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El desplome del Barça de Sito Alonso evoca los males del de Bartzokas

Las cuatro derrotas en una semana, el juego discontinúo y la vulnerabilidad defensiva lastran el nuevo proyecto azulgrana

Robert Álvarez
Sito Alonso.
Sito Alonso.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

La semana más densa competitivamente hablando se ha saldado de la peor forma posible para el Barcelona de Sito Alonso. Las cuatro derrotas que ha acumulado ante el Estrella Roja (90-82), el Estudiantes (80-70), el Zalgiris (75-81) y el Milán (78-74) hacen inevitable mirar hacia atrás, hacia donde ninguno de sus gestores y de sus jugadores desea retrotraerse. La temporada no ha hecho más que empezar, pero su juego dista de colmar sus propias aspiraciones y pierde pie, sobre todo en la Euroliga. A estas alturas, el Barcelona de Georgios Bartzokas estaba ligeramente mejor clasificado en la competición europea, con dos victorias y dos derrotas, en contraposición al único triunfo que lleva hasta el momento, el que obtuvo ante el Panathinaikos (98-71).

La reconversión del Barcelona fue drástica. Cambió a su director deportivo, Nacho Rodríguez tomó la responsabilidad por encima de Rodrigo De la Fuente; cambió de entrenador, Sito Alonso tomó el relevo de Bartzokas; e incorporó a ocho nuevos jugadores. Los resultados de los primeros encuentros fueron satisfactorios, a pesar de los apuros que pasó para superar a rivales como el Joventut, que no conoce todavía la victoria en la Liga Endesa, o el Baskonia, que suma dos victorias y seis derrotas esta temporada. El juego del equipo azulgrana es discontinúo, algo que se puede entender dado que Sito Alonso se estrena en el banquillo azulgrana y empezó a trabajar en partidos oficiales hace apenas un mes.

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Los indicadores por ahora no invitan al optimismo. El Barcelona, en los cuatro partidos de su fatídica última semana, ha promediado 73 puntos a favor y 82 en contra. La aparición y desaparición de varios jugadores ha sido sorprendente, acorde con su desigual rendimiento y también el del equipo. Un día parten en el quinteto titular Pressey o Tomic, y otro Heurtel o Séraphin; un día el pívot francés juega cinco minutos (Estudiantes), y otro es el croata quien se queda casi inédito (Zalgiris); un día Vezenkov es titular (Milán) y otro apenas juega (Zalgiris), como Navarro (inédito ante el Zalgiris y fundamental con 13 puntos en 16 minutos ante el Milán).

Algunas estadísticas empiezan a evidenciar vulnerabilidades: Pressey ha anotado solo uno de los 15 triples que ha lanzado entre la Liga Endesa y la Euroliga, Séraphin ha asombrado en algunos partidos pero ha decepcionado en otros, como en el de Milán en el que fue eliminado por faltas y no capturó ni un rebote en casi 16 minutos. Y el Barcelona, 13º en la Euroliga, es el cuarto equipo que recibe más puntos (320, una media de 80).

Sito Alonso todavía no ha podido contar con Claver y ha perdido el concurso del alero estadounidense Rakim Sanders, que se lesionó y no ha podido estrenarse en la Euroliga. El Barcelona ya sabe por su experiencia del año pasado que la competición europea, pese a que es larga y permite recuperar posiciones (son 30 jornadas y se clasifican los ocho primeros para los playoffs), también es muy competitiva y exigente y pasa factura de cada una de las derrotas. La temporada pasada, el Estrella Roja se quedó fuera de los playoffs a pesar de ganar 16 partidos.

“El equipo está mal”, admitió Navarro tras el último tropiezo en Milán. “Tenemos que mejorar como sea. Hay equipo para hacerlo. Hace seis días estábamos jugando bien y ahora parece que todo es malo, pero todo comienza por ganar el próximo partido”. Esos próximos partidos son contra el UCAM Murcia este domingo en la Liga Endesa y contra el Olympiacos el próximo viernes en la Euroliga.

Sito Alonso, el primero que no quiere mirar al pasado ni compararse con el Barcelona de Bartzokas. “No hay que pensar en el pasado. Lo que queremos es buscar el máximo nivel de exigencia”, dijo tras asumir su cargo. Tras la cuarta derrota consecutiva, el jueves en Milán, explicó: “Por supuesto que tenemos que mejorar para ser un buen equipo, pero nada tiene que cambiar nuestros plazos de tiempo para seguir construyendo. Evidentemente, sería mejor hacerlo después de una victoria pero es más complicado y por ello más importante seguir construyendo después de perder”, cerró el entrenador del Barcelona.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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