Los Pumas pagan su arrogancia y pierden frente al Veracruz (1-2)

Lo que pintaba como una noche de consagración para los Pumas, terminó en una áspera velada. El equipo universitario perdió en casa 1-2 contra Veracruz. No solo los tres puntos reglamentarios, también el liderato del campeonato mexicano. Se lo han cedido al América, el vecino odiado.

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Los felinos necesitaban ganar contra un equipo nublado por los problemas que conllevan el descenso. El Veracruz, que esta vez dejó su tradicional remera roja en el Golfo, llegaba al partido con solo dos goles anotados y siete encajados. Ubicado en los últimos puestos de la clasificación y, paralelamente, el peor equipo en el cociente del descenso. Apostar por ellos significaba una osadía. El planteamiento de Guillermo Vázquez fue valiente al robar la posesión inicial del balón. El hombre que movió cada hilo del equipo fue Carlos Esquivel desde el costado izquierdo. 

Una incursión de Esquivel por el centro permitió que el juvenil mexicano Diego Chávez se inmiscuyera en el área. Carlos Esquivel levantó el balón como en el fútsal y Chávez marcó en medio de las piernas del portero de Pumas, Alfredo Saldívar. Un fuerte golpe para los felinos que empezaron adormilados. La siesta se prolongó. Jesús Gallardo no tenía profundidad por la izquierda, Barrera buscaba pasar por la derecha. Nicolás Castillo y Matías Alustiza quedaban a la deriva. Veracruz atacó por el centro. 

Cinco minutos más tarde del primer gol Diego Chávez, colocado en el centro del campo de Veracruz, volvió a escabullirse, ahora por la izquierda cuando Adrián Luna le dejó un balón a modo. Chávez cruzó la trayectoria del balón para el 0-2. El gol despertó a los Pumas. Fue allí donde los universitarios se enchufaron. Respondieron con centros al área y con un Castillo con ganas de marcar. Lo que consiguieron fue un centro de Barrera que convirtió en gol David Cabrera para el 1-2. Parecía que los Pumas volverían a tener la gallardía que mostraron los pasados seis partidos, pero el resto del partido se enfrascaron en la táctica de los Tiburones Rojos que privilegiaba la posesión del balón.

Castillo tuvo tres oportunidades para abrir el marcador y se estrelló contra el portero peruano Pedro Gallese, uno de los artífices para que Perú se clasificara a la Copa del Mundo tras 36 años de ausencia. Gallese también amargó los intentos de Alustiza y un tiro de Jesús Gallardo. El chileno Castillo protagonizó una gresca con el defensor José Rivas luego de que este último le rozara el cuello con un codazo. Los Pumas llenaron las estadísticas con tiros de esquina, centros, pero en ninguno lograron someter a Veracruz que aguantó de todo.

En los últimos minutos la desesperación colmó a los de Pumas cuando el español Alejandro Arribas no paró de cuestionar al silbante José Peñaloza. Los universitarios dejaron ir la oportunidad para mantenerse invictos y en la cima. El sábado viajarán hasta la frontera con Estados Unidos para medirse a los Xolos de Tijuana. Los veracruzanos probarán su suerte contra el América en casa.