Gareth Bale como arma para contrarrestar el dúo Messi-Jordi Alba
El binomio blaugrana amenaza por su banda izquierda al Madrid, que cuenta con la baza del galés para condicionar la pujanza ofensiva del lateral y su conexión con el 'diez'
Si hubo un jugador en la plantilla del Barcelona que celebró con entusiasmo la marcha de Luis Enrique del banquillo del Camp Nou ese fue Jordi Alba. Desposeído de su categoría de indiscutible por el técnico asturiano, la implantación del 3-4-3 le sacó de la primera plana y le relegó a la suplencia más días de los que estaba acostumbrado. La tensión entre ambos era ya evidente la temporada pasada y durante estos meses Jordi Alba no ha sido especialmente cuidadoso en ocultarla. “Seguro que mejor que con Luis Enrique me irá”, dijo el de Hospitalet al oficializarse la llegada de Ernesto Valverde. No se equivocó. En solo cuatro meses ha recuperado su mejor nivel y se ha convertido en el socio perfecto de Leo Messi, con quien conforma por el costado izquierdo del Barcelona un poderoso binomio que este sábado amenaza con decantar el clásico en el Bernabéu y dar un golpe casi definitivo a la Liga.
A estas alturas de temporada Jordi Alba ha igualado ya los registros que logró el año pasado, un gol y seis asistencias. "Está en un gran momento. Le están saliendo las cosas. El equipo lo agradece porque es una manera de llegar a la portería rival", cuentan desde el vestuario azulgrana. "Le gusta incorporarse al ataque y con Valverde ha encontrado su mejor versión. Es un arma muy útil", añaden desde los despachos del Camp Nou. El lateral es con Messi el mejor pasador del Barcelona en el campeonato liguero y juntos forman la pareja más determinante para Valverde. El dúo de zurdos ha generado cinco goles, cuatro del diez y uno de Alba, que sirvieron al Barça para rescatar un empate en Mestalla y encarrilar las victorias en Mendizorroza y San Mamés. "Se entienden muy bien y de momento nos ha dado muchos puntos esa asociación. Ojalá continúen así", apuntan desde el club. Atendiendo a la trayectoria de estos meses, su papel se antoja diferencial frente al Madrid. De momento no hay partido grande esta temporada en el que el binomio Messi-Alba se haya ido de vacío.
En el Bernabéu, en un duelo con espacios y de tú a tú, su conexión será un quebradero de cabeza mayúsculo para Zidane y los suyos. En este caso el dilema para el técnico y su staff trasciende del ya de por sí complejo plan para intentar neutralizar a Messi de manera individual. Con el marcaje zonal o al hombre como opciones para sujetar al rosarino, Carvajal será el principal encargado de neutralizar la pujanza de Jordi Alba. Más amplio es el abanico que maneja Zidane para reforzar la zona en la parte delantera, donde se espera la presencia alterna de Modric y Kroos como volantes. Pero otra carta en su baraja es Gareth Bale. Como titular o desde el banquillo, el galés, que regresa a la Liga tres meses después, es la baza más peligrosa para cortocircuitar a la pareja azulgrana.
Sus actuaciones en los tres ratos ante Fuenlabrada, Al Jazira y Grêmio dan pie a que su figura pueda ser más trascendental de lo esperado en el clásico. Con su potencia, velocidad y agresividad para atacar los espacios, obligaría a Jordi Alba a vigilar constantemente su espalda y reducir por tanto sus continuas subidas. “No sería la primera vez que se convierte en el jugador decisivo...”, advierten desde Chamartín. “Será apasionante ver a los dos porque será un enfrentamiento directo de calidad y fuerza. Aunque quizá Bale no juegue desde el inicio…”, responden desde el Barcelona. “Si el equipo logra imponer su juego, es posible que Alba sufra en menos fases del partido porque Bale es un futbolista explosivo y rápido”, añaden. Su poderío físico sometería también al catalán en las jugadas aéreas y de contacto e incluiría una variante más en el catálogo de recursos de un Madrid que a cambio de ganar verticalidad, disparo y presencia a balón parado podría perder vitalidad y equilibrio en el apartado defensivo.
El vestuario arropa al galés
El estado físico y anímico de Bale anima al optimismo en el Madrid. La concentración de siete días para el Mundialito le ha unido con la plantilla hasta el punto de que su figura ha ganado más peso que nunca en el vestuario. “Estos días en Abu Dabi le han venido muy bien. Siente muy de cerca el cariño y el apoyo de sus compañeros. Han sido muy importantes para él en las últimas semanas”, cuentan desde el club. Destacan especialmente en Chamartín el aplauso que recibió en el vestuario por parte de todos los jugadores tras la semifinal, en la que anotó el segundo gol de los blancos.
Reservado y tímido, Bale ha empezado a derribar la barrera de fuerza que parecía existir entre él y el resto de los integrantes del grupo, muy sensibilizado con el drama muscular y el sufrimiento que ha padecido el atacante, especialmente en los últimos meses. Entienden en el vestuario que las lesiones que ha sufrido les han privado de contar con un jugador diferencial durante los últimos años. "Le ven entrenar y saben que es un futbolista magnífico, diferente y con una zurda elegida. Con un don", cuentan desde Valdebebas. "Él ha captado ese mensaje de cariño y solidaridad", añaden.
A la espera de Bale, la mayor incógnita de cara al sábado, el binomio Messi-Alba fortalece al Barcelona y amenaza el sistema del Madrid y la pizarra de Zidane. Una parte del clásico se decidirá por esa banda.
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