España golea a Albania y ya es Mundial
La selección de Lopetegui doblega a Albania con tres buenos goles y otro partido notable de Isco, y logra la clasificación para Rusia 2018 tras el empate de Italia con Macedonia
España cumplirá 40 años sin perderse un Mundial, lo que enfatiza su peso entre la élite. La efeméride llegará en Rusia 2018, donde ya tiene la plaza asegurada tras el patinazo de Italia con Macedonia (1-1). Desde 1978, solo Brasil y Alemania no han fallado jamás en el gran campeonato. Y puede que tampoco lo hagan Argentina e Italia, pero aún no tienen billete para el torneo ruso. A España le bastó una primera media hora brillante frente a Albania. Liquidó a su rival con tres buenos goles y luego, ya con el partido descosido encontró otro momento que celebrar. Al ser relevado, Piqué y buena parte del público se aplaudieron mutuamente.
Ante la frágil Albania, no se demoró la Roja. Arrancó con brío. Con un equipo más ancho que largo, con el debutante Odriozola como ventilador por la derecha, Saúl como buen gobernante en el vertebrador papel del sancionado Busquets y Rodrigo como diana. Y al teclado, Isco, el futbolista español del momento. Lopetegui le ubicó en la orilla izquierda como punto de partida, pero el malagueño tiene un repertorio infinito. Ha alcanzado un punto sublime. Nada que ver con aquel Isco de arabescos puntuales. Hoy es un jugador pleno, absoluto. Nada de lo que hace es residual. Es otro Iniesta, como aquel Iniesta de las grandes cumbres.
Con la pelota en circulación a buen ritmo e Isco por bandera, España encapsuló pronto a su adversario. Los volantes —Thiago, Koke. Isco y Silva— daban y daban carrete al balón hasta que el descarado Odriozola y el pujante Alba aceleraban por los costados. Rodrigo, que no es un ariete con mordida, más bien un delantero de enganche, no acertó en sus dos primeros remates. Sí en el más complejo. Tras una asistencia en vuelo de Isco, el valencianista amortiguó la pelota con un do de pecho y tras un bote reventó la red albanesa. Un gol estupendo. Como lo fue el pinturero tanto de Isco tras una trenza con Silva y Koke. Y no se quedó atrás el de Thiago. Disfrazado de Aduriz, el jugador del Bayern cabeceó con estruendo un pase de Odriozola, lateral de larga distancia y buen pie para enroscar el balón hacia el área.
Con 3-0, el grupo de Lopetegui bajó el volumen y algo se animó Albania, que estrelló en el larguero de De Gea un remate de Llullaku y luego otro de Sadiku. En ambas ocasiones, España ya era un conjunto más distendido. Los albaneses han perdido cuajo y no son el primaveral equipo que irrumpió por sorpresa en la Eurocopa de Francia del pasado curso. Con España e Italia por el medio en el grupo, el camino a Rusia se le ha hecho muy empinado.
Con Illarramendi en la sala de espera por el sancionado Busquets, Lopetegui se inclinó por Saúl como pivote en el eje del campo, la variante táctica más notable de la noche. El rojiblanco maniobró con mucha soltura. En Saúl hay muchos jugadores al mismo tiempo, ninguno concreto. Potente en las áreas, cada vez maneja mejor los tiempos del juego, tarea más asidua de Koke. Saúl, como Odriozola, son dos de los nuevos alumnos de Lopetegui. En su primer año en el cargo, el preparador vasco ha mantenido el espinazo de la selección que fue despachada por Italia en Francia 2016 y ha dado vuelo a la generación que le hizo triunfar en el Europeo sub-21 de 2013 en Israel. Curiosamente, será Jerusalén, el próximo lunes, la última parada de la Roja en esta fase de clasificación. Guiños del destino, hace solo cuatro años por aquellas tierras ganaron el campeonato sub-21 De Gea, Nacho, Bartra, Illarramendi, Koke, Thiago, Isco y Rodrigo. Todos ellos en esta convocatoria de Lopetegui. Como lo hubieran estado Carvajal y Morata de no haberse lesionado. Poco a poco, el seleccionador ha enhebrado a los suyos de Israel con muchos de los centinelas de la etapa de Vicente del Bosque. La fórmula ha resultado y la Roja ha sellado una clasificación sobresaliente. Con hueso ante los más débiles y con grandeza cuando por dos veces le exigió la siempre cruda Italia.
Quien no estará en Israel para el broche final es Piqué. Al igual que Silva, una tarjeta ante Albania les exime de la última cita. De Alicante, el catalán se despidió con un aplauso a la hinchada y esta, durante el juego con un sector abroncando y otro ovacionando, le correspondió en gran parte.
La Roja se ha ganado ir a Rusia en paz.
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