día con sol son inolvidables. Y además, habrá realizado el mayor desnivel de España en la estación más meridional del continente, dos por el precio de uno.
5. Subida al Veleta esquiando
En enero la estación habilitó el primer circuito de Esquí de Montaña que va justo por el extremo exterior de la pista del Águila y parte desde el aparcamiento Los Peñotes hasta la estación superior del telesilla Laguna. Así que, si a usted le gusta llevar la contraria a los esquiadores de esquí alpino, en esta ruta cuenta con señalización y más seguridad, amén de los impresionantes parajes que ofrece el Veleta.
6. Snowpark Sulayr, una de las mejores zonas de Freestyle de Europa
He de confesar que hasta los campeonatos del mundo Freestyle 2017, que disfruté in situ, no apreciaba la espectacularidad de esta modalidad en toda su dimensión. Y lo disfruté gracias a que Sierra Nevada dispone de unas instalaciones más impresionantes del continente, donde destacan un Half Pipe de 180 metros de largo y “dos pisos” de alto y una zona de saltos y obstáculos para esquicross y snowcross gigantesca. Si no le da al freestyle, de todas formas pásese por la zona para disfrutar de las evoluciones de los riders... y si le pica el gusanillo de pegar botes con las tablas, en la parte baja, donde está el telesilla Loma Dimar, tiene un minipark para iniciarse.
7. No solo esquí
¿Usted no esquía, su pareja no esquía, alguien de su familia no esquía? No hay problema. Desde un tiempo a esta parte las estaciones de esquí son conscientes que la oferta lúdica debía ir más allá de los remontes y los descensos, y Sierra Nevada no se ha quedado atrás. Se puede desde conducir una maquina pisanieves al anochecer a un coche Audi y experimentar el pilotaje en circuito de nieve, deslizarse con trineos y snowbikes u observar las estrellas de noche. Pero mis preferidas son las rutas con raquetas de nieve. Si nunca lo ha hecho no se lo pierda. No se hacen rutas nocturnas, lo que es una pena y deberían, pero aun así, por el día la experiencia es maravillosa.
8. Monachil, el secreto mejor guardado de Sierra Nevada
La estación esta enclavada en el término municipal de Monachil, pero no muchos esquiadores saben que este pueblo dispone de una gran oferta cultural, gastronómica y deportiva. Le recomiendo bajar una tarde después de esquiar y disfrutar de una cena de lujo en la Cantina de Diego, no se olvide de pedir el vino blanco de la tierra. Si prefiere realizar alguna actividad deportiva la ruta por Los Cahorros, una garganta estrecha impresionante cercenada por el rio Monachil, le va a dejar un sabor de boca excepcional. En esta ruta se cruza un antiguo y bastante respetable puente colgante, ahora restaurado, que creo que servía hace tiempo para que los neveros transportasen la nieve de los ventisqueros a Granada.
9. Pistas Negras de Campeonato
Y ya para los más pro, para los “sobraos” del esquí, Sierra Nevada dispone de pistas negras que han sido el escenario de campeonatos del mundo. Con palas impresionantes, muy técnicas pero con nieve en perfecto estado casi siempre, como la pista de la Fuente del Tesero ¿La he descendido yo? Ni loco, bastante tengo con no dejarme una tibia en las rojas, pero me quedo con los testimonios de campeones que las conocen bien como Carolina Ruiz Castillo.
Síguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.