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Islandia y Serbia se clasifican para un Mundial al que faltará Gareth Bale

Gales queda apeada ante Irlanda incluso de la repesca, eliminatoria a la que logra acceder Croacia tras su victoria en Ucrania

Gylfi Sigurdsson disputa la pelota en el partido contra Kosovo.
Gylfi Sigurdsson disputa la pelota en el partido contra Kosovo.HARALDUR GUDJONSSON (AFP)

Islandia (2-0 a Kosovo) y Serbia (1-0 a Georgia) jugarán el Mundial de Rusia. No lo hará Gareth Bale, que vio desde la tribuna cómo Gales dejaba escapar sus opciones de entrar al menos en la repesca (perdió 0-1 ante Irlanda), instancia en la que podrán redimirse las estrellas croatas que, con Modric y Rakitic como asistentes de los goles que les dieron el triunfo en Ucrania (0-2), retomaron la buena senda para apuntarse a las cuatro eliminatorias a ida y vuelta que se jugarán entre el 9 y el 14 de noviembre y darán los últimos visados europeos para el sorteo del próximo 1 de diciembre en Moscú.

Eslovaquia confirmará su eliminación en cuanto Suecia y Grecia sellen su más que previsible pase a la repesca

Las ocho selecciones que deberán disputar la repesca europea entre los días 9 y 14 de noviembre son las ocho mejores subcampeonas de grupo con la premisa de que deben descartarse los resultados obtenidos ante los colistas. Se disputarán cuatro eliminatorias a doble partido para cuyo sorteo se tendrá en cuenta el ránking FIFA a efectos de establecer cabezas de serie.

Hay cinco plazas ya adjudicadas para la repesca: Italia, Dinamarca, Irlanda del Norte, Croacia e Irlanda. Restan la selección que caiga del duelo directo entre Portugal, que debe ganar para no seguir en competición, y Suiza en Lisboa.  Suecia está virtualmente también en ese grupo de elegidos porque solo la desbancaría Holanda si le gana por siete goles en Amsterdam. Y Grecia confirmará su presencia si supera mañana a Gibraltar en su feudo de El Pireo. En ese momento se confirmará que Eslovaquia no jugará el Mundial.

La maravillosa caja de sorpresas en la que se guarda el fútbol abrió un inesperado agasajo, una jornada tan plena de tensión y respeto al rival que entre 18 selecciones que disputaban nueve partidos nadie fue capaz de marcar gol hasta que transcurrieron 35 minutos. No fue un tiempo en el que se desperdiciaron clamorosas oportunidades para marcar más allá de una interesante colección de remates lejanos. Fue la evidencia del recelo y la aprensión propias de una jornada final.

Al descanso solo se habían gritado dos tantos de Macedonia en su intrascendente partido contra Liechtenstein y el que abrió el camino de la historia para Islandia. No un gol cualquiera. Jamás un país tan poco poblado (unos 330.000 habitantes, más o menos la población de Alicante) logró llegar a un Mundial de fútbol. Atrás queda Trinidad y Tobago, presente en el campeonato celebrado en 2006. Ni siquiera la minúscula Cabo Verde, todavía viva en la carrera africana para estar en Rusia, se puede equiparar a Islandia porque casi la dobla en número de habitantes.

Los islandeses empezaron la fiesta tras pasar algún apuro para superar (2-0) a la modesta selección de Kosovo, que cierra su primera participación en una fase de clasificación con un solo punto en diez partidos, pero es un combinado con buenos futbolistas. En Reikiavik se dejó ver incluso cuando el marcador estaba igualado. Pudo marcar el joven Rashica, futbolista del Vitesse holandés, con un zapatazo desde la frontal justo antes de Sigurdsson marcase la diferencia con una maniobra que puso en ventaja a Islandia. Tan meritoria como es, la selección nórdica es un equipo más diseñado para la respuesta o para obtener fruto de las acciones a balón parado que para la propuesta. En ataque posicional sufre, pero Sigurdsson, un mediapunta por el que el Everton pagó este verano 50 millones de euros, es otra cosa. Definió a seis minutos del descanso y llevó a su equipo al escenario que deseaba, apostado a la contra para rematar el partido. Lo hizo Gudmunsson mediada la segunda parte tras asistencia del inevitable Sigurdsson, un futbolista de campanillas que podrá exhibirse en Rusia.

Aleksandar Prijovic celebra el gol de la victoria de Serbia contra Georgia-  .
Aleksandar Prijovic celebra el gol de la victoria de Serbia contra Georgia- .ANDREJ CUKIC (EFE)

Croacia y Ucrania esperaban el fallo islandés, pero hubo un momento al inicio de la segunda parte del partido que les enfrentaba en el que sintieron una sensación que pocas veces ofrece el fútbol: el empate no le valía a nadie, les dejaba fuera del Mundial. Los ucranianos, empujados por un estadio repleto en Kiev llevaron la iniciativa, con susto incluído en la primera parte para Subasic tras un remate lejano de Rakitskiy. Pero apenas superada la hora de juego un excelente centro de Modric lo aprovechó Kramaric para apagar el fuego croata 48 horas después de la destitución de su seleccionador. Poco después el delantero del Hoffenheim marcó el segundo, tras excelente pase de Rakitic, y aseguró la presencia croata en la repesca. Ucrania se perderá el Mundial que organizan sus vecinos rusos, seguramente un respiro para los organizadores debido a los problemas geopolíticos que ocupan a ambos países.

Serbia fue la otra selección que cantó victoria (1-0). Lo hizo en el Pequeño Maracaná de Belgrado y no sin sufrimiento ante la incómoda Georgia, que la dominó durante bastantes minutos hasta que Prijovic rompió la paridad en la recta final del partido. Allí se cruzaban las noticias con Cardiff, donde la noche acabó en funeral local. Allí estaba Gareth Bale en una grada efervescente que entonó a capella en la previa del partido el solemne Hen Wlad Fy Nhadau (“El viejo país de mis padres”). Pero Gales no pudo con Irlanda (0-1), que se llevó los puntos con gol de McClean cuando quedaba media hora por jugar tras un error de la zaga local y con ellos el derecho a jugar la repesca y el castigo para Eslovaquia, que veía la jornada por televisión y se quedará descartada como la peor segunda de los nueve grupos continentales. Un gol postrero de Gales le hubiese dado esa opción a costa de Irlanda en una noche de tensión y calculadoras, de giros increíbles como el que muestra que los galeses se quedarán sin Mundial tras perder un solo partido.

Italia estará en esa repesca y como cabeza de serie tras derrotar a Albania a domicilio (0-1) en un duelo anodino en el que la selección de Giampiero Ventura no emitió señales de mejoría. En el resto de partidos, intrascendentes, Macedonia goleó a Liechtenstein (4-0), Austria venció en Moldavia (0-1) y Finlandia empató en casa contra Turquía (2-2)

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