El Barça se revoluciona con Sito al frente
El plan de choque sube el nivel de exigencia e incluye ocho fichajes, con Hanga, Heurtel, Séraphin y Oriola
A grandes males, grandes remedios. Y los males, la pasada temporada en el Barcelona de Bartzokas fueron tremebundos. Ni los fichajes a media temporada, ni las arengas en el vestuario, ni el despido fulminante de Dorsey, ni la multa que se le impuso a la plantilla por bajo rendimiento evitaron la deriva. El Barcelona naufragó en la Euroliga con una mediocre 11ª plaza y el ataque más pobre de los 16 participantes con una media de 71 puntos, fue despedido de la Liga Endesa en cuartos de final y también derrotado en la Copa y en la Supercopa. Su balance total, azotado por una epidemia de lesiones en una temporada infausta, fue el peor en décadas: 37 victorias y 32 derrotas. Llovía sobre mojado en un club que sumó su tercera campaña sin títulos, a excepción de la Supercopa de 2015, y que ya había destituido un año antes a Xavi Pascual.
La asistencia al Palau Blaugrana siguió en descenso y la afición, harta, llegó a colgar pancartas al revés en señal de protesta y a silbar en un partido a su ídolo Juan Carlos Navarro.
Cuando Nacho Rodríguez se situó al frente de la dirección deportiva en marzo de 2017 no daba crédito a lo que veía. Poco después, justificó la destitución de Bartzokas y confesó: “Todo ha sido muy plano. Veía los entrenamientos y no sabía si el equipo había ganado o había perdido. No hemos estado al nivel de exigencia que había tenido el Barcelona. Ese nivel tiene que subir y estar a la altura de su camiseta y de sus aficionados”. De las palabras, pasó a los hechos.
El movimiento ha sido frenético. Empezó con el nombramiento de Sito Alonso. El entrenador madrileño de 42 años formado en Zaragoza y que en los últimos nueve años dirigió sucesivamente al Joventut, el Gipuzkoa, el Bilbao y el Baskonia fue el elegido, según Rodríguez, por “su nivel de autoexigencia y de exigencia, con carácter y liderazgo dentro del vestuario. Y un perfil de alguien que ha sacado jugadores y que tiene en cuenta lo que viene por detrás”. Las incorporaciones se sucedieron. El perfil mayoritario es parecido: jugadores en una edad ideal de rendimiento y al mismo tiempo con experiencia, varios en la ACB. Es el caso de los franceses Heurtel (base, Anadolu Efes, 28 años y 1,89 metros, jugó también en el Alicante y el Baskonia), Séraphin (pívot, Indiana, 27 años y 2,08, jugó en el Baskonia) y Moerman (ala-pívot, Darussafaka, 29 años y 2,03, jugó en el Bilbao); los estadounidenses Sanders (alero, Armani, 28 años y 1,96) y Pressey (base, Liga de Desarrollo, 26 años y 1,80), el español Oriola (ala-pívot, Valencia, 25 años y 2,08), el húngaro Hanga (alero, Baskonia, 28 años y 2,01) y el letón Roland Smits que, no obstante, seguirá cedido en el Fuenlabrada. Además, dos jugadores de la cantera: Marc García (escolta, 21 años y 1,97, cedido el año pasado al Betis) y el letón Kurucs (alero, 19 años y 2,06).
“Debemos demostrar carácter e ilusión y una imagen de cercanía con el Palau, que debe dar una sensación de dureza para el rival”, afirma. No quiere ni oír hablar de la pasada temporada y de los errores que se cometieron entonces. “Para mí, eso sería cometer un segundo error. No hay que pensar en el pasado. Lo que queremos es buscar máximo nivel de exigencia”. Una de las rémoras de ese pasado es Tyrese Rice. El base estadounidense tiene un año más de contrato, aunque el Barça no cuenta con él y se entrena con el filial.
Navarro, el capitán, observa síntomas esperanzadores: “Hemos fichado muy bien. Se han hecho las cosas con más comunicación en el campo, está todo más ordenado. Se trabaja mucho mejor. Lo que no puede pasar es quedar fuera de los playoffs en la Euroliga. Pinta bien para estar ahí arriba, pero últimamente no pasa”. Hoy empieza el desafío del Barça, con un exigente duelo ante el Baskonia (21.00, #0).
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