_
_
_
_

El Deportivo destituye a Pepe Mel y recluta a Cristóbal Parralo

El técnico madrileño se va tras ganar apenas seis partidos de 24. El sustituto ascendió al filial y lo tiene líder en Segunda B

Pepe Mel levanta los brazos durante un partido del Deportivo contra la Real Sociedad.
Pepe Mel levanta los brazos durante un partido del Deportivo contra la Real Sociedad.CABALAR (EFE)

Entre 1991 y 2005, los años en los que se estableció entre los grandes del fútbol español, el Deportivo tuvo seis entrenadores. En los últimos tres años y cuatro meses sumará ahora otros seis después de destituir a Pepe Mel, cuya experiencia en el club se finiquita tras apenas 24 partidos. Sólo en seis cantó victoria el técnico madrileño, dos de ellas en el presente campeonato, en el que después de nueve jornadas el Deportivo tiene a cuatro equipos por debajo en la clasificación.

Más información
El Girona gana siete jornadas después y deja al Deportivo malherido
Pepe Mel: “Cualquier once que pusiese el Madrid ganaría la Liga”

El entrenador del filial, Cristóbal Parralo, aquel lateral derecho del Barcelona de Johan Cruyff, se hará cargo del equipo hasta final de temporada, según anunció el club. Parralo llegó al inicio de la pasada temporada a A Coruña, logró subir al Deportivo Fabril a Segunda B y ahora lo tiene líder en la categoría de bronce con otro futbolista internacional, Javi Manjarín, como auxiliar. Apenas tiene una experiencia de nueve partidos en el fútbol profesional y fue con el Girona hace ocho años. Su figura, reforzada por los resultados de los últimos meses, es la que suscita más unanimidad en el club, por más que Richard Barral, el director deportivo, siempre haya apostado por entregar el equipo a Raúl Caneda, un técnico gallego que como primer entrenador trabajó en el Al-Nassr y el Al Ittihad de Arabia Saudí y fue segundo de Juanma Lillo en Dorados de Sinaloa, Real Sociedad y Almería. Esa opción se puso sobre la mesa hace escasas semanas, pero Barral, que ha construido un equipo a la medida de un técnico como Caneda, acabó por declinarla.

Mel es el último damnificado de un club que no acaba de encontrar la estabilidad deportiva por más que en las tres últimas campañas haya conseguido el objetivo de permanecer en la categoría, el único que cabía demandar en un club sangrado por una ingente deuda que le obligaba a cumplir un calendario de pagos con la Agencia Tributaria que le impedía subir su inversión en futbolistas. Instalado en el apuro, la directiva que preside Tino Fernández había prescindido desde su llegada en enero de 2014 de Fernando Vázquez, Víctor Fernández, Víctor Sánchez del Amo, Gaizka Garitano antes de recurrir a Pepe Mel para salvar la pasada temporada. Su llegada, seguramente el foco situado sobre los futbolistas, reactivó a un equipo que había pasado los dos primeros meses de 2017 sin cantar victoria y se despeñaba hacia el descenso. En los cuatro primeros partidos con Mel edificó su permanencia, sumó ocho puntos de doce posibles con un empate ante el Atlético, una victoria ante el Barcelona y el único triunfo del equipo fuera de casa en los últimos 18 meses en un decisivo partido en Gijón.

Pero el efecto del nuevo entrenador fue como el de una gaseosa y su continuidad en el Deportivo al final de la temporada pasada ya estuvo sometida a debate. En realidad nunca le había entrado por el ojo al director deportivo, que ya había gastado una bala con la fallida experiencia de Garitano y que se avino sin convencimiento al fichaje de Mel, ante el que tampoco pujó con una alternativa.

Este verano, tras firmar el club un acuerdo para financiar por medio de Abanca su deuda con Hacienda, Barral vio como la disponibilidad económica para formar el plantel aumentó en un 64%, el mayor porcentaje de crecimiento en la Liga Santander. Medró el dinero y también la exigencia. El Deportivo quiere dejar de sufrir porque tras su regreso entre los grandes ha ganado apenas 25 de los 123 partidos que ha disputado, porque desde diciembre de 2009 no llega ni al 10% de victorias en sus partidos lejos de Riazor. “Ahora me toca a mí”, zanjó Mel a pecho descubierto en cuanto se cerró la plantilla, hace menos de dos meses. “La secretaría técnica ha hecho un buen trabajo y depende de mí sacar el mayor rendimiento al equipo y que los apuros queden en el pasado. Tengo futbolistas con diferentes cualidades para elegir”, explicó. Pero no ha sabido evolucionar al equipo. Ante el Getafe se salvó de la destitución con un gol a falta de tres minutos para el final y en la siguiente cita en Riazor, contra el Girona este lunes, sucumbió en un partido en el que equipo acabó descosido.

En el deportivismo pesa ese reciente pasado de decepciones, de tantos partidos sin cantar victoria. El equipo ha comenzado el campeonato en esa línea y en ella se potenciaron las opiniones de quienes ya no creían en el entrenador, que no eran pocos no ya en la dirección deportiva sino también en la planta noble del club o en la platea. Mel no ha encontrado una mezcla que funcione, fluctuó entre esquemas tácticos, anunció un equipo protagonista con balón y ávido en la presión y presentó uno incapaz de manejar la pelota y vulnerable en defensa. Ahora recibe este golpe, la segunda destitución en poco más de año y medio tras caer en el Betis en enero de 2016. Tendrá que esperar para disfrutar de su sueño como entrenador: trabajar con un equipo que no sufra apuros económicos o pelee por salvar la categoría.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_