Marc Márquez, la velocidad en forma de récords

La primera vez que Marc Márquez se subió al podio ya pasó a la historia. Estaba en Donington Park, era el gran premio de Gran Bretaña, tenía solo 15 años y acompañó a Scott Redding, apenas un mes mayor que él (un palmo más alto, también) y, desde entonces, el ganador más joven de una carrera del Mundial. La foto de los dos adolescentes, hoy pilotos de MotoGP, en el podio junto a Di Meglio ha pasado a la historia. Era un día desapacible, lluvioso, claro, y ambos derrocharon talento a raudales en el año de su debut. “Lo recuerdo poco, que el tiempo pasa muy rápido. Pero sí recuerdo que era una carrera extraña, que hacía mucho viento; y yo me puse detrás de Di Meglio, que iba líder del campeonato. De hecho, hice toda la carrera detrás de él, enganchado. Al final, iba tercero, y lo intenté, probé a adelantarlo, pero no pude”, rememora Márquez, que hace una semana, en Motegi, alcanzó la cifra histórica de 100 podios (en 165 carreras, el 60%). Además, se convirtió en el piloto más joven en lograrlo, lo que da buena cuenta de su progresión, explica sus aspiraciones y habla de lo que se espera de él en el futuro.

Más información

Marc Márquez no falla en Phillip Island: caída por la mañana, ‘pole’ por la tarde

El podio del biberón

Márquez se ha subido al podio 100 veces. La última, en un gran premio de Japón marcado por las lluvias persistentes, jugándose el campeonato del mundo cuerpo a cuerpo (literalmente) con Andrea Dovizioso, que ganó la carrera tras una vuelta final de alto voltaje. El de Cervera tenía 24 años y 240 días aquel domingo, lo que significa que además de contarse solo entre los nueve pilotos de la historia que han alcanzado el centenar de podios, supera prácticamente en un año a Valentino Rossi (25 años y 244 días), que hasta ahora era el más precoz de una lista en la que también están Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa (ambos con 26 años), Giacomo Agostini (29 años), Mike Hailwood (27 años), Ángel Nieto (32 años), Max Biaggi (32 años) y Phil Read (34 años).

“Es un número muy importante. Una gran satisfacción para él. Le queda mucho por delante”, asume Rossi. “Es un orgullo conseguir 100 podios, hace ilusión, yo ni siquiera lo sabía hasta que me lo dijeron. Pero lo que hace más ilusión es ser el más joven en conseguirlo. Los años anteriores se me ha ido comparando con otros pilotos de la historia, he ido batiendo otros récords, y la precocidad al conseguir este hace más ilusión que el hecho mismo de llegar a los 100”, señala el propio Márquez. Nunca se quita de la cabeza la victoria, razón por la cual seguramente de esos 100 podios el 36% sean carreras ganadas. “Eso es lo mejor. Al final, son ese porcentaje de victorias y los podios que te han ayudado a conseguir Mundiales lo que realmente tiene valor”, concede él, ya en Phillip Island, donde sigue haciendo historia con total naturalidad, donde este domingo saldrá desde la primera posición de la parrilla (7.00, Movistar TV).

En una pista rapidísima y pese a haberse caído por la mañana, factor que no le suele afectar más que para bien –busca los límites y utiliza las caídas a menudo para estudiar hasta dónde puede llegar con su moto en determinados puntos críticos-, Márquez hizo la pole position. Otra vez. Es la séptima de la temporada. Y con ella da por ganada la competición alternativa que organiza BMW, patrocinadora del campeonato, que regala un deportivo al piloto que mejor se clasifique los sábados. El piloto de Honda lleva ganados unos cuantos. No en vano esta es su 72 pole desde que llegó al Mundial (un récord absoluto que sigue engordando), 44 en MotoGP, lo que significa que ha quedado primero en la mitad de los grandes premios que ha disputado.

“Marc tiene la característica de poder ir rápido cuando él decide. Hasta uno de los mejores campeones de siempre como Rossi tiene que prepararse la velocidad para hacer eso. Márquez, no”, explicaba Dovizioso, su rival por el título, rendido a esa explosividad que lo hace especial. Además, el italiano, que también se fue al suelo poco antes de la sesión de clasificación y reconoció haber perdido sensaciones, razón por la cual no pudo mejorar sus tiempos y saldrá 11º, admiró otra de sus cualidades: “Está habituado a caer y le cuesta poco reponerse. Debe sentir el límite para saberlo gestionar, se siente cómodo así. Obviamente, hay que tener un punto de fortuna, pero él, además, sabe gestionarlo”.

Márquez tiene, por ahora, un podio predilecto –“El domingo más especial fue el de Montmeló en 2014, además gané; mi hermano también había ganado y era la primera vez que lo conseguíamos los dos el mismo domingo. Estaba muy contento”-, pero parece tener cuerda para rato.