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Ribera: “Me gusta que la selección juegue bien, soy el primer aficionado”

El seleccionador español apunta a las semifinales como objetivo en el torneo que abre este sábado con el partido ante la República Checa

Robert Álvarez
Jordi Rivera, entrenador de la selección nacional de balonmano.
Jordi Rivera, entrenador de la selección nacional de balonmano.KIKE PARA (EL PAÍS)

La selección española de balonmano, en su regreso al ruedo internacional, lleva consigo la firme convicción de subir al podio del Europeo que comienza hoy en Croacia. Su desoladora ausencia en los Juegos de Río, pese a lograr unos meses antes la medalla de plata en el Europeo de Polonia, marcó el final de la etapa de Manolo Cadenas como seleccionador. Jordi Ribera (Sarrià de Ter, Girona, 54 años), asumió el reto del nuevo ciclo olímpico. Empezó bien en el Mundial, pero tropezó en los cuartos de final ante Croacia. Ahora, encuadrada en la primera fase en el Grupo D, que compite en Varazdin, España juega contra la República Checa (este sábado, 18.15), el lunes contra Hungría y el miércoles contra Dinamarca.

Pregunta. Cuáles son los objetivos de la selección

Respuesta. Todos soñamos con las semifinales y luchar por las medallas. Somos conscientes de que el Europeo es siempre una competición complicada. Con Dinamarca en el grupo, será más complicado. Tenemos que ir día a día. Debemos ser siempre una selección ambiciosa. No puedes empezar un Europeo con dudas. Debes comenzar ya a un buen nivel porque son 16 selecciones y todas juegan a un nivel muy alto y cuentan todos los resultados. Son equipos y partidos exigentes.

P. Es un formato estresante

R. Es un formato en que el nivel de estrés es diferente al del Mundial por ejemplo en el que grandes selecciones como Alemania y Dinamarca se quedaron fuera en octavos. Aquí sabes que todos los partidos son importantes porque debes llegar a la segunda fase con puntos para poder aspirar al máximo. Pero no debemos tomárnoslo con estrés, sino como una exigencia de la competición.

P. ¿En qué estado de forma llegan al Europeo?

R. Si nos atenemos al torneo de preparación, el equipo fue de menos a más y el partido ante Polonia nos dejó buenas sensaciones, un buen nivel de confianza. Empezamos los dos primeros partidos ante Argentina y Bielorrusia con momentos buenos y momentos de dudas, algo lógico porque la idea era poner en práctica muchas cosas, muchas rotaciones, con un objetivo más a largo plazo que ganar los partidos. Eso a veces entorpece un rendimiento similar en los 60 minutos. En cambio, el partido ante Polonia nos sirvió para demostrar que somos capaces de encadenar buenas rachas y obtener un buen resultado.

No podemos empezar con dudas. Todos soñamos con las semifinales

P. ¿Cuáles son las señas de identidad del equipo?

R. Siempre hemos dicho que la defensa es un punto importante, que nos permite salir al contraataque ya que no podemos basar nuestro juego única y exclusivamente en el juego seis contra seis. Hemos intentado perfeccionar al máximo dos funcionamientos defensivos: el 6-0 y el 5-1. El 6-0 posiblemente ya funcionaba por sí solo. Hemos intentado introducir algún retoque porque la velocidad con que nos juegan muchos equipos nos dificulta hacer los dos cambios defensa-ataque en el apartado defensivo. Hemos intentado introducir variantes en el centro. Y hemos trabajado la defensa 5-1 para que, según ante qué equipos, nos permita dificultarles el juego colectivo y recuperar pelotas con más facilidad. Y después, en ataque somos muy creativos, con jugadores tácticamente buenos y eso posiblemente es el denominador común de casi todas nuestras selecciones que se enfrentan muchas veces a equipos con un potencial físico grande. Pero nuestros jugadores son capaces de decidir en momentos difíciles bien porque se adaptan a cualquier situación. Eso nos hace ser bastante creativos, con unos extremos que son tan rápidos como buenos finalizadores. Hemos de aprovecharlo al máximo.

P. ¿Varía la propuesta mucho respecto al Mundial de 2017?

R. Es bastante similar. No varía mucho el equipo. Lo que sí varía es el tiempo de adaptación que hemos tenido para preparar nuevas cosas y adaptarnos al nuevo funcionamiento, a los retoques. Hemos incorporado algún jugador más y eso nos permite hacer algunas rotaciones sin perder la efectividad del juego.

P. ¿Cuáles son esas incorporaciones?

R. A lo largo del año y medio que llevamos ya se han incorporado a la selección casi seis jugadores, incluso ya antes de que ganaran el Mundial júnior (en julio, tras vencer a Dinamarca en la final), en parte para hacer entender que si trabajan y tienen buen rendimiento pueden tener la selección al alcance. Es un factor motivante que necesitábamos. Hemos tenido también otros jugadores que han ido entrando para que vayan quemando ciertas etapas, por si más adelante tienen que entrar de forma más efectiva. Respecto al Mundial contamos con nuevos jugadores como Dani Dujshebaev (hermano de Alex). Nos da un poco lo que siempre buscábamos: altura, un jugador que tácticamente bueno, que puede defender en el centro en cualquier posición. Y aunque es joven (20 años) es una apuesta y lo que podamos invertir en él ahora, nos puede dar un rédito en el futuro. La selección tiene que pensar en el presente y en el futuro. Y está Ferran (Solé) que estuvo muy bien en la eliminatoria contra Austria, en la que tuvimos muchas dificultades y fue decisivo, sobre todo allá. Nos aporta altura en un extremo (mide 1,90), algo que no es habitual. Se adapta muy bien a la hora de salir fuera e incluso en su equipo juega de lateral y tiene muy buena efectividad en posiciones muy cerradas. Es rápido y tiene unas condiciones diferentes a la mayoría de extremos. Contamos con Adriá (Figueras), que ya había estado antes. Es un pívot diferente a Julen (Aguinagalde), más móvil, que trabaja mucho mejor los espacios libres. Julen es más estático y gana mejor la posición. Son dos características diferentes y la selección se puede beneficiar de ellos.

P. ¿Quiénes deben ser los líderes?

R. Posiblemente deberíamos buscar líderes fuera del campo y dentro del campo por la experiencia de algunos que ya llevan tiempo en la selección. Es un equipo muy homogéneo. Se caracteriza más por el juego de equipo que porque sobresalga un jugador. Puede haber una figura en un partido determinado, pero esta figura puede variar de uno a otro partido. No deja de ser algo interesante, es un equipo que mantiene una estructura sólida como grupo, sin un jugador que se pueda decir que necesariamente deba destacar sobre los demás a lo largo de todos los partidos para que el equipo tenga un buen nivel. El grupo es lo importante y las figuras pueden cambiar en función de las necesidades de los partidos.

P. ¿Le costó mucho el descarte de Víctor Tomàs?

Incorporamos a seis jugadores. Era un factor motivante que necesitábamos

R. Es una posición (extremo derecho) en que tenemos jugadores de mucha calidad. Víctor entró en la lista de los 28 y al final la toma de decisión es subjetiva. Evidentemente intento basarla en el máximo de detalles posibles. Tengo claro que los que están aquí (Balaguer y Solé) harán un buen Europeo son dos jugadores que están bien y eso no quiere decir que Víctor no lo esté, pero ha sido mi decisión.

P. ¿Ha hablado con él?

R. No acostumbro a hablar de ello con los jugadores. Normalmente hablaría si tuviera algún problema con ellos o si entendiera que ya no iba a entrar más en la selección. En ese caso, evidentemente lo haría. Hay una lista, muchos jugadores inmersos, y cada uno debe luchar por hacerlo lo mejor posible. Un día entras y otro no. Es una situación lógica y natural.

P. ¿Ve consolidada la portería?

R. Los dos (Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales) están entrando en una etapa de experiencia y ya nos pueden aportar solidez. Sabemos lo que Gonzalo está aportando en el Barcelona, un nivel muy alto. Rodrigo está en el París, también un gran equipo. Son jugadores jóvenes que tienen un recorrido grande y la experiencia los mejorará, pero ya están a un nivel alto en el presente.

P. ¿Enganchará esta selección?

R. Tenemos que ofrecer resultados y también intentar ofrecer buen juego y que la gente vibre y se sienta a gusto con la selección. En el Mundial no entramos en las medallas, pero si hacemos una valoración del resultado y como se llegó... Dimos mucha variedad al ataque y jugamos mucho al contraataque. Intento ser siempre el primer aficionado de la selección. No me contento solo con ganar. Me gusta ganar haciéndolo bien y disfrutando de lo que veo. Me gusta que un juego creativo, alegre y rápido. Intento que la selección juegue así.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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